Capítulo 9

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A la mañana siguiente me dirigí a casa de Taehyung temprano, a las nueve de la mañana ya estaba delante de su puerta. La mejor cosa que puedo hacer para empezar mi día un sábado.

Suerte que nuestras casas no estaban tan lejos. Pero aún no podía creer que viviera en un lugar tan hermoso, es rico y nunca lo supe.

Me llevó bastante tiempo encontrar su casa, pues me perdí un poco en medio de tantas mansiones. Caminé recto hasta que vi el conocido tejado blanco y el mismo Maserati azul estacionado frente a la verja.

Llamé al timbre y grité su nombre un par de veces, pero la puerta no se abrió. Frustrada, eché un vistazo a mi izquierda, a mi derecha y a mi alrededor. No había nadie mirando. Escalé cuidadosamente la verja para llegar al otro lado, esperando que no hubiera cámaras de seguridad.

Corrí hasta la puerta principal y la golpeé varias veces.

—¡KIM TAEHYUNG ABRE LA PUERTA ANTES DE QUE YO...! ¡OH DIOS MÍO!

La puerta se abrió y me permitió ver a un Taehyung medio desnudo, con solo unos pantalones de pijama. Su pelo estaba desordenado y sus ojos estaban medio abiertos. Claramente, acababa de despertarse.

Al ver la horrible vista, me cubrí los ojos y me di la vuelta.

—¿Qué hora es? —preguntó con su voz ronca de recién levantado. Santo cielo.

—Las nueve de la mañana —le respondí—. ¡Ponte algo de ropa!

Todavía estaba mirando hacia otro lado cuando fui arrastrada dentro de la casa, entonces él cerró la puerta de un portazo. Jadeé y presioné mi espalda contra la pared cuando se acercó a mí. Agarré el paraguas más cercano a mi posición e intenté protegerme de él.

—¿Qué haces aquí? —suspiró.

Me quedé en silencio porque estaba demasiado cerca. Se dio cuenta y retrocedió unos pasos para dejarme espacio.

—Se s-supone que debemos hablar sobre el trabajo de s-sociales —tartamudeé y lentamente guardé el paraguas.

Frunció el ceño, pero sus ojos aún seguían adormecidos.

—Lo que tú digas, sube.

—¿Podemos hablarlo en el comedor? —pregunté.

—Cállate, me gusta más mi habitación —declaró y subió mientras yo a regañadientes lo seguía por detrás.

Su habitación estaba hecha un desastre. Su cama era como un hábitat de la selva y la ropa estaba esparcida por todo el suelo.

Pero algo llamó mi atención. Había un lindo peluche con forma de león en su cama. Probablemente lo abrazaría hasta dormirse. Él estaba recogiendo su paquete de cigarros mientras yo subía a su cama y cogía el juguete.

—YAH NO TOQUES AL SEÑOR L... —me detuvo. Frunciendo el ceño, dejó caer su caja de cigarrillos mientras venía hacia a mí a grandes zancadas. Una vez a mi lado me arrebató el peluche.

—¿Sr. León? ¡JAJAJAJAJAJAJAJA! Taehyung el chico malo se abraza a un peluche para dormir —me reí tan fuerte que caí al suelo, todavía riendo.

—¡Yah! ¿Es un crimen abrazar a un peluche mientras duermes? —cuestionó.

Su imagen en este momento parecería varonil: medio desnudo, con pantalones de pijama, el pelo desordenado y una hermosa voz de recién levantado. Pero el muñeco lo arruinó todo.

Después de una buena carcajada que duró seis minutos, paré, sin embargo todavía estaba haciendo todo lo posible por aguantar la risa porque Taehyung estaba sentado en su cama, abrazando su peluche de león mientras hacía pucheros.

Mr Arrogant || kth. » libro 1 (Traducción)Where stories live. Discover now