-Eyes-

-Time-

🍂🐈

Quizás cuanto tiempo habrá pasado desde que nos conocimos.

Unos tres o cuatro meses.

Pasaron volando, y desde la feria, no puedo parar de pensar en que nuestra amistad surgió de la nada, en bastante pero también poco tiempo. Las semanas a las cuales me integré a sus amigos, los cuales me han recibido muy bien.

Los quiero muchísimo.

Bueno, Mingyu, me ha ganado, lo quiero demasiado. Y aunque antes no me atrevía a decir nada, o a no mostrarle nada, pues hoy ha sido el día en el cual me atrevo a hacer algo. Le he preparado algo, un pequeño regalo, que es un block de dibujos con mensajes, y bueno, le voy a mostrar otra cosa más importante.

Todo en un sólo día, lo voy a hacer en un parque luego de clases. En un sitio bastante importante para mi. Es el lugar que antes frecuentaba con mi abuela, con mi abuela que ya no se encuentra en la familia. La extraño un montón, y los recuerdos que tengo de ella son los más preciosos dentro de mi cabeza llena de basura de memorias.

Como estaba tan ansioso, el día pasó lento, pero ya habíamos salido de clases. Mingyu se fue directo a mi cuando el timbre sonó. Todos se fueron disparados, sin importar nada, por lo que nosotros nos quedamos solos en el salón, vacío, con algunas mesas desordenadas. Guardé todo en mi mochila, cosa que el castaño ya había hecho antes.

—¿Te voy a dejar a casa?—Negué, viendo su cara confundida.—¿Qué pasa? Hoy estás más inquieto de lo normal.—Tomó mi mano cuando ya tenía mi mochila en mi hombro.

—Tengo que mostrarte algo hoy. Sabes a lo que me refiero.—Sonreí, para luego moverme entre las mesas con él a mi lado, de la mano. Me tiró de la mano, haciendo que parase cuando pasamos por la puerta de el salón.—¿Qué pasa?—Dije un poco mareado con la repentina parada.

—¿Estás seguro?—Su rostro preocupado me hizo reír. Pero terminé con una sonrisa que lo tranquilizó.

—Claro que sí, no lo haría si no fuera así.—Mantuve mi sonrisa, para luego pararme un poco de puntitas con las intenciones de besarlo. Así hice, chocando mis labios con los suyos. En sí no somos nada, pero nos besamos y nos respetamos como si fuéramos pareja. Un poco extraño, pero con la confianza de hacerlo. Confianza...

—Está bien, me prepararé.—Reí un poco para luego comenzar a caminar.

Caminamos un buen rato, pero pudimos llegar. Llegamos a una parte de el parque, donde había un pequeño cerro, con pasto, un árbol pequeño que antes no existía, y una banca en la punta, puesta completamente adrede. Era el lugar perfecto, el mismo lugar que compartía con mi abuela años atrás. Hace tiempo no venía acá.

-Esto es precioso.-Dijo contento, mientras el sol estaba bajando, de seguro el atardecer llegaría justo. No hacía frío, y todo era perfecto.-¿Por qué estamos acá?-Dejamos nuestras mochilas en el pasto, sin estorbar nuestros puestos. Se apegó un poco a mi, sentados en la banca, mientras tomaba mi mano derecha. Le hacía caricias y de vez en cuando me daba pequeños besos en la mejilla.

—Tengo cosas que mostrarte.—Abrí mi mochila, agachándome un poco.-Es bastante importante. Quiero que la leas completa, y que veas la fecha-Le entregué el block de dibujos, de este año. Era importantísimo.

—¿Qué?—Me miró, abriendo el block, mirando la primera hoja. Un árbol negro, con una luna sobre esta, era un dibujo un poco tétrico, negro, con ciertos detalles que hace que te den escalofríos. Pasaba las hojas, todas eran de dibujos completamente negros, oscuros e intimidantes. Las fechas de estos dibujos eran antes de que lo conociera, ese era el truco. Me hacía caso y en todas las hojas miraba las fechas.—Este es muy lindo...—Era un jardín, colorido, con flores, una banca y una persona sentada. Árboles, pajaritos, todo demasiado colorido.-Espera... Esto es de cuando empezamos a hablar...-Me miró, confundido, hasta que yo sonreí, relajando su rostro, entendiendo todo.