CAPÍTULO XXVI: NO ES LO QUE PARECE

2.9K 155 102
                                    


En ese momento, se asomaron las tres por la ventana y vieron a una mujer bailar en mitad del salón y a los chicos riendo.

- Lo mato, te juro que lo mato-espetó Laura cabreada.

- ¡Cállate, Laura!, que nos van a descubrir.

- Me da igual. De todas maneras, voy a ir a la cárcel cuando pille a Javier por banda-dijo cabreada.

- Sssh, a ver qué hacen.

- Que culazo tiene la estríper ¿no?-preguntó Marta.

- Y qué pelazo más brillante-añadió Amaia.

- Y qué piernas. Yo tengo un vestido parecido pero no me hace ese cuerpazo-concluyó Laura.

- Oye, ¿y Alfred?-preguntó Amaia extrañada.

- Yo tampoco lo veo-afirmó Marta.

En ese momento la mujer que estaba bailando dio una vuelta y las chicas pudieron ver su cara. Se quedaron tan estupefactas, que no se dieron cuenta que los troncos de leña que había delante de ellas comenzaron a resbalarse formando más ruido del necesario fuera haciendo que, dentro de la cabaña se produjese un silencio sepulcral. Las chicas salieron corriendo a esconderse detrás de los árboles.

Quince minutos antes, dentro de la cabaña.

- Tenemos una sorpresa para ti. Mira lo que te hemos preparado-terminó Diego.

- ¿Y esto?-preguntó Alfred.

- La putada de la despedida de soltero-afirmó Nil riendo.

- ¿En serio?-preguntó Alfred.

- Sí, y no te quejes que nos hemos portado muy bien. No vamos a hacer que salgas así de casa. Nos vamos a quedar aquí-dijo David.

- Pero tíos, ¿cómo queréis que me suba en estos andamios? Soy tan patoso que me tropiezo por la calle con mis propios zapatos-dijo Alfred alzando los tacones que le habían dado.

- Nadie dijo que ser mujer fuese fácil-dijo Javier.

- Y no lo es. Si tuviésemos que pasar por partos, dolores, y caminar con estas pedazo de grúas, moriríamos en el intento-afirmó Alfred serio.

- Vamos, que queremos ver bailar a la mejor bailarina del mundo- le animó Diego.

- ¿Bailar? Pero si yo no sé. Os prohíbo que grabéis esto-espetó Alfred señalándolos.

- Tranquilo, a nosotros nos vale con verte en directo bailando como un pato mareado-contestó Javier entre carcajadas.

Alfred se puso unas medias negras, un vestido corto de manga largas, los tacones y una peluca morena y salió a escena.

- ¡Uh! Ese vestido te queda más corto que a Laura-afirmó Javier divertido.

- Venga, a ver cómo te mueves, guapo-dijo Nil.

- ¡Quiero un hijo tuyo!-gritó David.

- ¡Ah! Los tacones deberían estar prohibidos. Me voy a romper un pie-espetó Alfred.

- Venga, quejica. A ver cómo mueves la cintura.

En ese momento se oyó un fuerte ruido fuera y los chicos se quedaron en silencio. Extrañados ya que estaban solos en esa zona, fueron a ver quién estaba fuera.

Fuera de la cabaña.

- Creía que había visto todo en esta vida. Me equivoqué. Jamás pensé ver a Alfred disfrazado de mujer bailando-afirmó Marta sorprendida.

Soñar contigo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora