-Be happy and smile for me.-

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🐈🍂

Cuando desperté con una llamada perdida de Mingyu, me alerté. No quería devolverle la llamada...

La semana pasa, y hoy es nuestro último día de clases. ¡Al fin vacaciones! Que genial...

Una ceremonia pequeña se presentaría luego, cuando llegara a clases. Estaba perfectamente vestido, con mi mochila al hombro y el entusiasmo por las nubes. Sentía como una vibración de felicidad se esparcía por mi cuerpo, apoderándose de mis acciones que estaban llenas de energía. Tenía ganas de tomar la mano de Mingyu y salir por la puerta, tirando a la mierda todos los conocimientos que pasamos por el año. 

Salir y sentirnos con un peso menos. Ahora el tiempo era para nosotros. ¿No era cierto?

Entré a mi salón, dejando todas mis cosas en mi asiento, esperando a la hora de la ceremonia. Quizás nos quedaríamos un tiempo ahí, esperando el momento indicado. 

Cuando uno de los profesores nos indica a todos que salgamos, damos por entendido que tenemos que movernos a la ceremonia, desarrollada en el gimnasio. Nos sentamos en las sillas, y mientras estas chocaban, algunos me miraban de lejos, mal, como si fuera raro. Otra vez, ese sentimiento de inseguridad. ¿Mingyu donde estás?

Maldita sea. 

Me senté, más intranquilo, sin sentir la vibración que al levantarme sentía. Como si la alegría desapareciera. Un cuerpo se sentó a mi lado, levanté mi vista que estaba pegada antes en mis manos cruzadas encima de mis piernas. Mingyu había escuchado mis peticiones, y estaba a mi lado sonriendo. Mi corazón vibró otra vez, repartiendo toda la felicidad por mi cuerpo. Tomó levemente un poco mi mano, con cuidado, viendo así el brazalete. Sonreí, mientras suspiraba de absoluto alivio. 

La ceremonia empezó. Había escuchado el micrófono acomodarse en su propio soporte. Y cuando alguien carraspeó para comenzar la ceremonia y el día, otra persona se sentó a mi lado, el contrario a Mingyu, el cual estaba desocupado. Yong estaba a mi lado, con una sonrisa normal, juntos a sus dos amigos que me daban una mala espina increíble. 

No quería alarmarme, pero en verdad tenía mis manos ya sudorosas, con mi vista sin saber donde ubicarse y mi pierna izquierda, cercana a Mingyu moverse de arriba hacia abajo. Estaba intranquilo y nervioso, sentía que podía desmayarme en cualquier momento. Las voces calladas, se escuchaban más lejanas, mi garganta estaba seca y el micrófono que no podía quedarse quieto en su soporte me estaba sacando de quicio. No sabía como seguir sentado sin salir corriendo. Mingyu lo había notado, perfectamente sabe cuando estoy cayendo o estoy mal. 

Lo miré, y suspiré, tratando de aliviarme con su rostro ya preocupado.

—¿Wonwoo? ¿Estás bien?—Susurró, mientras las palabras lejanas de el director se escuchaba de un punto superior en el escenario.—Si quieres salimos, no pasa nada si...—Miró hacia a un lado, mientras yo suspiraba, con un chiflido tembloroso. 

—E-Estoy bien, sólo... No sueltes mi mano.—Mingyu asintió, y se sentó derecho en la silla sin soltar mi mano, acariciando mis nudillos, se sentía bien después de todo. 

La ceremonia pasó más tranquila, con ciertos cuchicheos a mi lado, que en verdad me molestaban. Y nos levantamos lo más rápido posible al ver que terminó la presentación pequeña. Pero antes de que yo me levantara un brazo al otro lado, tomó mi antebrazo. Me sentí amenazado, sabía que esto no iba a terminar bien. Por supuesto que no.

—Yong... Por favor hoy no... Te lo suplico.—Mingyu estaba mirando enojado, dispuesto a devolver el agarrón que Yong hacía en mi brazo.—De verdad, hoy no...—Susurré una vez, mientras todos se retiraban con tranquilidad del gimnasio. Estaba con el corazón en la mano, a punto de morir por un paro cardíaco. 

—Yong, te juro que si sigues, no sales vivo de aquí.—Dijo Mingyu acercándose con aires amenazantes a el cuerpo menudo de Yong.

—¿Crees que quiero hacerle daño a un chico tan lindo como Ojitos?—Mingyu crispando su mandíbula por el enojo, lo podía ver. Mientras yo, junto a mi corazón, estábamos más que exaltados, y preocupados, con el miedo en la garganta bastante apretada.—¿Cierto Ojitos? Viene bien un pequeño besito. ¿No? Digamos que eres muy lindo, lástima que estás ocupado con un inútil.—Se encogió de hombros, mientras me tomaba por las mejillas. Me dio un miedo increíble, y una impotencia jamás sentida, así que me moví, moví mi rostro, para alejarme con Mingyu detrás.

Que puto asco.

—¿Estás bien...?—Preguntó Mingyu al escucharme respirar agitado, sintiendo el corazón en la garganta.

—¡Claro que no lo estoy! Estoy... Estoy asustado...—Suspiré, con una pesadez que agitaba mi pecho, como una maraca que en verdad me dolía, tanto que me daba miedo perder la respiración y el latido que me agitaba.—Tengo miedo... Sé que hoy terminan las clases, pero me da miedo todo. Siento que no aguantaré, me da miedo perderte. ¿Me estoy preocupando demasiado?—Cuestioné con cierto dolor en el la voz, en mis palabras llenas de sentimiento que intentaba expresar. El sólo pensarlo, me formaba imágenes que en verdad detestaba. Imágenes que me provocaban un dolor inmenso, uno incurable. 

—No pasó nada, no pasa nada, y no nos pasará nada. Es más, quiero salir de vacaciones contigo... Es mi sueño.—Mis ojos se abrieron, sintiendo como tiraban mis párpados por los músculos ejercidos en la acción.—Y no nos pasará nada, porque eres hermoso, y la persona de mi vida. No vale la pena alejarme de ti. Perdería todo, en un sólo chasquido, mi primavera y mi otoño en un sólo segundo. No quiero eso.—Sonrió, mientras tomaba mi mejilla. No podía dejar de latir mi corazón apresuradamente. No podía dejar de vibrar como siempre lo hace. 

—Gracias...—Susurré.—Vayamos a el salón, tengo que ir a buscar unos libros...—Susurré, mientras tomaba su mano, soltándola cuando ya estaba en mi mismo paso. 

Caminamos, mientras mirábamos algunos alumnos más emocionados, esperando salir de este lugar para darse el tiempo de todo en sus vacaciones esperadas. Algunos alumnos que ya habían egresado, estaban ahí, celebrando. Me podía imaginar a mi y Mingyu salir de la escuela... ¿Era demasiado?

Veo a Mingyu más relajado. Llegamos a nuestro salón, nos separamos para ordenar todo, y otros alumnos entraron en el proceso. Cuando terminamos, y vimos que no había nadie en el salón, sólo nos acercamos, y Mingyu rodeó mi cintura sin pensarlo dos veces. 

—Este verano tengo pensado pasarlo contigo. No quiero hacer nada más que pensar en ti...—Susurró, mientras acariciaba mi cara, despejando el cabello acostumbrado a estar ahí.—Mis papás se van un mes entero con mi abuela en otra ciudad. No me dejan ir, porque mi abuela está un poco molesta conmigo, así que me dejaron salir contigo, a una casa, en el bosque... ¿Quieres ir? Si aceptas, pregúntale a tu madre.—Quedé sorprendido, no sabía que decir, pero estaba con una emoción que sobresalía por mis labios en forma de sonrisa. 

—¡Claro que sí! ¿Desde cuando tienes pensado esto?—Pregunté, mientras dejaba mi mochila sobre la mesa.

—Desde ayer. Pensé que era una buena idea...—Sonrió, con las manos en los bolsillos.—Además, tengo cosas que decirte y darte...—Susurró, en mi oído.

—¿Cosas? No es necesario.—Dije mientras dejaba la mochila, y me sentaba sobre uno de los bancos. Se acercó a mi, y me besó, intentando ponerse entre mis piernas acercándose.

—Te daré todo lo que pueda, precioso...—

—No, sabes que con lo que me das a diario es suficiente.—

—Para mi no lo es... Te quiero dar un mundo nuevo, limpio y fresco, hermoso y perfecto para ti.—







No mentiré, este es el penúltimo capítulo.

Lo siento por dejarles un capítulo corto, pero he tenido ciertos problemas con esta historia. Pero todo solucionado, Guiño guiño.

Espero que lo hayan disfrutado (?)

Muchas gracias por todo.

Nos vemos. 

Y prepárense para el siguiente capítulo.

Es sábado, así que como es el final haré una excepción. Lo subiré mañana (domingo) porque se lo merecen uwu

Gracias por todo, nos vemos :D

-Eyes-Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum