06

6.9K 682 547
                                    


—Seonghwa, trae aquella silla —el nombrado hace lo que le pide y Mingi continúa—. Jiah, siéntate en la silla —Jiah bufa pero hace lo que le dice—. Ahora se viene lo divertido —sonríe nuevamente y voltea a verme—. Minha, le harás un baile sensual a Jiah —mis ojos casi se salen de sus órbitas.

—Minha, no tienes que hacerlo si no quieres —me dice Yunho,  se le nota algo preocupado.

—Lo haré —digo decidida y él asiente, Mingi me mira satisfecho.

Si hay algo que definitivamente no me gusta es rechazar retos.

—Por cierto, ambas sin camisa —
mi mandíbula casi cae al piso y Jiah lo mira incrédula para luego bufar, aún así se la quita.

—¿Qué esperas? —dice Yeosang retándome pero ésta vez quien sonríe soy yo, no me dejaré intimidar.

—A que pongas la música —y entonces me quito la camisa. Algunos gritan eufóricos, otros nos ven expectantes. Agradezco mentalmente el no haberme puesto algún brasier infantil y finalmente lanzo mi camisa sin mirar dónde, miro a Jiah y le ofrezco mi mejor sonrisa, ella me corresponde el gesto.

—Para el final deben besarse —dice Mingi.

—Jódete —le grita Jiah y escucho a varios reírse a mis espaldas.

Do re mi de blackbear suena y comienzo a moverme al ritmo de la música, me siento confiada pues bailar es una de mis habilidades, tanto Yunho como yo somos buenos en ello, así que éste "reto" es pan comido para mí.

Al principio sólo bailo de espaldas a ella, para el coro me siento en su regazo, frente a ella y comienzo a moverme, ella me mira asombrada pero luego me susurra;— hay que darles más —sonrío asintiendo y siento sus manos posarse en mis caderas ayudándome a moverme, luego comienza a recorrer mi espalda con sus manos. Se escuchan algunos gritos y ambas sonreímos satisfechas, siento sus manos en mi trasero y la veo con una ceja alzada, entonces ella me guiña un ojo y para cuándo está terminando la canción junta sus labios con los míos. Escuchamos como estallan los gritos y aplausos y sonreímos entre beso para separarnos, me levanto y le tiendo la mano para ayudarla a levantarse también.

Los chicos nos miran asombrados y me sonrojo al notar varias miradas posarse en mí.

—Vaya, eso fue... excitante, lo admito —dice Seonghwa y me sonrojo aún más, algunos asienten.

—Creo que acabo de dudar de mi sexualidad —dice Sooyoung en modo de broma y mientras los demás rieron ante el comentario, Jiah y yo reímos nerviosas.

Entonces Yeosang llama nuestra atención al toser un poco para luego decir;— sigamos.

—Yo nunca nunca me he excitado viendo a dos chicas besarse —dice San y entonces todos nos reímos ante la situación pero un detalle llama mi atención, tanto Yeosang como Seonghwa beben de sus vasos, Seonghwa aún conserva algo de soju, pero Yeosang se lo ha terminado, lo que significa: penitencia.

—Yeosang, amigo mío, tal parece que te toca hacer penitencia —se burla Mingi y Yeosang ya no se ve tan divertido con la situación.

—Yo lo reto —dice Jiah y puedo apreciar como Yeosang pasa saliva, ahora quién está divertida con la situación soy yo—. Tendrás 7 minutos en el cielo... —dice y hace una corta pausa, finalmente recorre con la mirada a todos los presentes y finalmente, habla—...con Minha — y ahí mi diversión se esfuma, inmediatamente veo a a Jiah y ella ignora mi mirada, regreso mi vista a Yeosang y por primera vez desde que lo conozco me aparta la mirada.

—¿Cómo sabremos que pasó algo? — pregunta Mingi con tono juguetón.

—Uhmmm, debe haber... —piensa un poco y luego sonríe, me temo lo peor—. Una marca, algo comprometedor, como una mordida, un chupete o los labios hinchados —sonríe ladina y alza las cejas en mi direccción, trago saliva.

Wooyoung se levanta y nos hace una seña para que lo sigamos. Yeosang y yo lo seguimos en silencio, nos lleva hacia una de las habitaciones –la cuál supongo que es suya–, luego de adentrarnos en ella Wooyoung sale y pasa llave a la puerta.

—No tienes que hacerlo si no quieres —la voz de Yeosang rompe el silencio y lo observo, está de espaldas a mí.

— No quiero ser aguafiestas, ni quedar como perdedora —bufo y, aunque no es del todo cierto, no quiero arruinar el juego sólo porque Yeosang no me cae, pero de igual manera la incomodidad está presente. Yeosang se voltea y nuestras miradas se encuentran.

—Sabes que me gusta molestarte —
dice y da un paso hacia a mí, por inercia retrocedo—. Pero no de ésta manera, no quiero incomodarte — suspira y mira alrededor.

—Vaya, qué considerado —ironizo—. Aún así no me vas a hacer quedar como una perdedora —susurro y él posa su mirada en mí nuevamente para dar otro paso, ésta vez no retrocedo.

—¿Estás segura... —se acerca más y pone su mano en mi cintura, siento su aliento chocar contra mi cara y tiemblo un poco ante el tacto, su mano se siente algo fría, recuerdo que sigo sin camisa—...de querer hacer ésto? —sus labios rozan los míos y siento mi corazón algo acelerado, él mira mis labios y no pude evitar observar los suyos cuando los remoja con su lengua, rozando en el proceso los míos.

—Sólo házlo —no sé de dónde saco el atrevimiento pero para cuándo me doy cuenta ya sus labios están sobre los míos, se mueven lentos, apenas conociéndose, es algo suave, tímido, como si estuviera esperando a que recobre la razón y lo empuja lejos de mí. Tardo un poco en corresponder pero termino cediendo, luego nos separamos un poco para tomar aire.

—Lo estoy —y ésta vez mis labios se estampan contra los de él, quien corresponde casi al instante. Siento una de sus manos se posa en mi cuello y yo llevo una a su cabello para intensificar el beso. Comienza a caminar de espaldas y yo le sigo sin despegar nuestros labios, se sienta en la cama y yo en su regazo, muerde mi labio inferior y jadeo, en ese momento él aprovecha para introducir su lengua.

—¡Les quedan cuatro minutos! —escuchamos un grito y nos separamos, nuestras respiraciones son irregulares. Él suspira aún con los ojos cerrados y cuando los abre su mirada y la mía se encuentran, lo observo mirar abajo y pasar saliva, entonces bajo la vista hallando lo que observa; mi pecho al descubierto, gracias al momento me había olvidado del detalle de que me hallo sólo en sostén y entonces me sonrojo. Me remuevo un poco incómoda al sentir su mirada aún en mí –más bien en mis pechos–, él gruñe.

—¡Yah!, ¿a dónde crees que estás mirando? —me sigo removiendo y él apreta su agarre en mis caderas, inmovilizándome.

—No hagas eso —dice y su voz se escucha ronca, trago saliva al caer en cuenta de lo que acababa de hacer—. Puede que me toque darme un ducha bien fría gracias a ti —tiemblo al sentir su aliento chocar con la sensible piel de mi cuello—. Y a tu baile —entonces sus labios succionan justo ahí, ladeo la cabeza dándole un mejor acceso y él sonríe, jadeo nuevamente cuando comienza a bajar entre besos hasta mi clavícula donde también mordisquea y succiona un poco.

—Creo que ésto es más que suficiente —rápidamente me separo al oír la voz de Yunho a mis espaldas, la vergüenza se apodera de mí y lentamente me levanto del regazo de Yeosang, es entonces que los veo, están todos en el marco de la puerta, Jiah, Mingi y Sooyoung con sus celulares en mano.

Oh no.

 

 

(...)

Editado.

Dato interesante: lo relatado en éste capítulo está basado en hechos reales.

Ahora sí, continúen con la lectura.

don't be a fool ; kang yeosang (ateez)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora