-Lonely...-

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🍂🐈

Es mejor alejarse de todo y de todos. 

Aislarse. En algún momento, o circunstancia hay que hacerlo, por voluntad propia o por el hecho de que todos te abandonan. En mi caso es un poco de las dos.

Todos me dejan de lado, y no los culpo, soy un desgraciado que la verdad no hace más que preocuparse de si mismo y de mis heridas. Sin tomar en cuenta las heridas de los demás, sin ninguna importancia que la verdad yo debería tomar en consciencia y consideración. 

Pero como soy imbécil, claramente no hago caso. Por lo que, lo más probable es que me quede solo el resto de mi existencia. Sin nadie que me abrace, o que me hable, sólo la pared solitaria y blanca. En un rincón, mientras los demás forman su vida. 

Así que sí.

Prefiero estar aislado y solo a que seguir lastimando a la gente. 

En este caso, eso aplica en estar tirado en mi cama, con las heridas un poco más sanadas pero dolorosas. Miradas de mi madre apenadas por mis dolores. Sin saber que el dolor físico, no se compara con el dolor que que tengo por dentro, faltante de Mingyu. 

Faltante de su rostro, sus dientecitos, los colmillos que sobresalen cuando sonríe por cualquier estupidez. Lo extraño, no lo demuestro, pero para mi, es alguien importante. Que tomó cierta parte de las riendas en mi vida. Casi completamente fundamental. 

Quitando lo malo de mi día a día de la escuela, él lo levanta, dejando un día feliz, con arcoíris que hay encima de nosotros, en los recreos, cuando le doy parte de mi comida, o compartimos las respuestas de matemáticas. ¿Por qué lo extraño tanto?

Desearía que estuviera acá, en silencio, pero conmigo.

Pero con suerte me puedo parar para ir al baño, y él está enojado conmigo. 

Me quedé dormido luego de tanto pensamiento. 



🌾


Un leve movimiento, y una caricia fue lo que sentí al despertar.

—¿M-Mingyu?—Abrí mis ojos, un poco aturdido. 

—Hijo...—Suspiré, mientras ella acariciaba mi mano.—¿Qué pasa? ¿Y quién es Mingyu?—Negué. Tratando de moverme, evadiendo las preguntas.

—Quiero que esté acá. Pero él no lo quiere, así que mejor me quedo callado. Sólo déjame. ¿Si?—Asintió, dejando un pequeño beso en mi mano, mientras que me tapaba el ojo. Que por cierto estaba un poco morado.

Cuando tapé, mi ojo, una lágrima salió de el otro lado de mi cara. Por mi ojo "normal". Para luego yo proceder a ser un mar de lágrimas, que la verdad me incomodaban, me demostraban con pruebas claras y concretas que mi dolor estaba ahí. Cosa que no me gusta sentir, la falta de ese chico alto a mi lado. Lo quiero a mi lado. 

Aunque él ya no confíe en mi. 

¿Es mucho pedir?

—¿Wonwoo?—Llegó mi padre, entrando, mientras se acercaba a la cama, mi propia cama, en la cual me encontraba reposando casi toda la semana.—¿Cómo estás?—Se sentó en mi silla de escritorio atrayéndola a la cama en la cual me encontraba reposando.

—Súper bien, mira que tengo miles de heridas. Claramente estoy súper bien.—Rodé mis ojos, mientras él me miraba con la pena clara en sus ojos de diferentes colores. Su izquierdo verde, y el derecho café. Al revés de mi.

-Eyes-Where stories live. Discover now