-We can do it.-

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🍂🐈

Quizás la cagué con la familia de Mingyu, sí, pero no pude evitarlo. No puedo creer que él este relajado mientras tu madre o familia decide tu vida, lo que vas a hacer o no, sin poder darte la libertad de elegir lo que te apasiona, lo que te gusta, no importa, lo que sea.

Sin esa libertad, condenado a estar en un trabajo o carrera que no te gusta, un lugar que no es el tuyo, atrapado. Termina siendo la cadena perpetua sin darte cuenta. Es horrible, ¿No?

¿O estoy siendo demasiado dramático?

Unos arduos tres meses han pasado, las vacaciones están cerca. Hoy terminamos el último examen importante, por lo que estamos libres. El verano estaba en nuestra puerta, sólo hay que esperar un poco más. 

Estamos juntos, sin nada oficial, me dice que le dirá a su madre primero, antes de ser algo. Pero creo que sería bueno "oficializar" entre nosotros para luego decirle. No sé, mientras él esté bien con su madre todo estará bien por mi. 

En cambio yo le dije a mis padres, no lo conocen bien, pues intentamos no juntarnos en nuestras casas, es complicado e incómodo, así que nos juntamos en los parques, en el centro comercial y demás. 

Estamos más distanciados en las últimas dos semanas, por los exámenes, por lo que decidí invitarlo a tomar un helado o algo así. Quiero salir con él porque lo extraño un montón. Así que tan pronto como salimos de clases, lo fui a buscar, afuera del salón estaba Yong, con sus amigos que me dan mala espina. Con la cara pegada al suelo me fui a buscar a Mingyu, estaba en el patio, mirando a todas partes, y cuando me paré en frente de él, sonrió, viendo sus colmillitos. Tomé su mano y nos fuimos caminando. 

Cuando iba a girar por la calle que daba el primer paso para llegar a mi casa lo detuve. Me miró confundido, mientras que yo sonreía. 

—Quiero tomar un helado contigo. ¿Quieres?—Suspiró, mientras que yo lo miraba sin mi sonrisa que había mostrado antes.—¿Qué pasa?—Soltó mi mano, para luego tomar bien su mochila en su hombro.

—Les dije a los chicos que estaría con ellos, pero podemos ir juntos.—Asentí, y me tiró de la mano. 

En unos quince minutos dedicados a que íbamos a hacer en casa de nuestro amigo, Vernon, o más bien Hansol. Pues, como me contaba Vernon, estamos un poco separados por lo que decidió hacer una pequeña junta. En ese pequeño tiempo, llegamos a su casa, un edificio bastante lindo. Según Mingyu sus padres estaban de viaje por lo que decidieron que era mejor en su casa. 

Subimos rapidamente, estaba emocionado por pasar un tiempo con ellos. De verdad que los aprecio. De hecho, ya les mostré mi ojo, y dijeron que era "cool", no supe como tomármelo así que sólo agradecí, me reí un poco por eso, y no me arrepiento de haberlo hecho. 

Vernon nos abrió la puerta, haciéndonos pasar, estaban todos sentados en el salón y cuando Hoshi me vio entrar se paró y fue corriendo a recibirme.

—Hola Wonwoo. Te he extrañado.—Con su sonrisa habitual me recibió, me sonrió luego me tomó de la mano para poder ir a el salón, en el cual estaba Minghao, él y Hansol anteriormente. Yo me senté en el suelo, a mi izquierda Hoshi y a mi derecha Mingyu. En el sillón estaba Minghao y Hansol juntos. 

Conversamos de varias cosas, de las vacaciones que estaban muy cerca, de nuestros compañeros molestos, y demás. 

Muchas cosas, muy variadas. La tarde pasó rápido, y nada relevante entre medio de este tiempo.

Ellos nos sabían exactamente lo que yo y Mingyu mantenemos, pero saben que algo anda mal, siempre lo sospecharon, o sea, ellos vieron que nosotros éramos muy cercanos en ese sentido, de todas formas, yo le dije a Vernon y a Hoshi que nos habíamos besado, pero más allá de eso no saben. Decidimos mantenerlo por ahora en secreto, sólo para nosotros. 

—¿Y qué tal ustedes?—Minghao nos apunto a ambos, claramente con una sonrisa coqueta. Nos miramos, sonreímos y negamos, supuestamente inocentes.—Es obvio que tienen algo, no nos lo oculten.—Ambos suspiramos, mientras los demás reíamos.

—¿En serio somos tan obvios?—Todos los demás presentes asintieron, él suspiró por la respuesta a su pregunta, y luego me miró.—Nada, o sea, por problemas con mi mamá no somos nada, pero si nos queremos.—Bajé la mirada, haciendo que todos me miraran, lo podía sentir.

—Llevamos por lo menos unos cuatro meses, casi.—Dije levantando mi vista, encontrándome con todos sobre mi, mirándome y esperando mi respuesta.—Y aún así no quieres hablar con tu madre. Vamos a salir de vacaciones y nada. ¿No es cierto lo que digo?—Fruncí mi ceño, mientras soltaba de a poco la mano de el castaño que me miraba confundido.

—¡Pelea de pareja!—Dijo Hoshi, nos hizo reír, para luego sentir mi sonrisa desaparecer.

—Mira, sólo quiero que hables con tu madre, nada más.—Asintió, y el ambiente se relajó, Mingyu se relajó también. 

Y yo sólo reía con las ocurrencias de todos. Estaba un poco cansado, pero las risas de todas formas salían. Era muy divertido, y chistoso. Hasta que Hoshi tuvo que irse, era tarde y estábamos cansados. Así que de a poco también nos fuimos. 

—Adiós amigo.—Abracé a Hoshi antes de irse.

—Adiós a ti también.—Me dijo Minghao.—Espero que se arregle...—Susurró cuando me abrazó. Le sonreí, y seguí con Vernon.

—Bueno, gracias por integrarme.—Dije riendo, mientras lo miraba. Se encogió de hombros y me abrazó también.

Luego de eso nos retiramos, yo con Mingyu. Lo fui a dejar, porque estaba más cerca su casa, así que decidí llevarlo. 

No nos demoramos, reíamos cuando recordábamos las cosas con nuestros amigos. De verdad que fueron momentos grandiosos. Nunca me había divertido tanto en una sola tarde. Las ocurrencias los momentos serios rotos por las risas o chistes que de un sólo momento rompen el ambiente. Era demasiado divertido, y nos escuchábamos unos a otros, de verdad que son buenos amigos. 

Llegué con Mingyu de la mano, lo besé antes de dejarlo y cuando empecé a bajar las escaleras de su casa, me llamó.

—Hablaré con ella hoy, lo pensé demasiado, y tienes razón, es el mejor momento. Te llamaré cuando terminemos, te quiero, nos vemos.—Asentí, sonriendo y despidiéndome. 

Me puse nervioso luego de eso, me fui casi corriendo a casa

Y cuando llegué, con suerte saludé a mi madre. 

Miraba mi móvil a cada rato, y no obtuve ninguna llamada.

Nada. 

Hasta que bueno, el sueño fue mucho más fuerte.

-Eyes-Where stories live. Discover now