Capítulo 30

42.9K 2.7K 1.2K
                                    

After Hours - The Weeknd.

Suelto una risa, consumida por los nervios

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Suelto una risa, consumida por los nervios.

—¡Sí! —gritan Dominic y Becca al mismo tiempo, casi reventado los tímpanos de los demás.

—Hay niños —susurro, empezando a jugar con mis dedos.

—Nicole, no te chivees —dice Julieta, con Carolina en sus brazos siendo espectadora, pero sin en verdad entender qué sucede.

Sebastian solo se preocupa por mirar el pastel con ojos de: "en cuanto den luz verde, te voy a devorar". Sin mencionar que Chéster le hace compañía.

Mi excusa no es muy buena.

Los dedos de Maximiliano se ajustan un poco más en mi cintura, como deseando enterrar sus dedos calientes en mi piel. Después dice con un tono provocativo:

—Si no me quieres dar un beso, solo dilo.

Lo volteo a mirar, pasmada.

¿Me daría un beso? 

Definitivamente, te daría un beso, dice mi conciencia.

—Nunca dije eso —frunzo el entrecejo.

—Siendo así, un pico no te mataría —murmura, sin darme cuenta de que cada vez la distancia entre los dos es mínima.

Entonces siento sus delgados labios aplastar un delicado y lento beso en los míos.

Esto no es un pico, pero admito que cuando se separa y noto mis labios enfriarse, me entra un poder incontrolable de agarrándolo y besarlo con pasión. No lo hago por el alboroto que se monta mi familia, parece que hasta ellos están más emocionados por el "pico" que yo.

—¡Tomé la foto! ¡TOMÉ LA FOTO! —grita eufórica mi madre.

Antes de que lo hiciera ya conocía su verdadero propósito. 

—¿Me podría pasar la foto?

Mi estómago reacciona tras escucharlo tan decidido.

—Se lo mandaré a Nicole y ella se hará cargo de hacerte llegar la foto —mueve sus dedos por la pantalla. No mucho después mi celular vibra con una notificación suya.

Seguido de aquella escena, que puedo garantizar que fue oro para el público familiar, me empiezan a cantar las mañanitas. Maximiliano rodea la mesa trotando para grabar y tomar fotos por igual.

Al momento de soplar las velas, el único deseo que pido es que mi relación falsa deje de serlo para convertirse en algo pleno, hermoso, consumidor y real. Lo hago con los ojos apretados y un deseo acentuado. Una parte de mí cree revelar lo que quiero con Maximiliano, porque al abrir los ojos, me observa con un brillo distinto.

Hoy estoy tan curiosa, que quiero preguntar por qué mi mira de tal manera. 

Se abre la oportunidad cuando la tarde avanza, se pone el sol y las parejas se ponen a bailar al ritmo de la música clásica. Es una tradición que comenzó con mis padres. En anteriores celebraciones rogaba por tener una pareja y ahora que estoy aquí, con las luces colgantes iluminando a mis padres, Derek con su pareja y Ándres con Julieta que se mueven con pasos coordinados, espero paciente a que Maximiliano se desocupe de una llamada importante —que le ha molestado recibir— para invitarlo a bailar.

Mientras Me Busques (1º) ©Where stories live. Discover now