Dos personas.
Dos mundos opuestos.
Una relación falsa.
Una noche de fiesta ha bastado para dar un giro impredecible en la vida de Nicole Carson y Maximiliano Dimitriou, una estudiante universitaria y un magnate hotelero.
Uno nunca se ha enamorado y...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Narrando Nicole Carson.
Mi cabeza duele horrible, así que en lugar de levantarme a cerrar las cortinas, decido volver a dormir, que para cuando vuelvo a abrir los ojos son las dos de la tarde —según lo que señala el reloj del buró—.
La última vez que dormí hasta estas horas tenía diecisiete años. Puedo recordar que era porque no tenía ninguna responsabilidad más allá de estudiar.
Hasta la fecha extraño esas épocas.
Sin encontrar mi celular, me levanto para ir al baño a buscarlo. Lo único que encuentro es un cepillo de dientes en su caja, una toalla y ropa encima del lavamanos. Ninguna de esas cosas estoy buscando, pero eso no quita que termine lavándome los dientes y tomando una ducha.
Cuando salgo envuelta en la toalla, caigo en cuenta que no solo es un pants y una camisa lo que tengo para ponerme, sino también una braga y un sujetador deportivo que hacen juego.
¿Cómo carajos sabe que medida de sujetador soy?
Todavía con la pregunta bailando en mi cabeza, me pongo cada una de las cosas y decido ir a buscar a Maximiliano.
Encuentro a Ethan, William y Roberto entretenidos viendo un partido de fútbol americano, pero no a Maximiliano, así que termino volviendo a la sala de estar para preguntarle a alguno de los tres.
—¿Saben dónde está Maximiliano?
—Haciendo ejercicio —responde William sin despertar sus ojos de la pantalla.
—¿Y dónde está eso?
—Arriba la habitación de al fondo. De seguro vas a escuchar la música —ahora es Ethan el que responde. Al igual que su hermano, no me voltea a ver.
No entiendo qué pasa en el juego, pero los tres se levantan de sus asientos gritando en protesta. Eso solo indica que algo no ha ido bien.
Los dejo ser y vuelvo a subir a buscar la habitación a base de las indicaciones de William. El segundo nivel se conforma por un pasillo largo con cinco puertas que tienen pasillos pequeños cada uno, excepto la habitación del gimnasio, que se ubica directo al fondo —como lo mencionó uno de los gemelos—.
No entiendo cómo pueden llamar esto una suite. Para mí parece un departamento. Sin mencionar que es doble de grande que en el último en que estuve.
Buena pregunta, ¿por qué estaremos en otra suite?
Mi mente llena de dudas se despeja en su totalidad al abrir la puerta del gimnasio y encontrar a Maximiliano sin camisa haciendo lagartijas. Su espalda es ancha, marcada y... Dios santo, mis ojos no soportan ver tanta tentación.
Al parecer escucha la puerta emparejada abrirse porque voltea a donde estoy parada. Lo saludo con la mano. Sin recibir respuesta a cambio, se levanta sacudiendo las manos y se aproxima a mí.
