Soñar contigo.

CAPÍTULO XXI: DESPEDIDA DE SOLTERA (I)

- Amaia, no te puedes ir así.

- Lo siento.

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Eran las nueve de la mañana. Una resacosa Amaia iba apoyada en la ventana del tren con las gafas de sol puestas.

- Mi cabeza va a explotar-susurró Laura incorporándose en su asiento.

- Cómo se notan las mamis-dijo Marta riéndose.

- Oye, ¡qué pasa conmigo!- dijo Ángela indignada.

- Es verdad, cuñada. Cómo se nota que la otra mami, y Amaia, no están acostumbradas-corrigió Marta.

- Eso está mejor-afirmó Ángela orgullosa de su hazaña de la noche anterior.

- Lo de anoche estuvo bastante bien-dijo Marta.

- Bueno, estuvo bien para vosotras. A mí me espera lío cuando llegue a casa-dijo Amaia incorporándose a la conversación de las tres amigas.

- ¡Ay Amaia! De verdad, no seas tan dramática que en estas situaciones te pareces a mamá.

- ¿Creéis que se habrá enfadado mucho conmigo? -preguntó Amaia preocupada.

- No creo. Bueno, aún no. No sé qué pasará a lo largo del fin de semana-afirmó Marta.

- ¿Qué quieres decir?- preguntó Amaia dubitativa.

- Lo sabrás a su debido tiempo, paciencia-dijo Laura.

- No me gusta eso que acabas de decir Laura-dijo Amaia.

- Bueno, despedida organizada por nosotras, nuestras reglas. Quieres despedida ¿no?- preguntó Ángela.

- Sí-dijo Amaia picada.

- Pues entonces harás lo que nosotras te digamos. Si no te mandamos de vuelta para Barcelona y nos lo pasamos bien nosotras tres sin ti-dijo Marta.

- Alfred tenía razón respecto a vosotras-afirmó Amaia enfurruñada.

- ¿Sobre que?-preguntó Laura.

- Sobre que sois unas salvajes-dijo Amaia cruzando los brazos y apoyando nuevamente la cabeza en el cristal para dormirse.

- Pues sí, a mi cuñado no le falta razón-afirmó Ángela provocando la risa entre las integrantes del grupo.

- Sólo espero que me perdone algún día por lo de ayer-aseguró Amaia preocupada.

El día anterior.

Eran las cinco de la tarde y Amaia esperaba sentada en una terraza de Barcelona a Laura, Ángela y Marta. Habían quedado para ultimar los detalles de su despedida de soltera. Sus amigas llegaron puntuales a la cita y aparecieron con una caja sospechosa.

- Hola chicas ¿y eso?-preguntó Amaia.

- ¡Sorpresa! Tu despedida de soltera empieza hoy-dijo Laura sonriente.

- ¿Cómo?-dijo Amaia en shock.

- Pues lo que estás escuchando hermanita. Y como os queremos mucho a Alfred y a ti, hemos decidido que el primer reto vas a tener que hacerlo tu, pero para fastidiarlo a él-dijo Marta sonriendo.

- ¿Por qué sois así de perversas?-preguntó Amaia incrédula.

- Porque podemos. ¿Quieres irte de despedida con nosotras, no? Pues deberás hacer lo que te digamos nosotras-afirmó Ángela.