Capítulo 21

2.1K 66 3
                                    


CEPEDA

Grito ensordecedor del público. Abrazos con la orquestra y con Amaia. Otro concierto más y a la vez otro concierto menos. Quedan muy pocos para que esto termine y si al principio no quería empezar, ahora no quería terminar. Me reúno con Roi, Ana y Miriam en las afueras del recinto, en una zona habilitada para los artistas. Más tarde nos acompaña Amaia, parece que estamos todos...pero me sigue faltando la más importante. Llevo 2 semanas sin verla ni tener ningún tipo de contacto con ella, solo Miriam pudo hablar con ella por unas cosas del piso y dijo que tampoco pudo hablar mucho ya que le estaban metiendo prisa para colgar.

-Has estado increíble amigo-dice Roi poniéndome una mano en la espalda, mientras las chicas se van al baño.

-Gracias-digo con una sonrisa un tanto forzada. En estas 2 semanas no he vuelto a oscurecerme, pero sí que he estado triste, sin muchas ganas de hacer nada...he compuesto pero todas las letras me salían vacías...era como si me lo hubieran dado todo...si por un momento pude haber pensado que todo a mi alrededor era perfecto y en un momento me hubieran quitado esa pieza que sostenía esa vida de ensueño.

-Llevo varios días intentando hablar contigo...me vas a decir ya que te pasa.

-No...no me pasa nada Roi.

-Cep...desde que se fue Aitana estas como un alma en pena...toda la felicidad que habías recuperado se ha desvanecido...y quiero entender el porqué y ayudarte.

Miro a mi alrededor vigilando que no vengan las chicas...no quiero tampoco que esto se sepa por todos lados, yo solo se lo he contado a mi hermana...pero tampoco le he contado lo que le voy a contar a Roi. Empiezo contando mis sentimientos, lo que siento por Aitana confesándole a mi amigo todo, todo lo que esa niña ha supuesto para mi, también le cuento el episodio del beso...y la conversación que tuvimos antes que ella se fuera a Barcelona.

-Sabía yo que te pasaba algo con la pequeñaja...-se ríe Roi

-Quizás demasiado pequeña...me comí mucho la cabeza pensando que la diferencia de edad era demasiada...pero como un tonto me deje llevar por mis instintos y cómo ves lo único que he logrado es que huya de mi, asustada.

-¿No te conto porque se fue a Barcelona?

La cara de preocupación de Roi no me alivia demasiado, y tras mucho insistir mi compañero decide contármelo pese a haberle prometido a Aitana que no lo haría.


Al día siguiente...


AITANA

Abro los ojos en mi habitación. No tengo ganas de levantarme...desde que llegue a Barcelona paso noches horribles...sin poder dormir...solo concilio el sueño gracias a alguna pastilla que me tomo para descansar...

Como cada mañana lo primero que hago es jugar con la pulsera de mi muñeca...estas 2 semanas me han servido para entender cuanto necesito al dueño de esa pulsera...y a la vez me han servido para entender lo imposible que es que jamás podamos tener algo. Luis tiene una vida totalmente opuesta a la mía...está empezando a ser famoso, está empezando a ser feliz yo por el contrario estoy bloqueada en los estudios...con una familia que no me da el apoyo que necesito...con la sombra alargada de Mario aun presente y con....con la ultima desgracia que me ha hecho venirme este mes a Barcelona...Me sentía bien cuando estaba con Luis...pero lo quería demasiado para arrastrarlo a mi asquerosa vida...

Había escondido los motivos de mi vuelta a Barcelona a todos menos a Roi...él sin querer me pillo hablando con mis padres y tuve que contarle la verdad. La verdad es que Marta había tenido un accidente...estaba en coma. Una noche salió de fiesta con las amigas...hacia poco que se había sacado el carnet y tuvieron un accidente mientras volvían de fiesta. Las otras chicas estaban bien pero ella no...estaba grave aunque los médicos creían que despertaría pero no nos podían asegurar cuando ni en qué estado, aunque todos manteníamos la esperanza de que no tuviera secuelas.

Y así eran mis días en la ciudad...sin dormir...nerviosa...triste...echando de menos a Luis...y preocupadísima por mi amiga...

CEPEDA

-No entiendo como no me dijo nada...joder...debe de estar hecha polvo y yo encima metiéndole más mierdas en la cabeza....qué asco...

-Cepeda tranquilo tío...no lo sabías no puedes culparte a ti mismo.

Sabía que no podía culparme...pero eso no evitaba que lo hiciera. Me acordaba de esa conversación antes de irse...casi presionándola exponiéndole mis sentimientos, cuando ella tenía a su amiga al borde de la muerte. Me sentía una absoluta mierda.

-La echo mucho de menos Roi...y sé que ella estará mal porque la conozco y estas cosas a ella la pueden mucho y precisamente en Barcelona no se siente cómoda ni segura...por cosas que hablamos...en esa ciudad se siente insegura y no me gusta nada no saber nada de ella.

-Podrías hacer una cosa...

Me quedo mirando a mi amigo y lo escucho atentamente.

AITANA

-Ojala te despertases...eres mi amiga desde que éramos unas enanas...siempre has estado a mi lado...y ahora no puedes abandonarme...no sabría que hacer sin ti...-le acaricio la cabeza mientras en mis ojos empiezan a caer lagrimas- Seguro que tu sabrías que aconsejarme ahora...sabrías que decirme y sabrías enseñarme el camino que tengo que tomar en mi vida...Tu me ayudaste a hacer frente a mi situación con Mario...tu me ayudaste a tomar la decisión de ir a Ourense...siempre me has apoyado y siempre me has dado ese último impulso que a veces necesito para dejar de lado mi inseguridad. Gracias a ti he conocido a una de las personas más especiales de mi vida...y gracias a estar aquí ahora me doy cuenta de lo mucho que lo echo de menos...y de lo que significa para mi...tienes que despertarte porque no podría soportar la sensación de que no lo hubieras conocido...además te encantan sus canciones y necesito que alguien me acompañe a los conciertos que ya sabes que ir sola es un rollo-una sonrisa bañada en lagrimas me crece en el rostro y me abrazo a mi amiga dormida.

-Necesito que te despiertes Marta...-susurro en su oreja.

COSME

-Cariño me ha dicho Aitana que ya la puedo ir a buscar al hospital, quieres que traigamos algo de cenar o ya tienes algo preparado.

-Hombre, os podríais traer pizzas porque la verdad ahora tengo 0 ganas de cocinar.

-¿Perfecto, las cogemos donde siempre no?

-Exacto-mi esposa me da un beso y me dispongo a salir de casa, cuando abro la puerta me encuentro a un chico alto, con el pelo un poco rizado, barba y bastante imponente, me resulta muy familiar.

-Hola-digo secamente.

-¿Hola esta Aitana?

Una lluvia en mi bolsilloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora