Capítulo 5

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Bertholdt se aferraba a los tirantes de su mochila caminado sin mirar a su novio, aunque sabía que venía tras él

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Bertholdt se aferraba a los tirantes de su mochila caminado sin mirar a su novio, aunque sabía que venía tras él. Estaba tan molesto por su comportamiento, no entendía por qué había relacionado de tal manera si ni siquiera estaba haciendo algo malo.

Pero, después de un par de metros, sentía una intensa agonía por su Alfa, algo en su interior decía que se lanzara sobre él y curara sus heridas.

—Rei~Rei— le llamó —¿T-te duele mucho?

—¿Mhp?—escuchó como le llamaba y se acercó a él—¿Doler? B-bueno un poco aunque me duele más haberte lastimado... —exclamó pasando su lastimada mano sobre la mejilla ajena.

Para Hoover ese toque había sido tan cálido y reconfortante, que simplemente no quería separarse de él, suavemente afianzó la mano ajena sobre su mejilla, le miró a los ojos y no pudo evitar sentirse afligido al ver esos feos moretones.

—Vamos a mi casa y curemos esas heridas—murmuró tierno mientras limpiaba un poco de sangre en la mejilla ajena. Suavemente entrelazo sus dedos con los de su Alfa, le sorprendía el hecho de que con sólo una caricia le hacía olvidar todo.

Él simplemente estaba enamorado de aquel rubio tonto.

—Está bien pero... ¿Tus padres no se enojaran por verme así?—tal vez estarían enojados y eso que ni siquiera sabían que habia marcado a Bertholdt, y darles la noticia en ese estado no parecía buena idea.

— Entraremos en silencio— dijo con una risita cómplice, realmente debía mantenerse tranquilo y tener todo en secreto por ahora. Sus padres aún no habían visto su marca, tampoco sabían que no era casto.

—Sabes creo que ahora empiezo a sentir los golpes—dijo en un tono algo  graciosos

— Pobrecito mi Rei~Rei—murmuró con dulzura.

Llegaron a su destino después de algunos minutos, Bertholdt abrió la puerta con cuidado dejando pasar a su pareja, le hizo una seña para que se mantuviera cayado.

—Vamos arriba— señaló el camino a su habitación.

— Está bien—dijo en tono bajo para no hacer ruido, empezó a caminar con cuidado de no pisar nada que hiciera ruido. Aunque se conocían hace tiempo era la primera vez que iba a casa de su ahora pareja. Tenía temor de los padres del moreno, agradecía que la escena anterior no los haya alertado.

El de ojos verdes sonreía como un tonto llevando a su Alfa hasta su habitación, dejó su maleta en el suelo y cerró la puerta a sus espaldas.

—Ponte cómodo— sugirió mientras buscaba algo con que limpiar las heridas de su pareja.

—Está bien—dejó su mochila en el suelo y sentó suavemente en una silla que había ahí junto a un pequeño escritorio, sentía como le dolía el cuerpo, el castaño había sido muy duro con él

Engelsflügel〔ReiBert〕│〔Omegaverse〕#YaoiAwardsМесто, где живут истории. Откройте их для себя