«No seas tonta, ni digas que lo amas, ya encontrarás a un hombre que se quede a tu lado y esté ahí para ti.»
✓Historia completamente mía.
✓Fanfic heterosexual.
✓Historia completa.
✓Prohibida su copia y/o adaptación sin antes consultar.
#323 en fanfi...
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Me miro al espejo y sonrío complacida al ver mi reflejo.
Me siento tan bien conmigo misma, me siento plena y jamás creí que sería capaz de sentirme así algún día, siento que estoy feliz.
Tengo a alguien que me quiere y que está dispuesto a muchas cosas por mí, tengo amigos que me han demostrado lo que es verdaderamente la amistad, tengo a mis padres y aunque aún las cosas no están del todo bien con mi madre puedo decir que nuestra relación se ha vuelto estable, mi papá pasa mucho más tiempo en casa y yo no podría estar más feliz, pues ya no me siento tan sola.
Pero, lo más importante, me tengo a mí misma, tengo el amor que nunca debí haberme perdido, tengo la seguridad y confianza que antes me faltaban y tengo la fuerza necesaria para alejar todo mal pensamiento de mí y a todas aquellas personas que me han hecho daño.
Mi yo de hace cuatro años estaría orgullosa de mí, de lo que he conseguido por mí misma.
Porque si algo he aprendido es que nunca debes cambiar por nadie más que por tí mismo, que todos tenemos la capacidad de luchar contra nuestros demonios y de reparar nuestros corazones.
Tres leves toques en la puerta de mi habitación me hacen sobresaltar.
-Cariño, ¿estás lista?, estamos esperando por tí -escucho tras la puerta.
-Sí, sí, ya voy... -acomodo mi flequillo y sonrío nuevamente.
Finalmente es el día.
Tomo los tacos con una mano y echo mi celular en el bolso para luego guindármelo al hombro. Salgo de mi habitación y voy hasta la sala, en cuanto voy por el pasillo escucho las risas de mi padre y dos personas más.
Diviso a Yeosang cuando estoy lo suficientemente cerca y en cuanto el rubio me ve su sonrisa se ensancha y para mí es inevitable devolverle el gesto. Me calzo los tacones.
Él me toma la mano y besa mis nudillos antes de alejarse y darme una vuelta, chifla haciéndome reír, -Estás preciosa.
-Tú también te ves muy bien -le digo con una sonrisa ladina y luego lo atraigo hacia a mí para juntar nuestros labios.
El destello de un flash nos hace separarnos y vemos a mi papá apuntándonos con la cámara con la señora Minjoo a un lado, viéndonos con una sonrisa. Me sonrojo de la vergüenza pero igual sonrío.
-Júntense, voy a tomarles otra foto -nos indica y me posiciono junto a Yeosang, él pasa un brazo por mí cintura y me acerca más a él.
-Ah, espera -digo y Yeosang se gira a verme, entonces acomodo el cuello de su camisa y su cabello para luego girarme hacia mi papá nuevamente-. Listo.
Mi papá sonríe satisfecho y luego nos toma la foto.
-Bueno, vamos, tu madre dijo que ya iba en camino -asiento y entonces salimos.
