CAPÍTULO XVIII: LA FIESTA DE PEDIDA

2.5K 129 67
                                    



Amaneció en Sorauren el día de la fiesta de pedida. Los invitados empezarían a llegar a las 12.30. Amaia y Alfred estaban durmiendo plácidamente cuando de repente tocaron a la puerta y abrieron los ojos.

- ¿quién es?- preguntó Amaia.

- Tenemos aquí a unas personitas impacientes por saludaros ¿estáis visibles?- dijeron al otro lado de la puerta.

Ambos sonrieron.

- Sí, pasad-dijo Alfred.

La puerta se abrió y entraron tres mini terremotos y se tiraron encima de ellos.

- Tía Amaia, tío Alfred, os hemos echado de menos-dijo el pequeño Diego de cinco años, hijo de Ángela.

- Yo más, porque es mi madrina-dijo Raquel, la hija mayor de Javier, que tenía seis años.

- Y tito Alfred es mi padrino también y me quiere más a mi ¿a que sí padrino? dijo Javier, el hijo menor de Javier de tres años.

- Os queremos a todos por igual Javi-dijo Alfred dándole un beso al pequeño.

En el marco de la puerta estaban apoyadas Ángela y Laura sonriendo.

- Mira qué bien se les da-dijo Laura.

- Van a ser buenos padres cuando llegue el momento-afirmó Ángela.

Ángela, soltó a Irene, su hija pequeña de un año en el suelo y ésta empezó a andar camino de Amaia y Alfred.

- Pero bueno, cuando ha empezado mi princesa a andar-dijo Amaia sorprendida.

- Pues hace menos de una semana tita-afirmó Ángela sonriendo.

- Venga, un poquito más-dijo Alfred que la estaba esperando con los brazos abiertos.

La niña llegó a los brazos de Alfred y se recostó sobre él. En ese momento Alfred le dio un tierno beso en su cabecita provocando que las tres mujeres se derritieran con ese gesto.

- Anda mira, ¡qué bien te quedan Alfredo!-dijo Ángela.

- A ver si nos dais mini cuquitos pronto-dijo Laura enternecida.

- Pronto-dijo él sonriendo sabiendo la reacción que provocaría en ellas.

- Ya sabemos los prontos de Alfred cómo van-dijo Ángela divertida.

- ¿Qué? eso es mentira-dijo él.

- Ocho meses has tardado en pedirle matrimonio a mi hermana, ocho meses teniendo que controlarme para no cagarla-dijo Ángela ya muerta de risa provocando que todos los presentes empezasen a reir en esa habitación.

- Pero este pronto lo digo de verdad-dijo él mirando tiernamente a Amaia, gesto que fue devuelto por ella.

- Bueno, antes tenemos que casarnos, y antes de eso prepararnos para la fiesta de hoy, así que vamos a ello-dijo Amaia incorporándose en la cama.

- Madrina, hoy es cuando tenemos que tirar flores por un pasillo-preguntó dulcemente Raquel.

- No cariño, hoy tenéis que preocuparos de pasarlo muy bien y correr mucho ¿vale?.

- Vale, dijeron los tres niños mayores al unísono.

- Bueno niños, venga vamos a prepararnos y a dejar que tito y tita se preparen-dijo Laura antes de que saliesen por la puerta y cerrasen.

- Bueno cuquita, ¿vamos a ello?-preguntó Alfred.

- Vamos-dijo ella sonriendo antes de darle un cálido abrazo.

Soñar contigo.Where stories live. Discover now