Capítulo 13

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The way I are - Timbaland.

No debería tomarme por sorpresa que Maximiliano sea socio del hotel al que siempre vengo a hospedarme con mi familia cada que venimos a Lake Powell, pero ¿qué creen? Estoy impactada aún así

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No debería tomarme por sorpresa que Maximiliano sea socio del hotel al que siempre vengo a hospedarme con mi familia cada que venimos a Lake Powell, pero ¿qué creen? Estoy impactada aún así.

Mis planes de pagar el hotel se van al carajo y tengo la leve impresión de que el rentar Jet skis también se va al carajo puesto que ayer, cuando llegamos, he escuchado a Maximiliano pedirle a Roberto que revisara que todo estuviera en orden para el día de hoy. Además, me ha pedido que organice la maleta, señal de que no vamos a dormir esta noche en el hotel.

Lo detesto, pero a la vez no porque tampoco es como que tengo tanto dinero para realizar tantos gastos. Mi poco dinero ahorrado lo puedo conservar para otra ocasión.

—Buenos días —digo, dejando mi maleta en el suelo y pasando de largo a la cocina para tomar una botella de agua.

Maximiliano, que se encuentra hablando por teléfono, me voltea a ver y me sonríe de lado como diciendo: "buenos días para ti también".

—Grigory, ese es problema tuyo y de Jayson, no mío... —A lo lejos escucho como el hombre llamado Grigory le grita algo de regreso—. Oye, pendejo, nadie te manda llevar a Jayson a uno de tus negocios. ¿Qué hubiera pasado si... —guarda silencio tras darse cuenta que sigo aquí, lo que me parece extraño. Después camina unos pasos más para alejarse de mí y susurra—: ¿Sabes qué? Olvidalo. Solo no lo vuelvas a invitar contigo a un club sabiendo que tienes pendientes que atender, ¿vale? Así el puto de Jayson no se tira a ninguna mujer que no debe. Ahora, te dejo que no tengo ganas de seguir escuchando tus putos genios de mierda —y de hecho sí cuelga la llamada.

Al girar sobre sus talones, arranco rápido la tapadera de la botella de agua y finjo que sigo tomando agua para que no sospeche que acabo de escuchar su conversación con el desconocido Grigory.

Me limpio los labios con el dorso de mi muñeca.

—¿Por qué traes puesto esa ropa? —señalo su atuendo que consiste en una camisa y un pantalón vestir con cinturón y zapatos cafés. Parece que no le hace efecto el calor vestido así de formal.

Maximiliano baja su mirada a su vestimenta.

—¿Hay algún problema con ello? —dice al levantar la mirada. Por el tono que usa, me doy cuenta que su amigo lo puso de mal humor.

Que amargado es.

—¿Por qué tienes que ser tan grosero?

Entrecierra los ojos al mismo tiempo que deja su celular encima de la isla.

—No estoy siendo grosero.

—Sí lo estás siendo con tu tono de voz y tus expresiones rudas.

Se pasa la mano por la barbilla recién rasurada. De hecho se ha hecho una pequeña cortada, que, si no estuviera con esta actitud, me hubiera ofrecido ponerle algo para que sane más rápido la herida. 

Mientras Me Busques (1º) ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora