don't be a fool ; kang yeosang (ateez)

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«Jeong Minha»

Estoy sumamente nerviosa.

Yeosang me invitó a venir con él y, aunque al principio me emocioné, ahora siento los nervios ganarme tanto al punto de sentir incluso arrepentimiento.

Estoy a nada de conocer a la familia de Yeosang y tengo miedo a no ser aceptada. Gracias a la conversación con Jiah y Jongho el otro día, temo un poco por la reacción de la hermana mayor de Yeosang, Yubin. Sobretodo temo no ser de su agrado.

Siento a Yeosang darme un leve apretón de manos y volteo a verlo, me dedica una sonrisa y es suficiente para calmar mis nervios.

Caminamos entonces hasta la puerta y él saca sus llaves para introducirlas y adentrarnos en su hogar.

—Ya llegué —anuncia en cuanto entramos y una pequeña castaña no tarda en correr en nuestra dirección y abrazar a Yeosang con fuerza—. Hola, pequeña.

Yeosang se agacha un poco para tomar a la niña en brazos y alzarla, con una gran sonrisa, dándome una imagen bastante enternecedora.

—Ah, Yeosang —aparto la mirada de la hermosa escena y la poso al instante en la mujer que se encuentra a un par de metros de distancia—. Me preguntaba cuanto más ibas a tardar en llegar —ella me nota casi al instante y, sin disimulo alguno, me recorre con la mirada. La veo fruncir el ceño—. ¿Y tú eres...?

—S-soy Jeong Minha, es un placer conocerla —digo rápidamente y hago una reverencia a la par que me recrimino mentalmente por mí tartamudeo.

—Ya veo —me enderezo y noto que su mirada sigue en mí, un poco más intensa e intimidante que antes—. Soy Choi Yubin, el placer es mío por conocerte al fin.

Quedo perpleja ante eso, ¿acaso Yeosang le ha hablado de mí?. Volteo a ver al rubio, el cual se encuentra algo ajeno a la situación pues está haciéndole muecas a la niña.

Quién lo diría, Yeosang es toda una cajita de sorpresas.

Él baja a la niña y ésta me mira curiosa, sus ojos son grandes y al abrirlos de esa manera se ven incluso más grandes que antes.

—Tío, ¿quién es? —su voz suena tierna y quiero tomarla de las mejillas por tan adorable criatura.

No voy a negarlo, los niños me encantan.

—Ella es mi novia —le responde a la niña con un tono dulce que solamente le he oído usar conmigo muy pocas veces—. ¿No te parece que es bonita? —le susurra, aunque no lo suficientemente bajo para que sólo ella lo escuche, parece que lo hizo a propósito.

Aún así, mi sonrojo no tarda en hacerse presente y la niña asiente frenética con la cabeza.

—¡Es muy bonita! —exclama la pequeña y yo siento desfallecer de ternura.

Un carraspeo nos hace salir de nuestra burbuja y fijamos nuestra atención en la mujer que, hasta el momento, observaba la escena atenta.

—Ya debo irme, las cosas de la niña están en su habitación, tu abuela está en su habitación, no ha querido comer, de nuevo —bufa y rueda los ojos mientras se acerca hacia el sofá para tomar una cartera y el abrigo—. Por favor, no le des dulces a Yuri, no ha estado muy bien del estómago éstos días —le da un beso en la frente a la niña que se encuentra de brazos cruzados con un puchero en sus labios y sus cejas fruncidas—. Lamento tener que irme tan pronto, preparemos un encuentro otro día para conocernos formalmente ¿bien? —la miro un tanto sorprendida cuando la veo dirigirse hacia a mí pero termino asintiendo—. Yeosang, por favor, habla con papá —le da una mirada suplicante y veo al rubio rodar los ojos.