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Hace un tiempo no había dormido tan bien..., al menos no tanto como ahora.

Sin duda alguna despertar en brazos del chico que últimamente ronda mi cabeza y roba mi aliento es la sensación más hermosa y pura que creí que viviría.

Y es que se empeñaron tanto en hacerme añicos en el pasado, en distorsionar cada fantasía e ilusión que tenía, que jamás creí que alguien como yo podría llegar a sentirse de esa forma.

Porque, a pesar de haber superado parte de esas inseguridades que se encargaron de sembrar en mí, aún hay una pequeña vocesita en mi cabeza que se encarga de recordarme que ésto no es para mí, que no lo merezco.

Sacudo la cabeza ante los pensamientos que comienzan a amontonarse y presto atención entonces al chico que se encuentra aferrado a mi cuerpo, respirando de manera calmada y con un semblante sumamente relajado.

Sonrío entonces al notar la posición en la que estamos, una de sus piernas se encuentra entre las mías, mientras con un brazo rodea mi cintura y la otra se encuentra bajo la almohada, diría que se encuentra algo incómodo pero no es el caso; sus labios están entreabiertos, por éstos inhala y exhala con un ritmo acompasado, su lindo cabello rubio totalmente revuelto y cayendo sobre su frente, sin duda una imagen totalmente tierna ante mis ojos.

Llevo una mano hasta su cabello para retirarlo de su rostro y durante la acción siento como apreta su agarre en mí cintura y gruñe por lo bajo, repentinamente sube un rubor a mis mejillas al sentirme atrapada, pero noto que sigue dormido pues no abre los ojos ni suelta alguna palabra.

Pienso en alguna estrategia para poder levantarme de la cama sin despertarlo, comienzo por retirar su mano de mí cintura lentamente, cuando por fin suelto el agarre me remuevo un poco para poder sacar su pierna de entre las mías. Un suspiro escapa de mis labios en cuanto mi cuerpo y el suyo se encuentran separados, mínimamente, pero separados al fin y al cabo.

Entonces sigilosamente salgo de la habitación y voy al baño a hacer mis necesidades básicas, me ahorraré el detalle de explicarlo.

Emprendo camino a la cocina para preparar el desayuno encontrándome con la grata presencia de mi padre, quien ya se encuentra preparando algo de bibimbap.

-Buenos días -saludo al entrar en la cocina y mi padre me mira, esboza una sonrisa y vuelve su atención a lo que prepara-. ¿A qué hora llegaste?

-Buenos días a tí también, hija -sonrío también y me acerco a él-. Sobre las siete y media.

-¿Necesitas ayuda?

- No, ya casi está, aunque puedes preparar algún jugo para acompañarlo, compré naranjas -dice y asiento para hacer lo que me pide-. He notado que tenemos visitas, ¿Yunho pasó la noche aquí?.

Sin pensarlo mucho mis labios se curvan en una sonrisa, entonces mi padre alza la mirada y me muestra su ceño levemente fruncido.

Niego con la cabeza antes de responderle-. Es Yeosang.

- Oh, ya veo. -me lanza una mirada sugestiva y comienza a mover sus cejas de arriba a abajo-. Espero que ese chico y tú se estén cuidando.

-¡Papá! -mis mejillas se encienden nuevamente y trato de fijar mi atención sólo en las naranjas que estoy exprimiendo para que no lo note-. Sólo dormimos.

Él ríe-. Ya, se te olvida que también fui joven.

-Papá, te digo que- repentinamente, el sonido de un celular se hace escuchar y frunzo el ceño, dejo las naranjas de lado y sigo el sonido del aparato, dando con éste sobre el mueble en la sala de estar.

don't be a fool ; kang yeosang (ateez)Where stories live. Discover now