CAPÍTULO V. SORPRESA

3.1K 121 40
                                    


- ¡Felicidades! Gritaron sus familias al unísono.

Amaia y Alfred pegaron un brinco involuntariamente. No se esperaban que al llegar a casa de Alfredo y Chus se encontrasen con la familia de Amaia (padres, herman@s y cuñad@s).

- ¡Qué sorpresa!, ¿Qué hacéis aquí? Dijo Amaia sorprendida.

- Pues qué vamos a hacer hija, celebrar vuestro compromiso con una comida familiar, como debe ser, felices por vosotros.- dijo Javiera mientras abrazaba a Amaia.

- Ya era hora Alfred, si llegas a tardar más en pedírselo te juro que se lo habría pedido yo por ti, sabes que no puedo callarme estas cosas. Me ha costado la vida guardar el secreto.- dijo Ángela.

- Ay Ángela, pero qué exagerada eres, ni que hubieses estado un año guardando el secreto.- espetó Amaia.

- OCHO MESES Amaia, OCHO MESES, os voy a pedir una indemnización por todo el estrés que me ha provocado tener este secreto guardado.- dijo Ángela riéndose y llevándose una mano al corazón.

- Titi, ¿ocho meses? ¿por qué has esperado tanto tiempo? Preguntó Amaia sonriéndole a Alfred.

- Bueno, la verdad es que buscaba el momento perfecto, y no llegaba. Iba a pedírtelo en mi cumple pero como estabas agotada y estresada entre concierto y concierto en la gira y, quería que fuese especial, y bueno ¿qué hay más especial que nuestro octavo aniversario? Mira el lado bueno, la teoría del 8 tenía razón. Las situaciones especiales ocurren cuando hay un ocho de por medio. – dijo Alfred sonriendo mientras se rascaba la cabeza pensando.

- Por favor, ¿pero se puede ser más mono? Diego, pégate un poquito más a tu cuñado, a ver si se te pega algo de romanticismo.- espetó Ángela a su marido.

- Alfred tío, así no, que nos tenemos que echar una mano entre los hombres, y nos estás dejando a todos a la altura del betún.- dijo Diego riéndose.

- Eso tío, que sepas que como sigas así las mujeres de ésta familia te adorarán pero Diego y yo vamos a echarte la cruz.- dijo Javier dándole un codazo a Alfred bromeando.

Toda la familia rio con ellos. Reinaba un ambiente distendido, de risas, abrazos y besos. La cordialidad y el apoyo que habían tenido entre las dos familias era ejemplar.

- Bueno, tenéis que ir informando de vuestro compromiso, podríamos hacer una fiesta familiar en Sorauren y que vengan los más íntimos.- dijo Javiera.

- Pues yo ayudaré en lo que haga falta Javiera, cuenta conmigo.- dijo Chus.

- Muchas gracias por el ofrecimiento Chus, ya contaba contigo je je. Ni qué decir que tanto Alfredo como tú os quedáis en nuestra casa. Ah, y gracias por dejar quedarnos hoy aquí, el piso de Javi se ha hecho pequeño con Ángela y Diego– espetó Javiera.

- Anda, no tienes que agradecer nada. Nuestra casa es vuestra casa.- dijo Chus acercándose a ella abrazándola.

Amaia se acercó a Alfred y le dijo bajito al oído – Ay titi, en qué lío nos hemos metido, me estoy empezando a agobiar con mi madre y no han pasado ni 12 horas desde que me propusiste matrimonio.-

Alfred se rio y le dijo – no te preocupes cuquita, nuestras madres son muy intensas, y Ángela y Marta también. Ya verás como se relajan. Es nuestra boda, no necesito nada más que a ti para ser feliz y no una boda por todo lo alto, tú eres la que tiene que tomar las decisiones princesa, yo con que estés tú ese día me basta y me sobra-

Amaia sonrió y le dio un tierno beso en los labios.

- Vamos a comer familia, hoy le he hecho a l'Amaia su comida favorita, lasaña.- dijo Chus.

Soñar contigo.Where stories live. Discover now