-I need space, please-

846 116 27
                                    

—Wonwoo...—Dijo Mingyu cuando me separé, viendo directamente sus ojos.—Gracias.—Sonreí, para luego sentir su mano pasar por mi rostro. Giró su rostro, viendo a Yong. Su cara de asco me decía mucho. Sonreí de lado, desafiante.

—¿Qué mierda hacen?—Estaba solo, pero de todas formas se acercó a nosotros.—Oh ya veo. Vamos bésense otra vez.—Dijo mientras apretaba sus puños. 

—Vete maldita sea. ¡Desaparece!—Mingyu se levantó, mirando hacia abajo, pues era mucho más alto que el pelinegro.—No te quiero volver a ver, y será mejor que no vuelvas a tocar a Wonwoo.—Me acerqué, al lado de Mingyu.

—Ya no me quedaré quieto. Hijo de puta.—Enojado, golpee su estómago. Sin remordimiento. De alguna forma, me siento satisfecho de haberle dado aunque sea un golpe, luego de casi tres años de golpes. Sé perfectamente que la venganza está mal, pero tenía que devolver aunque sea uno.—Mira, sé que antes éramos muy unidos, y todo. Pero la verdad fue hace dos años. Olvídame, en realidad eres insoportable. Busca alguien que si aguante todo de ti.—Sonreí un poco desafiante, mientras se reponía un poco de su golpe.

—Ya veo. Creo que te gustan los amigos que no dicen la verdad.—Se levantó, más relajado que antes.—Este pedazo de poste, salía con una chica hace menos de un día. ¿En verdad quieres estar con él?—Rió, mirándome de reojo.—Mejor los dejo solos.—Se despidió, mientras miraba a Mingyu. No lo podía creer, no cabía en mi cabeza. 

—¡Que mierda! ¿¡Cómo soy tan imbécil!? ¡Cometí el mismo error maldita sea!—Negaba, suplicándome con los ojos.

—Claro que no. Eso fue cuando te conocí. Antes de conocerte tenía una novia. La quería y todo, pero desde que fui tu amigo la dejé. Estaba de- —No lo dejé terminar, le grité. No podía creer lo que estaba pasando.

—¡Pura mierda! ¡Olvida todo! No volveré a hacer lo mismo en mi vida. Prefiero estar solo a que decirle mis putos sentimientos a alguien que en realidad ni siquiera le importa. Adiós.—Tenía el pecho pesado. Me sentía horrible, quería ir a casa. 

—Wonwoo. Por favor.—Tomó mi mano. Me di vuelta, mirándolo enojado. Estaba tan imponente que de seguro liberaría lágrimas.—No le creas. Y-Yo no puedo estar sin ti. Eres el motivo para que yo siga feliz. No te vayas...—Estaba despedazándose a si mismo. Me dolía verlo así, pero no. Traicionó lo que le di, mi confianza. 

—Primero busca la palabras en un diccionario, para que entiendas cuando te digo que la confianza para mi es importante. Nos vemos Mingyu.—Solté su mano, bajando mi mirada, poniéndome la capucha de la sudadera. Caminando con la cabeza agachada. 

Y cuando lo perdí de vista, supe que estaba destrozado. Una angustia arremetió todo de mi. Liberando todo con lágrimas, lágrimas que me dolían. Sentado en uno de los escalones de las escaleras, que en ese minuto estaban vacías, puesto que llevaban a las salas de computación. 

Me senté ahí, en posición fetal, llorando y sollozando. No podía creer que alguien tan lindo, tierno, considerado, preocupado, fuera a romperme el alma de esta forma. 

Un dolor que en mi pecho ardía, me dolía, y no sabía como restaurarlo. Quería sólo dejar de sentir pena, dejar de estar llorando. Me odio, me odio. Seguro es mi culpa. Es mi culpa que él hiciera cosas así, soy aburrido, inútil, innecesario, sobrante. Soy la última opción de todos. No tiene sentido seguir así. Seguir sufriendo por alguien. Prefiero seguir solo, sin nadie que me lastime. Lo mejor es dejar todo, dejar de intentarlo. No quiero confiar en nadie, porque nadie confía en mi, nadie sabe lo que es la sinceridad. Y hoy me quedó más que claro. 

Mi rostro estaba rojo, lleno de rastros de lágrimas. Me dolían los ojos, pero el dolor en mi pecho, y en mi corazón era más fuerte que el dolor en mis cascadas de ojos. 

Solo, en los escalones de las escaleras, llorando, sufriendo. 

Y unas risas que conozco resonaron. 

—Sí, eso le dije.—Dijo Vernon mientras subía las escaleras junto a Hoshi.—Si, pero...—Se quedaron callados, cuando me vieron.—¿Wonwoo? ¿Qué pasó?—Se acercaron, sentándose en mis lados. Vernon al izquierdo y Hoshi a mi derecho. 

—N-Nada. S-Sólo déjenme.—Tartamudeando, reteniendo como podía las lágrimas que se sentían acumuladas, en el nudo de mi garganta. Era como una angustia gigante que lo único que podía aliviarla eran las lágrimas.—N-Necesito...—Suspiré, mientras ellos me acariciaban la espalda.—Odio a Mingyu...—Dije claro, mientras limpiaba una pequeña lágrima de mi mejilla.

—Cuenta otro chiste. Son muy tiernos.—Hoshi animado sonrió, mirándome, dejándome con una mirada seria.—Fue Yong ¿Cierto?—Asentí. Para luego mirarlos a ambos por mi curiosidad de su conocimiento.

—¿Como sabías?—

—Es obvio. Es el único que te atormenta.—Se encogió de hombros, sonriendo, tratando de no mirarme. Sabían perfectamente lo que a mi me acomplejaba.—¿Que hizo ahora Mingyu?—Suspiré, mientras Vernon sobaba mi espalda. 

—Yong llegó, y dijo que él estaba saliendo con una chica. Ahora, actualmente hablando.—Sollocé tratando de calmarme. Ellos intercambiaron una mirada confundida, estallando en risas luego.—¿¡De qué se ríen!? Esto es serio.—Limpié mi rostro de las lágrimas que me estaban ahogando en desesperación y tristeza.

—Él rompió con su novia hace tiempo. Vamos, desde que te conoció.—Se encogieron de hombros, mientras que Vernon me decía esto. Me congelé. Era yo el que no había confiado en él...

Que mierda soy.

Las lágrimas volvieron a brotar en mis ojos, como fuentes, cascadas. Me dolía, pero más me dolía haber hecho lo que yo le pedí que no hiciera. No puedo, no puedo vivir sin él, y ahora me doy cuenta. Maldita sea, soy un puto asco.

—Vamos, sé que lo pueden arreglar.—Hoshi me abrazó, para luego ver como Vernon me miraba un poco triste. 

—Soy un asco, soy un asco. N-No puedo estar con él.—Sollozaba, mientras hipaba por la misma causa, el llanto desconsolado.—Me siento horrible. N-No me perdonaría.—Susurré. Cayendo en cuenta de que me dejaría. Mierda, piensa Wonwoo, eres inteligente, piensa.

—¿Qué diablos pasó entre ustedes?—Hoshi preguntó, mientras que yo sólo me quedaba callado. 

—Lo besé.—Dije muy bajito.—Y... Me gusta.—Dije ya más fuerte, pues Vernon me miraba como si no estuviera escuchando. Acercándose un poco.—Aunque ya no sé...—Hoshi me movió para acercarme un poco a él. 

—¡Lo besaste!—Dijo Hoshi un poco ya repuesto tratando de asimilar lo que pasaba.—Maldita sea.—Pensando me miró, un poco.

Nos quedamos callados, mientras sorbía mi nariz. Que asco de situación. Pero...

No me quedaré de brazos cruzados. 


-Eyes-Where stories live. Discover now