Capítulo 5

63 18 10
                                    

Pues este capítulo va dedicado a CesiaCisnerosGalarza pues ella cumplió el trato del voto y comentario!!

Disfruten!!

Diego

Es lunes en la mañana. Wow que emoción, notese el sarcasmo. Todos los días es lo mismo. La escuela no cambia pero Elena hace que ésta mejore. Me levanto, tomo un baño y me voy rumbo a la escuela. Al llegar puedo ver que va con otra chica la cual me parace familia, pues a lo lejos no la distingo con exactitud. Camino rumbo al salón de clases y me posiciono en el lugar de siempre. Al frente, dejando dos lugares libres a mi izquierda. Aún faltan unos minutos para que inicie la clase y veo a Elena y su acompañante entrar al salon y no creo lo que veo. No lo puedo creer, es ésa chica, ésa chica que conocí en Montenuevo, la chica que me hechizo pero que siempre vi como algo pasajero, pues estaba de vacaciones con su familia y pensaba que no volvería a verla otra vez en mi vida. Las chicas toman asiento, la chica se sienta a mi lado, ajena a lo que pasa a su alrededor, Elena toma asiento a su lado. Puedo notar como Elena toma la mano de la chica como dándole apoyo. La chica está como si estuviera en otro mundo, con pensamientos lejanos. Llega la hora del recreo y no veo a Elena por ningún lado, me adentro en los pasillos de la escuela y puedo verla saliendo del baño de damas junto a aquella chica. Me mantengo en el mismo lugar hasta que notan mi presencia. Yo no puedo dejar de mirar a aquella chica mientras ella me sostiene la mirada. Estamos diciendo todo aquellos que no somos capaces de decir, pero que no podemos callar con la mirada. Escucho que dicen algo, pero estoy tan sumergido en aquellos ojos azules que me es imposible prestar atención a lo que dice aquella persona. Puedo ver aquella azul cristalizarse por las lagrimas, como enrojece su rostro y su cuerpo temblar lijeramente. Está a punto de caer en llantos. Aparto la mirada pues puedo sentir arder mis ojos y ver como se me nubla la mirada.

—Mariana— es lo unico que sale por mis labios temblorosos. Quisiera decirle tantas cosas, decirle que pase los mejores momentos junto a ella, así hayan sido pocos, decirle que no me he podido olvidarla y que desde aquella noche todo en mi cambio. Pero ahí es cuando Elena la toma y se la lleva lejos de mi dejandome allí de pie, con mil cuestionantes en mi cabeza. Ha sonado el timbre para volver a clases, pero me dirijo al área del comedor, no quiero entrar a clases, no sabiendo que ella me noto, sabiendo que ella sintió lo mismo que yo.

Ahora estoy confundido, me gusta Elena y mucho; pero esa conexión y esos choques eléctricos que sentí por todo el cuerpo con la simple mirada Mariana es única e inexplicable. Pero por más que quiera no puedo tenerlas a ambas.

Elena

Me encuentro en el baño de la escuela con Mariana. Al fin a venido a clases, pero no es la misma, en clases estuvo distraída e intentaba darle apoyo. Al llegar el tiempo de receso, la llevo casi a rastras hasta el baño. Ya no quiero verla más de esta manera.

—Preciosa— ésta levanta la mirada, aún mantiene ese semblante serio y entristecido. Puedo ver como se le cristalizan los ojos. —Preciosa no quiero verte más de ésta manera, quiero que vuelvas a ser ésa chica alegre que siempre eres...

—Ya no lo soy— me corta diciendo. —Claro que lo eres preciosa, solo estás pasando un mal momento, es solo un trago amargo. Ya verás que saldrás de ésta y muchas más. Yo te ayudaré a hacerlo— digo para darle fuerzas y al parecer funciona porque se le iluminan los ojos de una manera maravillosa. Ésta es la Mariana que quiero que vuelva, es la que quiero que esté conmigo.

—Salgamos de aquí— dice ella tomandome del brazo y partimos fuera de ese lugar. Al salir está Diego frente a nosotras. Puedo jurar que subí al cielo pero caí sin previo aviso al notar como el miraba a mi mejor amiga, ver como temblaba y sentir a mi amiga de la misma manera. Giro mi cabeza hacia donde está mi amiga de pie y puedo ver como en su mirada se encuentra la confusión, la tristeza y lo que más me duele, puedo ver la paz y el amor que ésta le tiene al chico frente a nosotras. No aguanto más — Mariana vamos de aquí— digo seca, sin ningún alpiste de emoción. Y es que éste chico siempre me atrajo, desde mucho antes de marcharse de la ciudad. Y aquí y ahora, frente a una de las personas más importantes en mi vida todo se desvanece, el mundo se me viene a bajo. Al retirarnos del pasillo no puedo siquiera verlo a la cara, doy media vuelta tomando a Mariana del brazo, y salimos de allí.

Estamos en el salón de clases, no presto atención y se que Mariana tampoco. Yo solo puedo pensar en lo estúpida que fui al pensar que quizás el podría sentir algo por mi, y es que sentí que me lo dijo todo con aquella mirada del primer día de clases. Pero a quien quiere es a mi mejor amiga. No puedo más con todo esto, me levanto, tomo mis cosas y salgo del salón. Escucho a la maestra decir algo pero la ignoro.

Voy rumbo al comedor, al llegar allí puedo ver a Diego a lo lejos. El llega a notarme, ya no se si alejarme o quedarme pero ya es muy tarde, el esta frente a mi. —Elena— no puedo siquiera mirarlo, no puedo —oye, mirame— dice dolido. Levanto la mirada y no puedo evitar que mis ojos se cristalicen.

—Escuchame, lo que pasó ahi dentro.— Mo tienes que darme explicaciones— lo corto diciendo. —Pero Elena— no le permito continuar y me retiro del lugar. Dejo que todo aquello salga, me permito llorar. No debería estar así por el, nisiquiera somos amigos. Pero en verdad todo esto duele.

Me dirijo a casa y subo directo a mi cuarto y pongo seguro. No quiero estar con nadie. Me lanzo en mi cama mientras me coloco los auriculares y me dispongo a escuchar música.




No olviden votar y comentar!!
Los quiero💕

Adelantada al tiempo Where stories live. Discover now