Mr Arrogant || kth. » libro 1 (Traducción)

Capítulo 29

Las clases terminaron y desafortunadamente para mí, estaba castigada. Fui a informar al Sr. Kim y me enviaron a una clase. 

—Entra —ordenó y yo entré suspirando. Después de cerrar la puerta echó el cerrojo.

Justo entonces, vi a Taehyung durmiendo en un escritorio en medio de la clase. Una vez más, no soy la única castigada. Sonreí y me acerqué a él. Quería sentarme a su lado cuando de repente un pensamiento me vino a la mente. 

"Choi Mina".

No, no puedo acercarme a Taehyung. No puedo traicionar a Mina. 

Suspiré y me fui de puntillas a otro asiento. Retiré una silla en silencio y me senté, descansando mi cabeza sobre la mesa. 

Muy bien, para ser honesta, debo admitir que tengo sentimientos por Taehyung. Solo unos pocos. Sé que es una persona fría y mala. Pero cuando es amable, realmente lo es. Sabiendo que a Mina también le gusta, estoy haciendo todo lo posible por alejarme de él y no enamorarme. No puedo traicionar a Mina, es mi mejor amiga. 

Seguí pensando en eso, haciendo que mis ojos se llenaran de lágrimas, cuando repentinamente alguien dio una palmada frente a mi cara y me sobresalté. 

—¿Hola? —dijo Taehyung.

—Oh, hola —respondí y fingí una sonrisa. 

Se sentó a mi lado e inmediatamente me sentí incómoda, rápidamente me senté recta y me aseguré de que hubiera una distancia de seguridad entre nosotros.

—¿Por qué estás tú aquí? —preguntó.

—Llegué tarde a clase, ¿recuerdas? —respondí.

—Tcchh, ¿por qué últimamente estás llegando tarde? —volvió a preguntar, me tocó el brazo y me alejé—. Yo estoy aquí porque me pillaron pintando la mesa del profesor otra vez. Qué mala suerte, eh —confesó. 

Fingí una sonrisa otra vez y lo ignoré, mirando hacia otro lado. Agarré nerviosamente los bordes de la silla. 

—Yah, déjame ver tu mano —insistió. 

Me entró el pánico y lo ignoré de nuevo. Me agarró la mano que tenía la marca roja. Rápidamente lo alejé de mí. 

Me miró confundido. 

—Solo quiero mirar la marca roja, ¿qué te pasa? 

Me mordí el labio y miré hacia abajo. 

—No hay necesidad de hacerlo. Estoy bien —le dije. 

—Yah... ¿Por qué te han pegado? ¿Es porque llegaste tarde a casa anoche? —indagó. 

Asentí levemente, pero ni siquiera lo miré. 

—Estás muy rara hoy, pabo Hyejinnie —dijo inquieto y estudió mi rostro. 

—Solo déjame en paz, necesito descansar —dispuse y descansé mi cabeza sobre la mesa. Él hizo lo mismo, puso su cabeza en frente de la mía y no dejó de mirarme. No puedo descansar sintiendo su presencia tan cerca de mí. Simplemente es inapropiado. 

Me rendí y finalmente le miré con los ojos un poco llorosos. Parece que no puedo esconder estos sentimientos. 

—¿Estás bien? —me preguntó, aún mirándome—. Eres tan rara. 

—Taehyung ah... —lo llamé. 

—¿Qué? —respondió. 

—De ahora en adelante, ¿puedes mantenerte alejado de mí? Quiero decir, no hablemos en absoluto ni comamos juntos durante el recreo. Y trataré de que no me castiguen al mismo tiempo que tú —le dije mientras contenía las lágrimas. Para ser sincera, no tenía ni idea de por qué estaba llorando.