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—¿Le pondras Reiner?—cuestionó con seriedad mientras lo veía desde el marco de la puerta, estaba seguro que si hacía eso el otro chico abandonaría a Berth sin dudarlo. Se volteo percatandose que Galliard ya esté lejos y entró.
—Sólo estaba bromeando...— dijo bajito, viendo como su papá se acercaba, le mostró al pequeño, mientras tenía un rostro serio.
—Así que es de él...—musitó analizando al pequeño.
—¿Y si es así qué?—preguntó con algo de enojo—. ¿Vas a negar que es tu nieto?
—No voy a negarlo, ese niño no tiene la culpa de la idiotez de sus padres—susurró con igual seriedad, no podría negarlo porque cuando el castaño se canse de la situación y dejé a Bertholdt, ese niño quedará bastante vulnerable.
—Entonces deberías cargarlo—dijo intentando no sentirse ofendido por el comentario de su papá. Extendió su pequeño cachorro hacia el mayor, esperando que lo tomará en sus brazos.
El señor Hoover tomó con cuidado al pequeño recién nacido, lo analizó unos segundos, se parecía un poco a Bertholdt sin embargo tenía cierto aire a ese chico Reiner, sin embargo aún era muy pequeño por lo que tal vez luego se parezca más al castaño...
O quizás todo lo contrario....
—Berth, he escuchado como pelean tú y ese chico... Parece un tanto... Irrascible. ¿Estás con él solo por el niño?
—Peleamos porque hice las cosas mal—murmuró en su defensa—. Mi bebé necesita un papá, y lo sabes— se quedó un rato en silencio, soltando un suspiro un poco después—. En caso de que el bebé sea de Reiner, ¿qué debo hacer?
— Si es de Reiner... Te aseguro que ese chico Porco no se lo tomara para nada bien, pero es cierto que un Omega con un hijo y sin padre está destinado al sufrimiento —comentó con sinceridad para ir a sentarse a la silla donde antes estaba el castaño—. Si ese chico te deja, el bebé podría morir... Así que deberías engañarlo, el bebé no tiene el cabello rubio, quizás podría funcionar.
Ya al parecer aquel rubio estaría clavado por siempre a su alma, veía como su papá miraba a su bebé, parecía que lo quería, aunque no estaba del todo seguro.
—No quiero que mi bebé muera...—murmuró con tristeza, tratando de agarrar a su hijo—. Papá, él no se va a creer eso tan fácilmente. El bebé lo rechaza...
Miró a su progenitor e hizo un pequeño puchero, ¿de verdad la vida era tan trágica? Apenas conocía a su bebé y ahora le decían que estaba en peligro.
El mayor al ver les gestos de su hijo nuevamente le pasó a su bebé, entendía que decirle estás verdades a su hijo era bastante cruel, pero sería peor que no sepa nada.
—Si el bebé lo rechaza entonces no es de él, no tienes más opciones... Deberías intentarlo—dijo como última opción, aunque también podría buscar a Reiner, pero sería demasiado riesgoso—. Manténlo contigo al menos hasta que el bebé sea más grande y fuerte, luego si te deja será menos peligroso, aunque sería preferible que no lo hiciera.
