29. Casa.

674 47 3
                                    

-Ahora que todos estamos contentos, cantadnos—conocía desde hace poco a Nerea pero el brillo de sus ojos cuando algo le hace ilusión es algo que ha mostrado que esta niña es un cielo.

-Venga, vale, vamos antes de que me arrepienta—emitió un grito algo agudo y yo reí ante su reacción.

Entramos en la sala y nos sentamos Aitana y yo al piano, los demás se repartieron alrededor de él.

Nos miramos mientras acariciábamos las teclas que tanto hemos tocado, chasing pavements sonaba acompañada del piano a cuatro manos.

Acabamos y nos abrazamos tan fuerte como pudimos, lo cortamos con una pequeña carcajada. Nos giramos para mirar al resto que nos miraban con una sonrisa en la cara que nos podía transmitir ternura.

-Sois adorables, es más si no fueses gay o bi diría que sois novios, pero no, you are mine, baby—movió su dedo recalcando el no y después lo encongió repetidamente para indicar que fuese donde estaba él.

-Eres idiota, eh—fui con él y le di un pequeño puñetazo en el hombro y después un beso, bueno intento de beso porque mis labios chocaron con sus dientes.

Repetimos la acción ahora sí, uniendo nuestros labios.

Estuvimos otro rato al piano y en ocasiones nos acompañaban Agoney y Nerea haciendo la segunda voz.

Estaba Nerea cantando y aproveché para coger el móvil sin dejar de prestar atención a su voz.

Entré en el WhatsApp para contestar y revisar que no tenía mensaje, pero si que tenía.

De Miriam.

Al final no puedo ir,pero quedaremos que os echo de menos lo más grande, eh

Claro!! Tengo muchas ganas de verte

Revisé de nuevos los chats y entré en el de Belén al ver una notificación.

Te quiero, Raoulín, en nada nos vemos!!

Te quiero ver ya!

Salí del chat y me centré en la voz de Nerea que estaba cantando una canción que desconocía pero ahora en su voz sería mi favorita.

Estuvimos así hasta por la noche cantando temas antiguos, recientes, conocidos por todos o solo por algunos.

Llamaron a Aitana, salió a cogerlo. Cuando volvió nos dijo que se tenía que ir a casa y se llevó con ella a Nerea.

Las acompañamos todos a la puerta y volvimos a la habitación dejando a Sam y Álvaro en el salón.

-Ven—me tumbé en la cama e indiqué a Ago que se tumbase conmigo.

-Has pensado lo de venirte?

-No, pero te prometo que lo valoraré—dejó un beso en mi mejilla—y tú has pensado en decirme fecha para comprar tu single?—se escapó una carcajada por su parte.

-Sale el día de mi cumpleaños y no estarás conmigo, petardo—dejó un pequeño puñetazo y una sonrisa burlona.

-Eres tonto, sabes que sí estaré aunque no a tu lado físicamente.

-Eres un poco moñas, rubiales—removió mi pelo—pero piénsatelo, por favor, le haría mucha ilusión y seguro que a Glenda también.

Nuestro Mayor Sueño - Ragoney.Where stories live. Discover now