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-Vaya... -es lo único que sale de mis labios.

-Yo... Wow, ¡los felicito! -Hongjoong por otro lado, sale del trance en el que se había sometido al oír la noticia y les sonríe. Mi madre y su, ahora, prometido le corresponden a la sonrisa.

-Hija, di algo -mamá me mira atenta, veo como muerde su labio inferior notablemente nerviosa.

-Y-yo... -aunque lo intento simplemente las palabras no me salen-. No sé qué decir, estoy sorprendida.

-¿No estás feliz por mí? -el tono de voz lastimero que usa me hace sentir mal al instante.

-Claro que lo estoy, es sólo que... no sé mamá, no sé qué decirte sinceramente.

-Mejor dinos... -Younghoon hace que mamá y ho desviemos nuestra atención hacia a él-. ¿Pensarás lo que te propusimos?

Suspiro, sólo eso hago. Sé que esperan por una respuesta pronto pero no me encuentro en posición de responder. La idea de vivir junto a mi madre y su esposo no me hace mucha ilusión, claro que me gustaría pasar más tiempo con mi madre pero ella ya está formando una familia. Por otro lado no me gustaría dejar a mi padre sólo, sí, es cierto que viaja mucho y que prácticamente vivo sola pero aún así, no creo que irme con mi madre sea lo ideal, mucho menos sabiendo que él ha vuelto, tampoco me hace mucha ilusión volver a esa casa.

-Voy a pensarlo -es lo único que digo para que no insistan, pero, para mí está más que claro.

No pienso volver a ese lugar.

Luego de eso procedemos a comer, Younghoon trata de mantener conversación con Hongjoong y mi mamá se les une, yo por mi parte me veo inmersa en mis pensamientos.

No siempre he vivido con mi padre, de hecho, solía vivir con mi madre hasta los quince, luego del incidente con Hongjoong. Mis padres se separaron cuando yo tenía entre nueve y diez años, desde entonces vivía con mi mamá, y a los quince yo decidí irme con mi padre a pesar que éste no podía cuidar de mí.

Tuve que aprender a cocinar, lavar, limpiar y a hacer muchas otras cosas por mi cuenta ya que por cuestiones de trabajo mi padre debía viajar constantemente, al pasar el tiempo me acostumbré y comencé a disfrutar de estar sola en casa. Claro, siempre que quería invitaba a Yunho a casa a hacerme compañía, aveces hacíamos pijamadas o tardes de películas.

Con mi madre me veía por lo menos dos veces a la semana, no solía ir a su casa, siempre quedábamos en algún café o parque, pocas veces me iba de fin de semana con ella y Younghoon a la montaña o a la playa, dependiendo de a dónde le apeteciera viajar a mamá. Aunque esa costumbre fue desvaneciéndose con el pasar del tiempo.

La razón por la que no iba a su casa era por Hongjoong, incluso que me lo nombraran hacía que me entrara el pánico e inmensas ganas de llorar, eso hasta hace un par de años que el chico logró independizarse y rentó un apartamento a las afueras de la ciudad. Sin embargo, aveces se toma unas cortas vacaciones y las pasa en casa de mi madre.

Durante toda la cena me mantengo callada, incapaz de incluirme en su conversación, era como si mi cuerpo estuviera ahí pero mi mente, está en otro lado. El ambiente para mí es un poco incómodo y las ganas de irme a casa solo aumentan a medida que pasa el tiempo.

-Estás muy callada -la voz de Hongjoong hace que mi respiración se vuelva irregular-. ¿O es por mí? -no me atrevo a mirarlo siquiera para darme cuenta que el chico tiene una sonrisa ladina en el rostro, con esa expresión burlona que tanto odio.

-Aléjate -logro decir y sé que me ha escuchado perfectamente.

-¿Qué has dicho? -se acerca mucho más a mí, su respiración choca contra mi mejilla y me paralizo, siento a mí corazón acelerarse. Busco con la mirada a mi madre y me doy cuenta que en la mesa solo estamos él y yo, entonces siento el pánico invadirme.

don't be a fool ; kang yeosang (ateez)जहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें