Capítulo 6

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Entré en clase y todo seguía como siempre, mis compañeros tirándose papeles entre ellos, y el delegado de clase intentando tomar el control para que se comportaran.

Miré a mi alrededor y Taehyung no parecía estar a la vista. Me puse nerviosa mientras estaba sentada así que empecé a garabatear cosas al azar en un papel.

—Clase, a vuestros sitios —ordenó el delegado y todos regresaron a sus respectivos asientos.

—Buenos días a todos —saludó la Sra. Jung.

Todos devolvieron el saludo y se sentaron.

—Sacad los deberes de matemáticas, los voy a recoger —dijo ella. Todos los sacaron, menos yo.

Anoche estaba demasiado cansada para hacerlos, estaba ocupada pensando en lo que sucedió por la noche cuando caminaba de vuelta a casa.

¿Cómo me encontró Taehyung allí? ¿Por qué me salvó?

—¿Lee Hyejin?

Salí de mis pensamientos.

—¿S...Sí?

—¿Dónde están tus deberes? —me preguntó la Sra. Jung.

—Y... Yo, ehhhh...

—¿No los has hecho verdad? —me cortó, observándome fijamente. Estoy muerta. La Sra. Jung no es alguien a quien se le pueda hacer perder el tiempo.

—¿Por qué? ¿Te has convertido en Taehyung? —me cuestionó.

En ese momento, la puerta se abrió y Taehyung entró en clase.

—Hablando del rey de Roma, Kim Taehyung —dijo—. Supongo que tú tampoco has hecho los deberes.

—¿Había? —preguntó y la clase entera empezó a reír.

—¿Qué castigo queréis esta vez? —nos preguntó la Sra. Jung.

—No lo sé, elija usted —le contestó.

Recé de nuevo para que no fuera el mismo castigo de levantar los brazos mientras esperamos a que se acabe la hora.

Pero en cambio, era algo peor.

—Dos horas castigados, presentaros aquí después de clase.

Me quedé boquiabierta, odio ese tipo de castigo.

—Sra. Jung, pero no puedo... —dejé de hablar cuando se giró para encararme con esos ojos de bruja.

Sin embargo, Taehyung por otro lado estaba tranquilo; se sentó sin ningún problema, básicamente porque estaba acostumbrado a estar castigado.

***

—Entrad. Ni siquiera intentéis escapar de esta clase —dijo la Sra. Jung, cerrando la puerta de un golpe después de que Taehyung y yo entráramos al aula de castigo.

Segundos después de que ella se alejara de la puerta, me quejé.

—¿POR QUÉ LE DEJASTE ESCOGER EL CASTIGO?

—Cállate, son solo dos horas de no hacer nada —respondió.

—Sí, pero tengo hambre y quiero irme a casa, ughhhhh... —grité pataleando.

Me senté en una de las sillas de la clase, luego me puse enfrente de Taehyung y lo miré fijamente.

—¿Qué miras pequeña mocosa? —puso los ojos en blanco.

—Nada, ¿cómo lo...? Quiero decir, ¿dónde estabas...? ¿Por qué...? —Me tomé un respiro. No sabía qué preguntar primero.

—¿Qué pasa? —preguntó mientras apoyaba su cabeza en la mesa que había entre nosotros.

—¿Cómo y por qué me salvaste ayer por la noche? —pregunté.

—Bueno —suspiró y se incorporó. Se inclinó hacia mí y me miró a los ojos. Me puse nerviosa, esperando alguna explicación profunda—. Quería hacerte una broma...

Puse los ojos en blanco y perdí el interés, me recliné en mi silla.

—Continúa —dije.

—... Quería asustarte, así que en realidad te estaba siguiendo hasta el callejón, pero luego oí que gritabas —me explicó—... Y bueno, entonces eso sucedió.

Asentí, luego esperé a que volviera a hablar, pero al contrario de lo que yo pensaba se quedó en silencio.

—¿Qué?

—¿No te acabo de hacer otra pregunta? —dije con obviedad—. ¿Cómo, y por qué? —añadí.

—No sé por qué, eres una amiga, supongo, así que te ayudé. Ya no te debo los cinco mil wons —sonrió.

Me reí entre dientes.

—Sí, sí, lo que tú digas.

*

Escuchaba al reloj hacer tic tac, pero parecía que el tiempo no avanzaba. Por suerte, solo quedaban quince minutos.

Giré a mi derecha y vi a Taehyung durmiendo con la espalda apoyada en la silla, con la boca abierta y con los brazos cruzados.

Sonreí. ¿Debería molestarlo? ¿Cómo?

Me acerqué a él y me aseguré de que de verdad estuviera dormido. ¿Ronquidos? Comprobado.

Saqué mi rotulador permanente y cuidadosamente dibujé un ojo en su frente. De vez en cuando se quejaba, pero logré pintarle la cara sin problemas, dibujé un pequeño corazón junto a sus ojos para dar los toques finales. Ya está, maquillaje hecho, incluso está más guapo que yo.

Hice mi mayor esfuerzo para contener la risa, pero cuando volvía a mi asiento no pude evitar estallar en carcajadas al ver su cara, despertándolo.

—¿Qué pasa? —dijo frotándose los ojos.

—Nada —contesté con una sonrisa.

Dio un suspiro seguido de un bostezo. Se levantó para estirarse y caminó lentamente hacia la ventana.

—Qué buen día hace hoy, espera... Mi cara... —Vio su reflejo en el cristal y luego se giró hacia mí —. ¡LEE HYEJIN!

Seguí riendo, él empezó a dar vueltas por la clase persiguiéndome.

—¡TÚ, NIÑATA! ¡CÓMO TE ATREVES A HACER ESTO A MI HERMOSO ROSTRO!

Le saqué la lengua y corrí lejos de él hasta que me cansé, fui hacia una esquina con la respiración entrecortada.

Vino a por mí, también jadeando. Quería correr, pero él me empujó de nuevo contra la pared.

—Tu hora ha llegado —anunció sacando un rotulador de su bolsillo.

—¡¡NOOOOO!! —grité e intenté alejarlo, pero él era lo suficientemente fuerte como para mantenerme atrapada en la esquina.

—Quieta, déjame pintarte —dijo y agarró mi brazo con fuerza para evitar que me alejara de él. Acercó la punta del rotulador a mi cara.

—¡PARA! —Pisé con fuerza su pie. Intentó soportar el dolor, pero no pudo, terminó cayendo hacia atrás, pero como estaba agarrando mi brazo, yo también caí, encima de él.

—Ay —dijo frotando su trasero, luego me miró, y yo lo miré. La puerta se abrió y la Sra. Jung entró en la clase.

—Su castigo a...

Nos vio en esa embarazosa posición, se quedó clavada en su sitio, sin creer lo que sus ojos estaban viendo.

Me aparté de él y rápidamente me puse de pie, limpiándome la ropa. Taehyung también se levantó rápidamente y se alejó de mí.

—S... Sra. Jung, eh, hola, ¿se acabó? —pregunté, tratando de distraerla de lo que acababa de ver.

—S... Sí, puedes irte —dijo mirándonos de arriba a abajo.

—Bonito dibujo el de tu cara, Taehyung —comentó—. Solo estabais pintándoos la cara, ¿verdad?

Sonrió y se fue.

Mierda.

Mr Arrogant || kth. » libro 1 (Traducción)Where stories live. Discover now