Capítulo 9

1.8K 63 1
                                    


CEPEDA

Nervios. Muchos nervios. Tengo un dolor de estomago que no puedo con él. Me he fumado por lo menos medio paquete de tabaco en menos de 2 horas. Estoy solo. Los otros tienen cada uno sus grupitos, solamente Amaia me ha dado un pequeño toquecito en el hombro en señal de ánimos pero ya se ha ido a relacionar con el resto. Es normal. Nadie quiere estar conmigo, soy el apestado de la edición.

Cuando quedan 5 minutos para salir sinceramente me planteo porque le echo caso a Aitana. Si no la conocía de nada...apenas hemos tenido 2 conversaciones y estaba actuando de una forma totalmente estúpida y extraña. Pensaba en las indirectas que me tiro Miriam, pero es que no...no quería ni pensar en eso...Aitana tenía 19 años...claro que me parecía una chica muy guapa, había que estar ciego para no ver que ella era guapa, pero de ahí a que yo quisiera algo ni de coña. Simplemente debía ser una persona que me caía bien y por eso actuaba así, si, sin duda era eso. Una persona que enriquece tu vida y que la verdad podría irme bien para empezar a dejar de ser el ogro que la gente veía en mí.

Empieza a sonar la música y empieza a salir el video de los concursantes, con unos aplauden mas, con otros aplauden menos. Aparece el mío y se oyen mas silbidos que aplausos...Va a ser una noche dura.

AITANA

Estamos en pista más o menos por la mitad entre el escenario y la puerta de entrada al Sant Jordi. Ha habido más personas que han aplaudido, que personas que han silbado con Luis pero obviamente se escuchan mas los pitidos que los aplausos.

El concierto es una pasada la verdad es que todos cantan genial. Luis ha tenido que hacer un dueto con una tal Marina que ha sido quizás el peor numero de la noche, pero no por voz sino porque casi ni se han mirado en toda la actuación. Noto que a Luis le pasa algo, lo conocía poco pero sí que detectaba cuando estaba nervioso y era evidente a cada canción que salía al escenario que cómodo precisamente no estaba, la verdad me preocupaba esta situación, no entendía el porqué...pero era como si los silbidos o insultos que escuchaba me dolían también a mí.

-Mira tía...mira que le toca a Cepeda en solitario...-me dice Marta mientras me pega codazos en el brazo.

Justo cuando Luis sale algunos empiezan a silbar de nuevo y otros empiezan a aplaudir con ganas. Va guapísimo, mucho más guapo de lo habitual, la verdad es que esa americana le sienta de maravilla. Cuando empieza a cantar, noto como se me eriza la piel, había escuchado su voz por televisión, pero en directo sonaba mucho mejor, tenía algo que te atrapaba, tenía algo que te hacia estar solamente pendiente de esa voz ronca. Su "Say you won't let go" fue maravilloso, pero como ya era costumbre durante todo el concierto volvieron a silbarle...no podía entender porque la gente hacia esto.

CEPEDA

El concierto termino hace 20 minutos, estoy en un bar de la zona tomándome el segundo ron cola seguido. Había actuado genial, realmente mi mejor actuación desde que entre a Operación Triunfo y aun así la gente me había increpado y silbado...parecía como una costumbre que me iba a perseguir todos los conciertos que hiciésemos...la verdad era una cosa que no entendía.

-Así me gusta Cepeda, por fin has adquirido la sabiduría artística suficiente para hacer lo que hace cualquier gran artista cuando finaliza un concierto. Venir al bar a echarle un poco de gasolina al cuerpo.

Cuando giro mi cabeza hacia la derecha de donde proviene la voz, me encuentro con el director musical de la academia Manu Guix.

Si Noemí había sido mi segunda madre, Manu había sido mi segundo padre. Además del profesor con el que mejor trato y mejor predisposición había tenido, era una persona que sabía sacar lo mejor de mí y que además entendía todas mis frustraciones y todas mis inquietudes al fin y al cabo tenía una carrera musical reputada, era un ejemplo total y absoluto para mí.

-Supongo que en mi caso es ahogar las penas en alcohol, más que haber descubierto nada sobre los artistas. Es el remedio que uno encuentra cuando lo abuchean y le demuestran que le tienen 0 cariño.

-No dejes influenciarte por eso Cepeda...Vamos a ver se escucha siempre más a la gente silbar, pero habían muchas otras personas que te aplaudían no se puede gustar a todo el mundo. Además hoy con lo que te tienes que quedar es que has interpretado la canción como nunca tío, en ningún pase de ninguna canción durante el concurso te vi con esa rabia esa potencia, ese es el camino a seguir en esta gira, ese es el Cepeda que yo quiero ver y si alguien quiere silbar que lo haga, pero tu contento con tu trabajo y cabeza arriba siempre.

-Ya pero soy el único al que silban sabes, a todos los demás les dan un apoyo brutal. Además que ni mis propios compañeros de concurso me soportan ya lo has visto y en la academia seguro que te dabas cuenta, solo me llevo bien con Amaia y encima ni canto con ella. Porque esa es otra eh...el ponerme con Marina tiene delito.

-Bueno Cepeda un artista tiene que saber sobreponerse a las adversidades, a la mala comunicación con compañeros. Imagínate que alguna vez compones una canción con una chica, sois pareja y de repente rompéis, pero tenéis que seguir cantando esa canción pese a la ruptura y que esa canción hable de amor. Pues tendrías que seguir tirando para adelante como un buen artista y intentar que con la mínima complicidades necesaria la actuación saliera de 10. Y ese es el pensamiento que debes tener cuando actúes con Marina ni más ni menos. Pero tirarte del barco de una gira como esta solo te haría daño a ti mismo, y si decidiste venir fue por algo, entiendo. Así que fallarías o a ti mismo o a las personas que confiaron en ti para que vinieras.

Asiento ante las palabras de Manu, estaba claro que tenía razón en todo. No podía fallar a quien me había metido en esa gira, no podía fallarla.

AITANA

Llevaba así media hora por lo menos. Sentada encima de mi cama, con las piernas cruzadas y contemplando mi teléfono mientras le daba vueltas sin parar.

Nada más terminar el concierto al llegar a mi casa, había llamado a Miriam y le había pedido por favor el teléfono de Luis. No había explicado la verdad simplemente le dije que era para quedar con él de cara al domingo, pero mis intenciones eran muy diferentes.

No me había gustado nada la forma en la que había salido del concierto, todos sus compañeros en la última actuación se veían sonrientes él por el contrario estaba muy triste. Por otra parte también al final los compañeros se quedaban en el escenario recogiendo regalos en forma de pancartas o otras creaciones manuales que les daban los fans más cercanos al escenario, pero este no había sido su caso ya que se había ido del escenario al instante siguiente de terminar de cantar.

Escribo y borro, escribo y borro...y así unas 20 veces antes de tener el mensaje completo. Lo miro, lo reviso y lo vuelvo a revisar...la verdad no sabía si debía hacer esto, tampoco éramos amigos, tampoco nos conocíamos de toda la vida...pero me sentía como con la necesidad de hacerlo...sobre todo al pensar que si no lo hacía yo quien lo iba a hacer...y sobre todo pensando en cómo podría estar él después de los abucheos imperdonables que había recibido durante todo el concierto.

Finalmente le doy a enviar, y dejo el móvil en la mesita. 

Una lluvia en mi bolsilloWhere stories live. Discover now