-I can't show you-

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🍂🐈

Mingyu me ha acogido, como nadie. Pero no puedo mostrarle mi mayor secreto. Quizás ya lo sabe, pero no puedo dárselo yo. 

Estaba saliendo de clases. en toda esta semana, no he hablado con ellos. Mingyu es el que ha tenido más insistencia en hablar conmigo. Es el que más me ha buscado por los pasillos, y el que más se ha preocupado por mi. Quizás estoy siendo muy duro con él. Pero no puedo evitar serlo. No quiero que me vea, no quiero que me vea como realmente soy. Es algo que oculto con mi vida, y no me gusta que lo vean. Menos él. Le he tomado un poco de cariño. 

Saliendo de clases, mochila al hombro, audífonos sobre mis oídos. Tratando de relajarme, evadiendo todo y todos. Mi rostro esta vez estaba alzado, por alguna razón, pero cuando veía a alguien pasar a mi lado, inmediatamente mi rostro iba a el suelo, sin dejar que nadie me viera. 

Llegué en un momento a la escuela, suspiré, entrando, estaba cansado. Hoy tengo un examen, para el cual estudié, pero no tanto porque me iba bien en los ejercicios y demás. Pero no me sentía seguro. De todas formas todo me salió bien cuando estudié. 

Caminé por los pasillos, sacando mis audífonos, y moviendo un poco mi cabello, sentía que estaba descubierto. 

Me senté, mientras miraba a mías alrededores, el salón estaba un poco vacío. No entiendo nada, ni menos el porque la ausencia de varios de mis compañeros. Me senté con cierta indiferencia. Saqué mis libros y lápices. Pero una mano en mi hombro me llamó la atención. Una sonrisa que conozco fue la que me llamó la atención. Me hizo sonreír también pero la diferencia era que no se la quería mostrar. 

—Hola...—Se sentó en un pupitre cercano, para luego verme curioso.—¿Por qué no te acercas a nosotros? Te hemos extrañado.—Yo sonreí de lado, mientras que abría el libro como si buscara algo. Claramente no era así. 

—B-Bueno, he estado ocupado con los exámenes.—Murmuré, tratando de evadir su sonrisa sincera, junto a sus ojos achicados por esto mismo.

—Mentira. Hoy cancelaron el examen, porque el profe está enfermo. Por eso no hay nadie. Avisaron ayer.—Sonrió, mientras que yo bajaba mi mirada suspirando. Era muy bueno conmigo, y la verdad no quería que su buena voluntad desapareciera, pero era eso o que descubriera mi "secreto".—Vamos, ¿Hice algo mal?—Negué, mientras que él, para variar buscaba mi mirada, haciendo que lo evitara completamente. Regla de oro para mi: No levantar la mirada si no es estrictamente necesario.

—B-Bueno he estado muy ocupado. Lo siento. He ido al psicólogo, y la verdad, me tiene agobiado.—Dije mientras tomaba un lápiz y jugaba un poco con él por los nervios que me producía...

Nervios...

De ser descubierto claramente.

—¿El psicólogo?—Asentí, se levantó, y me dio una palmada en el hombro, para luego volver a su lugar. 

No lo volví a ver, sólo conversaba con algunos compañeros que conozco pero que no me relaciono con ellos. Se reía, y conversaba, mientras yo veía el móvil por lo aburrido y solo que estoy.

Hasta que una voz conocida me llamó la atención. 

—Oh, ya vemos a quien tenemos aquí.—Golpeó mi mesa, haciendo un ruido fuerte, y que los demás se voltearan hacia nosotros. Me di una pequeña vuelta para no mirarlo. Yong estaba frente a mi, Mingyu se levantó de su pupitre, y fue en dirección mía. Me levanté de mi lugar, y me fui con Mingyu. No quería estar solo, pero sobre todo, no quería unos golpes. 

—¿A caso no puedo vivir tranquilo?—Dije con la mirada baja, pero lo suficiente fuerte como para que él me mirara.

—Podría dejarte, pero me gusta jugar contigo. Además, tengo que cobrar los golpes que me diste.—Yong se acercó, rodeando los pupitres. 

—No.—Mingyu se acercó, mientras que yo me quedaba quieto.

—¿Quieres recibirlos tú en vez del ojitos?—Mingyu me dio una mirada rápida.

—¿Ojitos?—Mingyu preguntó, pero su despiste, hizo que recibiera un golpe en su cara. Sí, un puñetazo de su parte. 

La pelea comenzó, yo estaba colapsado, no sabía como reaccionar. Pero cuando vi como Yong estaba sobre Mingyu, pegándole mientras que trataba de defenderse. Hizo que reaccionara. Le di una patada a el chico que estaba sobre el otro cuerpo, eso hizo que saliera de ahí, me mirara y quedara en esa decisión de pegarme o no.

—Levántate.—Le dije a Mingyu mientras le ofrecía mi mano. Él me hizo caso, y luego lo miró limpiando su labio roto.—Y tú lárgate. No estás en esta clase.—Grité, mientras que todos nos miraban sin moverse, sin actuar, sólo murmurando mierda que no ayuda en nada. 

Yong se fue, se despidió irónicamente con una mano, y salió. Sabía perfectamente que esta no era su clase. 

—¿Estás bien?—Le pregunté a Mingyu, acercándome un poco a él. El sonrió, pasó un dedo por su labio, que sangraba, pero asintió.

—Claro.—Se sentó en uno de los pupitres, me agaché, tratando de ver su rostro. Mientras que él sonreía un poco.—¿Ojitos?—Se me fue el aire, y casi me atraganto con mi propia saliva. 

—B-Bueno, no es nada.—Pasé mi mano por mi cabello, cubriendo un poco mi ojo. Ese mechón no era largo, ni tampoco mi cabello en si, por lo que era difícil cubrirlo. Pero no me molestaba.—Sólo olvídalo.—Me levanté, y quería volver a mi pupitre, pero él tomó mi mano. 

—Cuéntame.—Sonrió, mientras que yo suspiraba, intentando decidir entre contarlo o no.

—No...—Murmuré.—No es que no te tenga confianza, pero es algo que me molesta de mi mismo.—Susurré, mientras que él asentía. 

—Está bien, confiaré en ti. Ojitos.—Sonrió para luego levantarse aturdido, volver a su pupitre y seguir conversando como si nada.

Luego de eso, la clase estaba vacía, no teníamos clases, y nadie nos suplantaba ese espacio. Por lo que me dediqué a ver a Mingyu conversar, reír, sonreír, mientras achicaba sus ojos, miraba los rostro de mis compañeros, mientras intercambiaba sonrisas y palabras. 

Estaba solo, pero de cierta forma. 

Por más que estuviera hablando con ellos, sentía como si esas palabras y sonrisas, eran casi para mi. Como si estuviera hablando conmigo. 

Y no estuviera solo como ahora lo estoy. 

Me odio...

-Eyes-Where stories live. Discover now