Capítulo 8

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Pasé cuarenta y cinco minutos haciendo un mapa mental para nuestro trabajo de sociales mientras Taehyung dormía en el escritorio a mi lado. Parecía que yo fuera la castigada en vez de él.

—Yah, Kim Taehyung —lo llamé y le di una patada a la pata de su escritorio para despertarlo. Su cabeza aún descansaba sobre la mesa. Volví a darle otra patada más al escritorio.

No se movió. Me acerqué y sacudí su hombro.

—¿V-yah? ¿Taehyung? ¿Kim Taehyung? —seguí llamándolo.

—... ¿Qué...? —respondió bajito. Uf.

—Oh, menos mal que has respondido, pensaba que estabas muerto —le dije.

Pensé que iba a contestarme, pero se quedó en la misma posición. ¿Este crío está realmente enfermo?

—Yah, siéntate recto —le ordené y lo hice recostarse en su silla. Se veía cansado. Puse mi mano sobre su frente notando como esta estaba casi ardiendo.

—¡Ay, tienes fiebre! —exclamé

—Lo sé, ya se irá —dijo.

Lo miré nerviosa. ¿Debería llevarlo al médico? ¿O debería decírselo a la Sra. Jung? Espera no. Ella me preguntará y sospechará de que me preocupo demasiado por él.

—¿E... Estás, em, b... bien? —pregunté.

Él no respondió, y me preocupé aún más.

—Iré a llamar a la Sra. Jung —anuncié, haciendo el ademán de levantarme, pero sentí una mano agarrarme la muñeca.

—No —dijo—. Solo me quedan quince minutos.

Sonaba muy débil. Decidí sentarme a su lado y esperar.

Luego pasaron quince minutos, bastante lentos, hasta que se abrió la puerta.

—¿Oh? Hyejin, ¿tú también estás aquí? —dijo la Sra. Jung.

—Bueno, se supone que debemos discutir sobre un trabajo, pero parece que Taehyung hoy está enfermo —le expliqué.

—Pues más le vale empezar a hacer los deberes que le mando o la próxima vez que esté enfermo lo pasara castigado aquí. De todos modos, os podéis ir —declaró saliendo de la sala.

Me puse de pie y me giré hacia Taehyung.

—Puedes volver a casa solo, ¿verdad? —se recostó en su silla y se sentó como un niño pequeño amenazando con quedarse dormido.

—Llévame a caballito a casa —pidió, extendiendo sus dos brazos hacia mí.

—¡Yah! ¿¡Estás loco!? —grité.

Hizo un puchero y se quejó.

—A caballito, a caballito, a caballito... —murmuró con los ojos entreabiertos.

Al final salí del aula de castigo, pero con ese crío pesado a cuestas. Casi me caigo por la escalera mientras lo llevaba sobre mi espalda e intentaba bajar al primer piso.

Salí del instituto y la gente comenzó a mirarnos a Taehyung y a mí, pensando lo extraño que es que una chica lleve a un chico a caballito.

—¿A dónde voy? —pregunté mientras arrastraba mis pies y soportaba todo su peso.

—Recto... —susurró. Se estaba quedando dormido.

—¡¿CÓMO PUEDES QUEDARTE DORMIDO MIENTRAS LUCHO CON TODAS MIS FUERZAS PARA LLEVARTE A CASA?! —le grité, pero él me hizo callar. Suspiré y seguí caminando.

Mr Arrogant || kth. » libro 1 (Traducción)Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz