-Eyes-

-The call.-

🍂🐈

Eran más o menos las tres de la mañana cuando una llamada me despertó, con un poco de cansancio y pereza me moví para tomar lo que me había despertado. Cuando vi el nombre de Mingyu en la pantalla, supe que debía contestar lo más pronto posible. Y eso hice, contesté sin esperar ni un segundo más. Mi respiración se entrecortaba mientras que contestaba.

-¿Wonwoo? D-Dime que estás ahí...-Dijo entrecortadamente.

-¿Mingyu? ¿Estás bien?-Un sollozo me decía que no.-Mingyu... ¿Donde estás?-Estaba a punto de ponerme zapatos, mientras que él sollozaba y respiraba en el micrófono.

-Estoy fuera de mi casa... Digamos que hablar con mi mamá no fue la mejor opción.-Dijo casi riendo irónicamente, mientras sorbía su nariz.-Me dijo que tenía que esperar hasta que terminara de hablar con mi papá. Llevan como tres horas.-Dijo tratando de tranquilizarse.

-Tranquilo, tú papá de seguro la hace entrar en razón.-Afirmó mientras hipaba un poco.-Todo saldrá bien, relájate. ¿Si?-Un silencio se estaba instalando en la llamada, hasta que él tomó aire para poder contestar.

-M-Me estoy congelando...-Suspiraba, mientras respiraba entrecortadamente.-No sabes como me alivia escuchar tu voz...-Sonreí, mientras suspiraba un poco.-Quiero ir contigo... Oh mierda.-Cortó sin decir más, pero antes de que lo hiciera escuché una voz, más aguda y femenina, de seguro era su madre.

-¿Mingyu? ¡Mingyu!-Grité al teléfono. Lo tiré a la cama, y escuché unos pasos acercarse a mi habitación.-¡Joder! ¡Mingyu!-Me estaba desesperando, mi respiración estaba mal, no podía escuchar nada más que mi corazón latir, un pitido estaba en mis oídos. Traté de mantener la calma, y cuando lo logré, sólo me quedé estático mirando el teléfono esperando una llamada.

Mi mamá se acercó y se arrodilló para mirarme.

-Wonwoo, tranquilo...-Una mano en mi mejilla fue lo único que me hizo caer en realidad frente a ella, mirando su cara calmada y serena.

-Mamá, tengo que ir con él. Por favor.-La miré completamente suplicante, ella suspiró y miró a mi padre. Negaron al mismo tiempo.

-No, es tarde, te puede pasar algo.-La mirada de mis padres sobre la mía, me mató, estaba acorralado, y dejé a Mingyu solo...

Llamé a Mingyu, y no me contestó, así que me rendí, no podía ir así como así. Lo llamé cientos de veces más, pero nada. Todo fue en vano. Estaba completamente desilusionado, impotente y triste, por no poder ir a ayudar. Mi mamá cuando me vio sólo extendió sus brazos y me abrazó como nunca.

Volví a mi cama y no pude volver a dormir. De hecho, pude ver como de a poco la luz entraba a mi habitación. Ni dibujar calmaba mis nervios, estaba demasiado nervioso, y muy preocupado. Hasta que una llamada sorprendió completamente mi ambiente silencioso pero tedioso.

-¿Mingyu? Dime que estás bien.-

-Estoy bien, hablé con mi mamá, está demasiado mal conmigo, pero está todo bien. ¿Y tú?-Suspiré, aliviado, completamente aliviado, mi pecho ya no se sentía pesado.

-No dormí desde que me llamaste, claramente no estoy bien. Pero, ahora estoy mejor.-Sonreí, mientras me recostaba en mi cama, agotado.-Quiero verte...-Murmuré.-Estuve a punto de salir a buscarte, pero sabía que estaba mal.-Dije alzando mi mano mientras hablaba recostado. Sólo escuché su risa contagiosa y quedamos en silencio.

-Tengo que irme, nos vemos, te quiero.-Sonreí y sólo respondí de vuelta.

Era sábado, solo, sin nada que hacer. Un buen día como para poder dormir unas doce horas, las horas que perdí por la llamada. Estoy agotadísimo. Me tapé en mi cama desecha, y me quedé dormido, mucho más relajado.

🍁🐶

En realidad no estaba muy bien, estaba en casa de mi abuela, le dije a WonWoo que estaba todo bien para que se quedara tranquilo.

Mi madre me envió con mi abuela para hacerme entender que lo que estaba haciendo estaba mal, aunque nunca me dio la oportunidad de explicarle en realidad que yo estoy simplemente enamorado de una persona. No va a cambiar si ella me dice que está mal, no cambiará nada, sólo hará que me den más ganas de estar con Wonwoo. Me da igual lo que piensen mi madre o mi abuela al respecto de quien amo o a quien no.

Y me tenía harto el hecho de que esté recitando el puto génesis.

Odio estar acá, no quiero, quiero estar con Wonwoo, aunque sea en la escuela, mirándonos sin hablar. ¿No es eso lo que vale? ¿No debería estar mi madre feliz de que encontré a alguien que ame y que me ame? ¿No debería ser una alegría en vez de una desgracia?

-Abuela...-No paraba, sin importar mi llamado. Sentado en una silla mientras ella hablaba, dando vueltas explicando con las manos.-¡Abuela!-Grité, hasta que dejó su parloteo con intenciones de mirarme.

-¿Qué pasa?-Dijo con el ceño fruncido y con rostro enojado.-¿Quieres que vuelva a explicar?-Negué, mientras que ella suspiraba.

-Quiero que te calles, el hecho de que me digas esto no cambiará nada de lo que pienso o siento. No dejaré de salir por que tú y mamá no quieran que esté con la persona que amo. ¡Estoy cansado! ¡Y me da igual si no piensas como yo! ¡Aprende de tu nieto y de la diversidad y por favor cállate!-Grité, mientras que enojado me paraba para mirarla. Su boca estaba entreabierta por el asombro.

-No me vuelvas a alzar la voz. ¿¡Me escuchaste!?-Me quedé callado unos segundos para luego tomar aire y seguir debatiéndole.

-¡Voy a alzar la voz las veces que quiera si es que se trata de lo que siento! ¡No me dejaré por las personas que creen que lo que digo o siento está mal! ¡Por qué sé que no es verdad!-Había gritado tan fuerte que me dolía la garganta pero no me importaba.-Sabes perfectamente que nunca estuve de acuerdo con lo que ustedes pensaban. ¿Por qué me lo imponen? No tiene sentido...-Me senté cansado, mientras que ella respiraba acelerada.

-Porque no es normal dentro de lo que estoy acostumbrada. ¿Cómo tendrán hijos? ¿Como serán aceptados por personas de otras mentalidades? No quiero que la pases mal...-Se sentó en una silla, cerca de la mesa de el comedor de su gran casa.

-¿En serio te importa más la descendencia que lo que yo quiero o siento? Y que tanto si nadie nos acepta, sólo cuenta que la familia nos acepte y que nosotros nos aceptemos.-Quería destrozar todo, pero me estaba controlando.-Además, hay niños que están en adopción. ¿No crees que haría feliz a un niño que no ha tenido la oportunidad de serlo? Para mi tiene sentido. Y abuela, tengo diecisiete años, no tengo porque preocuparme de eso ahora. Sólo quiero vivir mi vida como yo quiero. Necesito que me apoyes, no que me des sermones...-Tomé su mano, un poco arrugada.

-Tienes razón cariño, lo siento muchísimo. Quiero que seas feliz.-Limpió una lágrima que se aproximaba a salir y me abrazó.

-Habla con mamá, por favor...-

-Lo haré.-