CAPÍTULO XXXII: ¿EMBARAZADOS?

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¡Hola a todxs!

¿Qué tal estás? Espero que bien. 

La verdad, no tenia intención de publicar hasta el domingo pero, me habéis pedido tanto este capítulo y yo tenía tantas ganas de que lo leyeseis que no he podido resistirme a publicarlo antes del puente.

Gracias a todos por el apoyo que me dais, por dejarme comentarios tan bonitos y con vuestras locas teorías que me hacen reir un montón (sobre todo cuando me decís que vais a coger un vuelo y vais a venir a buscarme jajajaja).

En fin, que gracias por todo. 

Espero que disfrutéis del capítulo y del puente. Me gustaría que me dejaseis qué os ha parecido el capítulo en un comentario.

¡Gracias por estar ahí!

¡Un abrazo!

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-Alfred, creo que estoy embarazada.

En ese instante, a Alfred se le iluminó la cara y una sonrisa apareció en su rostro, que se extendió desde sus labios hasta sus ojos.

- ¿Qué? ¿De verdad? -preguntó él impaciente, sonriendo.

- No lo sé. Tengo que hacer el test de embarazo y quería hacerlo contigo.

- Titi -dijo cogiéndola en volandas, empezando a dar vueltas sobre sí mismo-. Es la mejor noticia que podías darme en la vida -añadió empezando a caerle lágrimas de felicidad por sus mejillas.

- No, no llores, cucu.

- Pero si es de felicidad.

- No quiero que te ilusiones, aún no es nada seguro. Compré el test en Madrid para hacerlo esta noche contigo.

- Dios mío, Amaia. Lo siento mucho, por todo lo que ha pasado esta noche, yo...

- ¡Eh! No hay nada sobre lo que pedir disculpas -dijo ella sonriendo cogiéndole la mano y empezando a caminar-. Además, ya le he pedido perdón de tu parte y de la mía.

- ¿Cómo es eso? -preguntó.

Amaia se sonrojó y agachó la cabeza, pudiendo apreciar Alfred ese cambio en ella.

-¿Amaia?

- Pues que mientras estaba en la playa pensando en todo lo que ha pasado, le he pedido perdón por la discusión que hemos tenido nosotros dos. Le he dicho que nunca nos peleamos de esa manera y que nunca más volverá a pasar porque su papá y yo nos queremos mucho. Madre mía, dicho en voz alta sueno súper patética -dijo ella tapándose la cara con las manos.

Alfred le quitó las manos de la cara y le cortó la conversación con un tierno beso en los labios.

-Es lo más bonito que has hecho desde que te conozco.

- Pero, Alfred, si a lo mejor ni siquiera hay bebé -se quejó ella con la mirada triste.

- Pero el instinto maternal lo tienes, Amaia. No te has dado cuenta de lo que acabas de decir, ¿verdad? Le has pedido perdón a una personita que ni siquiera estamos seguros de que exista, y lo has hecho porque te preocupas por su bienestar ¡Eres increíble, mi amor!-dijo él emocionado antes de volver a darle un tierno beso en sus labios.

- Quiero irme a casa y salir de dudas de una vez -aseguró ella.

- Y yo también. Bueno, y quiero dormir abrazado a ti esta noche y que no te separes de mí -dijo cabizbajo vergonzoso.

Soñar contigo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora