-Shut up, and stay with me-

1K 124 6
                                    

🍂🐈

He vuelto a clases, y dos semanas pasaron. Estaba bien, completamente relajado. Los exámenes estaban terminando, significa que los aires y que las materias no se volverían tan pesadas desde ahora. Es aliviador la forma en la cual se saca un peso de encima de los hombros. Tener una especie de presión o peso en los hombros es completamente molesto. 

Y era momento de dejar ese peso atrás para llevarlo a la completa diversión. ¿No es así?

Hoy Mingyu me pidió salir, pues estaba libre. Acepté, pero hoy estaba más preocupado, más inquieto de lo normal.

Y me asusta.

Hoy no he visto a Yong en ninguna parte cosa que me aterra bastante. Todos los días lo veo por lo menos de lejos. Y que no se presente así de un día a otro me perturba y me atormenta. No puedo dejar que Mingyu salga herido. Yo sí, pero él no. 

El día pasó lento, pero cuando tenía mis cosas ordenadas, completamente dispuesto a salir de la escuela, una mano me tiró. Como sabía quien era no me alarmé. Mingyu estaba ahí, tomando mi muñeca, llevándome al baño. Casi a rastras.

—¿Qué te pasa?—Le pregunté, mientras Mingyu cerraba el baño, o más bien nos encerraba a ambos en un cubículo. Se acorraló contra mi dentro de el reducido espacio de el baño en el cual nos encontrábamos. Me paré encima de el retrete, tratando de ver si había alguien. Y cuando volví abajo, lo miré confundido.—¿¡Qué te pasa y por qué estamos acá!?—Le grité, hasta que su mano pasó por mi boca, tapando y haciendo que me callara.

—Es Yong. Está harto de ambos, no sé lo que quiere.—Me quedé boquiabierto, sintiendo el aire volver a chocar con mi boca, sacando su mano de mi boca.—O más bien, me quiere a mi. Lo sé porque Vernon me lo dijo. Los escuchó en el receso.—Suspiró, mientras se erguía. 

—Sabes que no podemos, no debemos y no quiero.—

—¿No quieres qué? El que va a salir herido soy yo.—Dijo confundido.

—Por eso, a eso me refiero. No quiero que ninguno de los dos salga herido. ¿Me entiendes?—Suspiré, para luego tratar de moverlo para salir del baño. Pero un voz conocida y tormentosa esta presente en el repugnante baño.—Mierda...—Susurré, mientras que ambos nos tapábamos la boca para poder callarnos y no hacer ruido.

—Será mejor dejarlo ir. Se nota que ya nos tiene miedo.—Una voz desconocida fue la que habló, haciendo que nos miráramos entre si. Subiéndome a el retrete para que no pudiera ver por debajo de la puerta.

—No quiero, necesita saber quien manda acá.—Miraba hacia abajo. Mi cabeza estaba haciendo pasar imágenes que no han pasado pero que me dan miedo. Mingyu en la misma posición que yo, en el suelo siendo pateado. Imágenes que me atormentan y que no me agradan en lo más mínimo.—Maldito hijo de perra. No sabe lo que enfrenta.—Golpeó algo, desconocemos que es. Sólo sabemos que es algo metálico por el ruido que hizo.—Wonwoo es lo que me importa, pero si tengo que meterme con ese chico no lo dudaré.—Suspiros juntos fueron lo último luego de esa frase que casi hizo que me desmayara.

—¿Todavía te gusta?—Un golpe, o más un arremetimiento, contra algo y alguien fue lo que se escuchó.

—Por supuesto que sí. ¡Si no no estaría haciendo esto! Piensa cabeza hueca.—Algo sonó, para luego escucharse un portazo. 

Salimos, más aliviados. Ese lugar me estaba dando un asco impresionante. Mingyu y yo en un puto cubículo no era cómodo y menos normal. Me siento completamente asqueroso. 

—¿Hablaba en serio?—Me encogí de hombros.—Hagas lo que hagas, no vayas con él.—Sonreí de lado, para ir a los lavamanos. 

—¿Para quedarme contigo?—Reí mientras él se quedaba callado con el rostro un poco rojo.

—No, porque es peligroso. Sabes que quiero cuidarte.—Reí un poco por su reacción tan apresurada.

—Sabes que bromeo.—Sonreí, abriendo la llave de los lavamanos, tomando un poco de agua de este mismo.—Vámonos de aquí. Tenemos que volver a casa.—Sonreí, para luego tomar la muñeca de el chico que todavía tenía el rostro rojo. 

Caminamos, hasta que llegamos hasta el patio, bajo unos pocos árboles, y unas bancas que la verdad, siempre están ocupadas, pero que esta vez no lo estaban. Nos sentamos en una de esas, para luego suspirar. Estaba agotado, de todo.

—¿Qué hacemos? Si me niego a todo, te lastiman a ti. Y si voy con él de seguro ni siquiera podríamos hablar ni un poco.—Estaba confundido, no teníamos salida viable para que ambos ganemos. Yo sin golpes, él siendo amigo mío, y sin estar con el repugnante Yong.

—No lo sé. Pero haré lo que sea para cuidarte.—Agachó su cabeza, dejando caer unos cuantos cabellos. Estaba de seguro ocultando su rostro avergonzado.—Sabes que no quiero que la pases mal. Así que haré lo imposible para que no sea así.—Sonrió, mientras yo sonreía con él. Por primera vez me siento confiado a poder hablar tan abiertamente. Esta es la famosa confianza de la que tanto me hablan, es genial.

—Gracias. Pero tampoco quiero que salgas herido. No quiero que termines igual que yo. Así que será mejor que nos rindamos, y que bueno, yo vaya con Yong. Podemos llegar a un tipo de acuerdo con él.—Levantó su rostro de inmediato, mientras yo quedé preocupado.—¿Qué? Es lo único que podemos hacer. Yo puedo...—Miré el cielo, el cual estaba despejado. 

—Claro que no. Mira, no puedes dejarte por él. No, no y no.—Negó muchas veces, más de las que decía constantemente resignado a mi idea al parecer absurda.—Sólo déjame pensar.—Puso su cabeza entre medio de sus manos.

—Mira. Por mi, mientras estés junto a mi apoyándome es suficiente. Puedo hacer ese sacrificio.—Reí un poco por la palabra exagerada.

—¡Claro que no! No pasarás por lo mismo otra vez. No entiendo como fue en el pasado, pero de seguro fue algo horrible. Así que cállate para que podamos pensar en algo viable para ambos. Cállate y quédate conmigo. ¿¡Me entiendes!?—Asentí, mientras me ponía a pensar.

—Lo siento.—

—No te disculpes...—Me abrazó, mientras yo no hacía nada, sólo dejándome abrazar por sus brazos cálidos. 

—Tenemos que ir a casa. Nos vemos mañana Mingyu.—Me levanté un poco confundido. No podía pensar mientras me abrazaba.

No podía pensar en nada. Mi cabeza estaba bloqueada. No procesaba el hecho de que Yong sigue queriéndome. No puedo creer que prácticamente Mingyu hace todo por mi. ¡Odio a todo y a todos! Maldita sea. Que ganas de desaparecer todo. 

Mingyu por una parte, me quiere cuidar, y ofrecer apoyo. Lo aprecio demasiado. No puedo dejar tampoco que salga herido...

Pero Yong quiere prácticamente ser mi novio otra vez. Y me niego, porque no quiero y porque bueno, es un hijo de puta. No gracias. 

¿Qué se supone que tenga que hacer?

-Eyes-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora