Capítulo 41

641 29 0
                                    


AITANA

-En resumen, me estáis diciendo que tu ex es el que controla una industria de droga en Barcelona, que tu Ester eras parte de esa organización y que ahora te persiguen los de tu propia organización porque te tendieron una trampa y también unos chinos porque creen que fuiste tu quien mato a su jefe...

-Exacto – decimos las 2 al mismo tiempo.

-La madre que me pario...

Luis se levanta rascándose la nuca y suspirando, había escuchado toda la historia con detenimiento, lo conocía estaba preocupado y no era para menos la situación no era para hacer bromas.

-Quizás será mejor que os deje solos...

-Ester...vamos a pensar en cómo ayudarte no te dejare sola...aprovecha para descansar un poco y si pasa cualquier cosa me llamas...-le digo cogiéndola por el brazo.

-Gracias Aiti...

Miro de reojo como cierra la puerta y giro la cabeza hacia donde esta él, sigue de espaldas mirando por la ventana es evidente que no se esperaba todo eso, en cierta manera aun viviéndolo ni yo misma me creo aun lo que esta pasando. Sabia que Mario era malo, me trataba fatal, pero no sabía más allá de nuestra relación todo lo que había detrás y ahora que poco a poco iba tirando del hilo me horrorizaba haber, si quiera, estado en contacto con ese monstruo.

-Oye gracias por recibirnos tan tarde, ya te dije que eras la única persona a la que podía contar algo tan bestia...-acaricio su espalda con suavidad.

-No me costaba nada...ya había acostado a Gala, además ya te dije que todo lo que te pase a ti es de mi incumbencia... -sonríe acariciándome la mejilla. Después de tanto tiempo y su tacto conseguía erizarme la piel como si del primer día se tratase.

-Pensé que estarías mas afectado por lo de Madrid...

- ¿Que paso en Madrid Aiti?

-Lo del disco...que no funcionara y eso...-digo casi susurrando, no se hasta que punto es un tema que quiere tocar.

-En Madrid no perdí nada, porque en cuanto me subí a ese tren que me alejo de ti, ya lo había perdido todo.

-¿Cuando te has vuelto así de cursi?

-Cuando te conocí.

Nuestros ojos parecían en trance, mirándonos fijamente, sin pestañear, como si todo a nuestro alrededor se hubiera parado. Mi mano acaricia su mejilla derecha, la suya hace lo mismo. Mientras nuestros rostros se acercan lentamente, a la misma velocidad, con la misma intencionalidad. Pero en el ultimo momento soy yo la que toma una dirección distinta apoyando mi frente en la suya, cortándole el camino que Luis buscaba.

-Tienes que ayudarme a acabar con mi ex...

-Aitana...no somos justicieros, por Dios de milagro Ester está viva...dejémoslo estar y las aguas se calmarán...no hace falta hacer nada...solo vivir.

-Pero entonces jamás podremos volver a casa...

- Ya estas en casa Aiti...y lo sabes.

Esa ultima frase hace que separe mi frente de él y vuelva a la posición inicial, a esa posición en la que nuestras miradas se cruzan, a esa posición en que nuestras respiraciones se juntan, a esa posición en la que hablamos sin usar las palabras y esta vez con una misma inclinación de nuestras cabezas, nuestros labios vuelven a juntarse después de mucho tiempo.

Al principio, son unos besos lentos, unos besos en los que nuestros labios intentan recordar cada rincón olvidado, en donde queremos disfrutar de cada sensación que el choque de estos nos produce a ambos. A medida que avanzan, se van volviendo mas salvajes, mas apasionados, dejando entrever la desesperación que ambos hemos sufrido por haber tardado 1 año en unirlos de nuevo.

Una lluvia en mi bolsilloWhere stories live. Discover now