Capítulo 31

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Los días habían pasado, René se mantenía aún buscando el aroma del rubio, aun después de haber lavado la ropa, y es que ese niño había quedado maravillado con la esencia de Reiner, desde la noche en que su madre llegó de aquella discoteca, no podí...

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Los días habían pasado, René se mantenía aún buscando el aroma del rubio, aun después de haber lavado la ropa, y es que ese niño había quedado maravillado con la esencia de Reiner, desde la noche en que su madre llegó de aquella discoteca, no podía dejar de hundir su pequeña nariz entre la prendas ajenas.

Justamente, Bertholdt tenía colgando a su nene de las caderas, sosteniendolo con una mano, mientras que con la otra revisaba los bolsillos de un pantalón.

Su vista se iluminó al ver esa tarjeta.., era de él. Se la había dado esa noche.
Sin pensarlo mucho, lo llamó...

—Contesta por favor...—susurró un tanto impaciente.

Por su parte el de ojos mieles, se encontraba en su pequeño apartamento en el centro de aquella ciudad tan ajetreada, como trabajaba de noche, en las tardes y mañanas dormía o hacía cosas sin sentido.

En ese momento estaba viendo televisión cuando recibió el llamado de un número extraño, esperaba que fuera algo importante.

—¿Howa?—contestó con la boca llena, pues estaba comiendo pizza.

Reiner...—murmuró el moreno con emoción, de verdad sentía ganas de llorar. Esa voz, podía reconocerla a kilómetros de distancia, era su Rei~Rei, dejó al pequeño bebé en su cuna mientras hablaba.

El fornido tragó rápidamente lo que estaba comiendo al reconocer la voz de su antiguo amor.

—¡Bertholdt! Pensé que no llamarías —dijo riendo un poco.

—Lo siento, he estado ocupado últimamente—estaba cuidando a su bebé y tratando de terminar su estudios.

Parecían dos amigos, sólo dos buenos amigos.

—¿Cómo te encuentras?—preguntó Braun tratando de no parecer demasiado emocionado.

—Estoy bien, y tú ¿cómo has estado?—cuestionó con naturalidad.

Pará el rubio parecía como si nada hubiera pasado entre ellos, en cierta forma le gustaba porque sería mejor así, él solo le hacía mal a Bertholdt.

—Igual... Estoy bien, como notaste trabajo en la noche así que ahora estaba holgazaneando—comentó pensativo, quería decirle cosas interesantes para que no se aburriera pero nada venía a su mente.

Me alegro mucho...., de verdad no sabes cuanto—murmuró con nostalgia, mientras veía a su bebé, le agarró una de sus manitas y empezó a acariciarle suavemente el dorso—. Sabes, debemos vernos algún día..., me han pasado muchas cosas que necesitas saber...

—¡Claro cuando quieras Berthy!- se esperaba que dijera que se estaba feliz con Porco y que se había graduado, cosas normales, en su mente a Berth le estaba yendo de maravilla sin él—. Mmm... ¿Estás ocupado hoy?—preguntó sin rodeos, estaba ansioso por ver a Bertholdt y preguntarle cómo le iba, así podría estar tranquilo de saber que dejarlo fue buena elección.

Engelsflügel〔ReiBert〕│〔Omegaverse〕#YaoiAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora