Una lluvia en mi bolsillo

Capítulo 11

AITANA

No puedo evitar reírme cuando lo veo entrar con el pijama de mi padre, la verdad es que no le pega nada.

-No te burles...-veo en su cara un gesto casi de suplica.

-Ay perdón Luis...es que no he podido evitarlo. Jo que mala gente soy...

Sonreímos los 2, y él se sienta en un borde de la cama. Yo estoy sentada también en la misma con las piernas cruzadas. Llevo un pijama de manga corta y pantalón corto. No dejo de mirar a Luis, aunque este sonriendo noto que algo le pasa, así que sin irme sin rodeos decido preguntar aun sabiendo que seguramente intentara esconderme cualquier sentimiento que tenga.

-¿Luis...estas bien?

CEPEDA

Esta muy guapa, esta tremendamente guapa. No entiendo que se me está pasando por la cabeza, pero verla con ese pijama que le queda tan bien, su pelo recogido y sus gafas la hace mucho más atractiva que de costumbre. No quiero pensar eso...quiero quitar esa idea de mi cabeza, en realidad no sé ni porque estoy teniéndola, pero el hecho es que la tengo sin más. Aitana es mi vecina y ya...me repito esa frase 50 veces para ver si se me queda grabada en el cerebro, como si así fuera capaz de repitiéndome eso quitar mi pensamiento real de mi cabeza. Tan absorto estoy en lo mío que ni presto atención a lo que ella me está diciendo.

-Luis oye... ¿me escuchas?

-Eh...si, si, perdóname... ¿Que decías?

-Que...eso... ¿si estás bien?

Era una pregunta muy sencilla. Y seguramente solo se refería al concierto. Seguramente en otro contexto y con otra compañía hubiese sido fácil esquivar la pregunta con un escueto " Estoy bien", pero no sabía si era el alcohol, no sabía si era el encontrarme en su casa, en su habitación, sentados los 2 en su cama, o simplemente era el hecho de que era ella, ella que parecía ser totalmente ajena a las barreras que ponía con el resto, ella que parecía ser la única capaz de derribarlas, que me sentí en la necesidad de soltar lo que llevaba mucho tiempo y muchos años reprimiendo, el Luis de verdad...me veía en la necesidad de sacarlo.

-Hace tiempo que no estoy bien, bueno en realidad años. Digamos que la música siempre había sido mi escape sabes, había sido la razón que me aportaba felicidad...pero en estos momentos es una parte de mi vida que me está destruyendo poco a poco Aitana, y que está haciendo que pierda todo lo que me importa. Bueno no hace que lo pierda...ya lo he perdido todo...solo me queda Miriam.

Todo lo que digo lo digo con la cabeza agachada, hay un gran silencio e interpreto que Aitana también se ha quedado sorprendida por mis palabras.

AITANA

No me esperaba para nada su contestación, está mirando al suelo, su voz suena firme aunque rota. No está llorando, pero tampoco esta normal, noto emoción cuando habla, noto que por primera vez esta siendo él al 100%.

-Luis...si quieres o necesitas hablar algo...adelante...-pongo mi mano en su espalda, y como si eso fuera una inyección de adrenalina para él continua.

-Mira en mi familia siempre ha habido música. Aprendí a tocar la guitarra a los 6 años, mi padre me la dejo y me ayudo al principio. El tocaba en un grupo, como guitarrista y bueno siempre estaba de giras por todos lados, apenas pasaba por casa y llego un día en que se fue y no volvió, nos abandono y nos dejo en la estacada para irse a vivir a Brasil con su banda. A partir de ese momento mi familia pasaba por apuros económicos y yo sentí la necesidad de intentar conseguir el dinero para que en casa todo siguiera igual y me obsesione con que eso solo lo podría conseguir con la música.

Noto como toma un pequeño respiro, no puedo hablar estoy en shock con todo lo que me está contando, a cada palabra que pronuncia noto como se le va quebrando mas la voz. Después de ese parón continua.

-La música antes de eso siempre había sido una pasión, cantaba para divertirme, cantaba para sentirme bien conmigo mismo, pero a raíz de ese episodio empecé a ver la música como la manera de dar de comer a mi familia y allí fue cuando empecé a cambiar, cuando empecé a volverme oscuro con las personas que tenía alrededor, durante estos años en ese camino para conseguir mi meta he dejado de lado a muchas personas, incluida mi madre- noto como empiezan a caerle lagrimas por los ojos al pronunciar a su madre...es la primera vez que lo veo llorando...no me imaginaba para nada tener a Luis así de destruido a mi lado, aun llorando sigue con su explicación.

-Mi madre me dijo que lo dejara estar que no era necesario que ya encontraríamos otras vías para vivir, pero me discutí con ella y me fui de casa...si no hubiera sido por Miriam y por mis tíos no sé donde estaría ella ahora. Y luego está el tema que me preguntaste en el AVE...Roi...a Roi también lo deje de lado por la obsesión de ser alguien en este mundo, de nuevo priorice cumplir mi meta a mantener relaciones de amistad o vínculos casi fraternales. Ya lo ves...todo el odio que recibo es merecido, he apartado a gente que me quiere solo por conseguir ser algo en esta industria y ya ves para que me ha servido...en parte es lo que merezco, una persona tan horrenda como yo no merece otra cosa que no sea fracasar en este mundo. La única que no se ha apartado es Miriam...y no será porque no le haya dado motivos...pero ella confía que ese Luis que existía antes de empezar a obsesionarse con la Música existe, pero yo sé que no...yo sé que soy un caso perdido...y muchas veces pienso que lo mejor que podría hacer es desaparecer de su vida. Como hice de la de Roi...o de la de mi madre...la verdad es que en todas las vidas que me encuentro las destruyo...así que si quieres un consejo Aitana aléjate de mí...aléjate antes de que te haga daño a ti también.

Llora sin parar...tiene sus manos cubriendo su rostro. Yo estoy con la boca abierta...con mi mano pegada a su espalda...No estaba preparada para esta confesión...me acaba de abrir su corazón por primera vez...por primera vez acabo de descubrir al Luis autentico. No quiero alejarme de él y menos después de lo que acabo de ver.

-Eh...mírame...-levanta la cabeza y me mira a los ojos...los tiene rojos y las lagrimas caen por su rostro.

-Oye...si tenias alguna pequeña duda de que ese Luis del que hablas que se relacionaba con todos, que era feliz cantando...si tenias alguna duda de que ese Luis seguía existiendo...ya te la puedes quitar de la cabeza porque lo tengo aquí delante...hoy eres tu sin coraza...y que sepas que al Luis que me acaba de hablar no lo voy a dejar solo...y que me tienes aquí para lo que necesites vale...pero esta manera de abrirte esta noche no tiene que quedarse aquí...empieza a actuar como actúas conmigo con todo el mundo...y de verdad gracias por confiar en mí para contármelo es que jolín...no sé qué decir...-digo vergonzosa...la verdad no entiendo que tengo yo para que haya decidido abrirse conmigo. Pero he de admitir que me encanta que lo haya hecho.

-Soy yo el que te debo dar gracias...porque por lo que sea...haces que hablar contigo me resulte súper sencillo.

Nos miramos los 2 a los ojos...sin pestañear...veo en sus ojos el brillo de haber llorado pero a su vez de emoción y de felicidad. Creo que se ha quitado un gran peso de encima al contar todo esto...y la verdad me alegro mucho que me haya elegido a mi...la verdad es que a mí también me encantaba hablar con él...y me sentía súper cómoda...era una sensación imposible de explicar con palabras.

De pronto le doy un abrazo...como el día en que vino a disculparse a mi casa...siento esa necesidad...lo agarro fuerte con mis manos por la espalda y reposo mi cabeza en su pecho. Pero a diferencia de ese día en mi piso, hoy él si me corresponde al abrazo y aprisiona también mi espalda, apretándome más contra su pecho. Lo que más me sorprende es cuando deposita un beso en mi cabeza, pero lejos de molestarme o hacer que me separe sonrió...me ha gustado que me besara en la cabeza.

Estamos así unos segundos en los que me da algún otro beso en mi cabeza...hasta que la puerta de mi dormitorio se abre y cuando vemos a mi madre al momento nos separamos los 2 del abrazo súper nerviosos y rojos.

-Esto...será mejor que...-dice él.

-Si...sí que ya es...bueno eso...

-Bue...buenas noches Aitana.

-Bue...buenas noches Luis.

Luis se va...y después de decirle buenas noches a mi madre que se mantiene seria en la puerta cierra. Dejándonos a las 2 solas en mi habitación.

-¿Se puede saber que acaba de pasar Aitana? – dice Belén.