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N/A: por favor, lean al final del capítulo y comenten, les aseguro que es algo bueno y que tal vez les guste.

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Por fin llega el tan esperado y ansiado —en realidad no tanto— viernes, y yo muero de nervios ya que ésta noche se llevará a cabo la cena en casa de mi madre. Cena a la que Yeosang ha sido invitado por parte de ésta misma y esa a la que no quiero ir, ya que él estará ahí, seguramente soltando todo el veneno que pueda tal cual la víbora que es. Tan sólo espero que no sea un desastre total, lo que menos quiero es estresar a mi madre debido a su estado de embarazo avanzado. Eso no el vendría bien a mi futuro medio hermano.

Sentí que ésta semana se pasó volando, tanto que me sorprende que ya sea viernes. No hay mucho que contar al respecto, no hubo mucha actividad en el instituto ya que era la última semana de clases, lo cual me alivia, pues por fin, he terminado mi último año. Sin embargo, sí tuve que entregar algunas tareas y trabajos recuperatorios, para, de esa manera, no tener que pasar el verano en clases y además, perderme el acto de graduación.

Siento lástima por Mingi, aunque a él parece no importarle.

Volviendo al tema de la cena, Yeosang vendrá a pasar por mí a eso de las cinco de la tarde y ya son las tres. Hemos pasado mucho tiempo hablando por mensajes de texto, o al menos, lo que él puede permitirse, pues su trabajo lo mantiene algo ocupado. Sin embargo, cada momento libre o al llegar a casa me escribe preguntando cómo fue mi día, como estoy o si ya comí.

No puedo evitar sentirme un poco mal pues, aunque él está pasándola algo ruda, sólo muestra preocupación por mí. Yo tambien pregunto por él, porque claramente me importa y me preocupa lo mucho que está esforzándose, pero siempre es la misma respuesta "Estuve trabajando, ya sabes" para luego dirigir la conversación nuevamente hacia a mí.

Sé que llega a su casa cansado, sé que quiere echarse a dormir apenas entra, y aún así, todo eso pasa a segundo plano cuando se trata de mí, o eso dice.

Se me hace tierno y no voy a negar que mi yo interior grita eufórica, porque él de verdad está demostrando que me quiere, son pequeñas acciones pero bastante significativas. Él realmente ha cambiado mi forma de verlo. Pues antes me parecía un chico molesto e inmaduro, ahora lo veo más como alguien que se preocupa por los demás antes que por él mismo, que no teme a demostrar lo que siente y eso me encanta.

Con una sonrisa dibujada en el rostro me miro al espejo, mi cabello ya está un poco más abajo de los hombros, decidí teñirlo de un color vino, mi flequillo está algo más largo, pero no me preocupo ni me molesto en recortarlo, tal vez sea momento de dejarlo crecer. Mi piel luce más pálida, resalta debido al nuevo color de mi cabello y puedo darme cuenta que incluso esas pequeñas pecas que se dibujan en mis mejillas se notan más. Estás nunca me molestaron, de hecho, siempre me han gustado, esa es una de las razones por la cual no suelo usar mucho maquillaje. Después de todo no tengo porqué esconderlas.

Antes solía recibir muchos comentarios al respecto, en algún momento me afectaron, sí, pero decidí ignorarlos. Eventualmente, al notar que no me importaba lo que dijeran al respecto, dejaron de molestarme.

Luego de mirarme al espejo decido que es tiempo de arreglarme, entonces, procedo a desvestirme para ducharme. Ya estando completamente limpia y con un leve olor a avena —gracias al jabón—, busco algo cómodo para ponerme. Un pantalón tallo alto color vino, una blusa holgada y de mangas cortas color negro, junto a una chaqueta de cuero y unos botines altos, también negros.

Decido rizar un poco las puntas de mi cabello con el flequillo largo a los lados de mí cara. Al momento de maquillarme, sólo aplico sombra dorada sobre mis párpados con un delineado delgado, maquillo también mis cejas y los labios los dejo con un leve color rosa, casi pálido, y finalizo con las mejillas levemente rosas, después de todo no soy amante del maquillaje fuerte o exagerado.

don't be a fool ; kang yeosang (ateez)Where stories live. Discover now