Capítulo 8

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Promiscuous -Nelly Furtado, Timbaland.

Promiscuous -Nelly Furtado, Timbaland

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—Nicole —una voz rasposa susurra.

Maximiliano, esa es su voz.

¿No es malo que esté soñando con él, verdad? Dicen que regularmente sueñas con las personas que más impacto tuvieron en tu día. Con todo el asunto del contrato, Maximiliano es quien ha ocupado mi mente desde entonces.

La otra pregunta que tengo, ¿es normal sentir tan real las caricias en un sueño?

Sus dedos largos peinan mis cabellos con lentitud como si le diera miedo jalar un cabello demasiado que me termine lastimando.

Este es el sueño más relajante que he tenido en meses.

—Nicole, despierta. —me remueve el hombro, por lo que suelto un quejido. Esto ya no se siente como un sueño—. ¿Alguna vez te han dicho que roncas mucho?

Mis ojos se abren de golpe.

Casi suelto un grito al ver que tengo enfrente de mis narices a un Maximiliano en cuclillas. Para ese entonces ya está arreglado como una gotita de agua: cabello bien peinado con gel, su piel con aroma a otra fragancia de perfume... ¿quizá menta?, camisa polo pero esta vez amarilla y unos pantalones de vestir azul marino. Los zapatos no los alcanzo a ver, lo único que espero, es que al menos sean tenis blancos para que hagan juego con el atuendo.

—Yo no ronco —me defiendo sin ponerme a pensar que de seguro tengo un mal aliento.

Genial.

—También hablas. Estabas diciendo algo como: "déjame" y soltabas risitas. ¿Qué se supone que estabas soñando?

—Buena pregunta porque no lo recuerdo.

—También amaneciste toda descubierta así que te volví a cubrir con las sábanas.

No. Por. Favor.

Eso quiere decir que me ha terminado viendo los malditos calzones de navidad que traigo puestos. Peor aún, ¡ha visto mis piernas y mi trasero!

—¿Has visto mis...

—No vi nada, porque solo me enfoqué en cubrirte con las sábanas.

Finjo que le creo porque es más liberador imaginar que no ha visto nada a imaginar me ha visto casi desnuda.

—¿Qué ha pasado con el carro?

Impulso mi cuerpo hacia arriba hasta conseguir sentarme en forma de mariposa. En el proceso, aseguro de cubrir bien mi estomago y piernas.

—Voy a mandar una grúa por él —se levanta para alcanzar una bolsa de plástico que se encuentra descansando delante de mis pies—. Le he pedido a Roberto comprarte un vestido para que no tengas que usar la misma ropa de ayer. Espero te guste —lo extiende, por lo que agarro la bolsa y rápido saco el vestido.

Mientras Me Busques (1º) ©Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin