30. Volar.

585 53 0
                                    

48 horas. Llevo 48 horas exactas intentando hablar con Agoney sin obtener respuesta alguna.

No me contesta por WhatsApp, no me coge las llamadas, lleva un día sin meterse a Instagram.

Y a eso le sumas que estoy hasta las trancas y preocupado pues me tienes en el coche camino a su casa.

En el camino no he parado de llamarle pero no me lo coge o me lo cuelga.

Le he dejado varios mensajes de voz en el contestador.

He intentado ignorar los pensamientos negativos sobre que le pase algo y centrarme en que estará ocupado preparando todo para el lanzamiento de su single, de verdad que lo he intentado pero habría avisado, no sé, yo estoy hecho un lío.

Aparqué lo más cerca de su piso que pude y cogí el móvil para ver si al fin lo cogía.

Llamé y me descolgó.

Ago, estás bien?
Llevo dos días llamándote y escribiéndote y no dabas señales de vida, estoy en la puerta de tu casa, me abres?
Agoney?
Amor?

Agoney no está en casa, no en Barcelona, soy su hermana, Glenda.

Dónde está Ago?

Estamos en Tenerife.

Se la veía nerviosa y su voz temblaba.

Y tú estás bien?

Dejó un margen de unos segundos como dudándolo, esto me pinta muy mal y no tengo ni idea de que está pasando.

Sí, estoy bien.

Segura?

Tengo que colgar, adiós.

Y colgó.

Dejando prendado sin ningún hilo del que tirar, no sé ni en qué parte vive, prácticamente nada de su pasado para hacerme una ligera idea de lo que estará pasando.

No tengo nada.

Regresé a casa con una mezcla de sentimientos: rabia, dolor e impotencia. Subí directamente a mi habitación donde me desplomé sobre la cama, puse el aleatorio de Dani Martín e intenté dormir.

Cuando me desperté el móvil estaba tirado en el suelo y la manta de cualquier manera, ya no sonaba Dani Martín así que supuse que se habría apagado el móvil.

Y efectivamente, había muerto pero tampoco tenía prisa de encenderlo porque aunque durante mi prematura adolescencia me decían "Estás enganchado al móvil" ahora es cuando más cuenta me doy que no es al móvil, es a quien te habla por él.

Y Agoney estaba misteriosamente desaparecido.

Y así pasaron otras 24 horas, con el móvil apagado intentando pensar en positivo.

-Raoul, estás escuchando?—negué—estás bien?—volví a negar y se acercó a mí.

-Agoney está desaparecido en combate, no me ha escrito ni llamado, yo liado y él en Tenerife.

-Seguro que está bien, quiere desconectar y disfrutar de su tierra—acarició mi pelo.

-Ojalá, pero no sé—me abracé a él. Pasó un rato hasta que nos separamos y nos pusimos a ver una película que daban en la televisión.

Nuestro Mayor Sueño - Ragoney.Where stories live. Discover now