Capítulo 36

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Sus ojos mieles se movían de lado a lado observando aquella hermosa escena; Bertholdt con su hijo en brazos era como si la puerta de ese apartamento fueran las puertas del cielo

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Sus ojos mieles se movían de lado a lado observando aquella hermosa escena; Bertholdt con su hijo en brazos era como si la puerta de ese apartamento fueran las puertas del cielo.

—Hola pequeño Reiner~—dijo bajito y sin hacer mucho ruido entró en el apartamento.

En cuanto el moreno cerró la puerta se quitó las gafas y la capucha dejando ver su rostro, observando al pequeño que parecía más animado.

—Gracias por venir—murmuró, el de luceros verdes con pequeñas lágrimas en sus ojos, parecía irreal tener a ese alfa de nuevo frente a él. El niño no dejaba de reír viendo a su papá, quería lanzarse de lo brazos ajenos para abrazar al rubio—. ¿Quieres cargarlo?— preguntó con una sonrisa.

—Claro que sí —aunque no lo hubiera preguntado lo habría cargado igual, se acercó al moreno y tomó al pequeño entre sus brazos, podría sentir como este le abrazaba y babeaba en su ropa—. ¿Por qué lloras Berthy? ¿Estás bien? ¿Ese no te hizo nada, no? —cuestionó con preocupación analizando al azabache, sus ojos estaban buscando respuestas.

—No, no pasa nada....— susurró limpiando sus mejillas—. Es sólo que no quiero que el niño sufra, es claro que le tiene miedo a Porco, hasta se esconde de él— dijo recordando aquella fatídica noche, cuando tenía miedo de entrar en la habitación.

El niño se puso algo inquieto, parece que el solo hecho de nombrar a ese hombre le hacía temer, Hoover pudo notarlo muy bien. No era justo que un pequeño sufriera de esa manera.

—Ya, ya, bebé, ahora yo estoy contigo —dijo Reiner moviendo a su hijo, tratando de calmarlo—. Berth, si le tiene miedo es por algo. Yo tampoco quiero que mi hijo sufra, me lo llevaré lejos de ese si es necesario—comentó con seriedad.

—No te lo puedes llevar, él es mi vida...—soltó un suspiro cortado, mientras agarraba la mano de su pequeño, era tan hemroso, igual a su papá, con esos ojos de miel.

Y tal vez Reíner viva en un lugar mucho más pequeño, quizás no tenga tanto dinero actualmente, pero al menos con él, ese niño no viviría con miedo constante.

—Lo siento Berth pero el niño tiene miedo...—no le gustaría separarlo de Bertholdt, y además sería como decirle toda la verdad al castaño, pero qué más podría hacer...

—No me hagas eso por favor, moriré sin mi bebé— habló entre lágrimas, no iba a dejar que se lleven lo único que tenía—. Rei~Rei, hay muchas cosas que aún no sabes...., y estoy seguro que si te llegas a entrenar todo será peor—musitó dubitativo el de ojos verdes.

—Entonces no me has dicho todo aún...—dedujo el rubio, se sentía tan ansioso y algo preocupado, estaba nervioso y el comportamiento misterioso de Bertholdt no ayudaba en nada.

—Si quieres que te diga la verdad sólo escucha, ¿bien?

Había llegado la hora de sacarlo todo, de no dejar nada a la suerte, ese rubio debía saber los horrores que a veces el castaño le hacía pasar.

Engelsflügel〔ReiBert〕│〔Omegaverse〕#YaoiAwardsOnde histórias criam vida. Descubra agora