Capítulo 28

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Tenía que ser una maldita broma, no había elegido peor momento para decirle eso, aquel cascarrabias sintió su sangre hervir de enojo, no importa que hiciera o cuanto se esforzara, Bertholdt seguía burlándose de él

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Tenía que ser una maldita broma, no había elegido peor momento para decirle eso, aquel cascarrabias sintió su sangre hervir de enojo, no importa que hiciera o cuanto se esforzara, Bertholdt seguía burlándose de él.

—¿¡Cómo me dijiste!?—bramó con enojo mientras pasaba sus manos por la espalda contaría y lo presionaba con fuerza contra él, empezó a penetrarlo con rapidez y fuerza, se encargaría de borrar cualquier vestigio de Reiner de la memoria del moreno.

Aquel nombre había escapado de sus labios casi que en un susurro, sin embargo en un momento nada adecuado. Podía sentir las embestidas llenas de odio, aquellas mismas que le daba su Alfa, el cual estaba furioso.

—Ah, perdón, perdoname— dijo entre lágrimas y jadeos. Su bebé había empezado a llorar y él también, ambos derramando lágrimas amargas, mientras era penetrado de manera violenta.

—Te sigues burlando de mí Bertholdt... No permitiré que lo sigas haciendo—habló con firmeza mientras llevaba su boca al cuello del contrario y lo mordía posesivamente.

—N-no lo hice a propósito..., ngh, lo juro...— susurró en un jadeo, esa mordida había sido profunda. Los llantos del bebé, llegaban a ser ensordecedores, él se movía inquieto queriendo alcanzarlo—. ¡No llores amor, estoy aquí!

—¡Cállate, Bertholdt! —bramó con furia y firmeza.

Él se la pasaba trabajando y estudiando para ser el mejor novio que podía, sin embargo cuando estaba con Berth apenas y le prestaba atención por culpa del bebé, y ahora que al fin tenían intimidad, Bertholdt se atrevía a mencionar el nombre del alfa que más odiaba en el mundo, decir que estaba enojado era poco.

La voz de mando le hizo agachar la mirada, y sólo soportar las embestidas furiosas, su corazón dolía de manera casi literal, mientras que su hijo lloraba él también lo hacía...

—¡Ah, duele!—exclamó con la voz rota. Trataba de alejarse del castaño, pero este tenía una gran fuerza —. ¡Me lastimas, duele mucho!— gritó con desespero, llorando como un niño.

Eso no se sentía nada bien, era una sensación sumamente devastadora, prácticamente le estaba volando..... Esperaba que anudara pronto.

—¡Me encargaré de que te olvides de ese bastardo! —sus fuertes embestidas resonaban en el lugar junto con el llanto del pequeño, sujetó fuertemente los brazos del moreno para que dejara de moverse, ya no estaba sintiendo placer, estaba furioso con Bertholdt y quería desquitarse, seguía dejando mordidas y chupones por todo su cuello y hombros.

—¡Me estás lastimado, ah~!—seguro esas esas marcas serían grotescas, horrendas y asquerosas.

Cómo era de esperarse, el castaño no podía ver más allá del enojo,  ignoraba el llanto y los gritos del moreno, él se lo había buscado, pensaba él.

Se preguntaba. ¿Por qué tenía que decir el nombre de Reiner en ese momento? Sólo quería burlarse de él...

—¿Te gusta burlarte de mí eh? ¡¿No, Bertholdt?!—le gritó en el oído continuando con sus embestidas, sujetaba fuertemente los brazos del moreno de seguro dejarían marcas que nos saldrían en días o quizás semanas.

Engelsflügel〔ReiBert〕│〔Omegaverse〕#YaoiAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora