Capítulo 27

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Meses después

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Meses después...

Pasaron unos meses desde que Bertholdt salió del hospital, el bebé cada día estaba más grande, sin embargo cada que Porco se acercaba a Bertholdt para darle cariño, el nene lloraba y el moreno se desocupaba por completo de su novio, Galliard se sentía dejado. Pasó de ir todos los días a ver al moreno, a ir tres o cuatro veces a la semana.

Cuando no lo hacía estaba buscando cariño en otro lado...

Y Hoover podía sentir lo que hacía su alfa en estos últimos meses, sabía que Porco estaba teniendo aventuras con otros Omegas, en las noches su marca ardía y su bebé lloraba sin control, ni los biberones le calmaban.

Ahora estaban él y su hijo en la sala, lo tenía recostado sobre su pecho, mientras este dormía plácidamente.

—¡Berth soy yo, abre la puerta!—exclamó Porco desde afuera.

Aquel  llamado en la puerta le hizo abrir los ojos de par en par, podía sentir el aroma mezclado de Omegas fáciles, demoró un poco en atender, pero llegó a la puerta con su bebé en brazos.

—Pasa...—dijo con una mirada neutra. Podía sentir aroma a puta...., eso era asqueroso.

Y parecía que Porco no se sentía culpable en lo absoluto, era culpa de Bertholdt por haberlo descuidado; creía él. Entró cuando este se lo permitió, eran varios días que venía viendo a Bertholdt enojado y sabía porque.

—¿Cómo estás Reny?—cuestionó con una voz rara acercándose al bebé cómo si nada pasara.

Definitivamente al de ojos verdes le enojaba la cara de tonto que se traía Porco, parecía que había estado disfrutando por otros lados.

—Aléjate de mi hijo, no lo toques...—rápidamente alejó a su bebé ocultándolo en su pecho, el pequeño parecía gruñir enojado, mientras apretaba sus puños, parecía estar molesto con el castaño.

El Alfa también gruñó molesto ante esa actitud, Bertholdt no tenía derecho a reclamarle nada, no estaría así si el moreno se hubiera preocupado más por él.

—Vamos Berth no seas así— comentó con una risa idiota acercándose al ojiverde por detrás, suavemente le tomó de la cintura, tal vez ahora podría ser cariñoso y le perdonaría todo—. Juega conmigo~

Rápidamente, Hoover se revolvió entre los brazos del alfa, mientras este estaba allí casi sobre él.

—¿Jugar? ¿Por qué mejor no sigues con ese Omega con el que te revuelcas...?

—¿Y no te preguntas por qué recurrí a eso?— preguntó con enojo mientras lo soltaba, de mala gana fue a sentarse en uno de los sofás de la casa, poniendo sus pies sobre la mesa de café—. Tú nunca quieres que te toque Berth, así que no me reclames nada—dijo con una mirada cortante hacia el moreno.

Engelsflügel〔ReiBert〕│〔Omegaverse〕#YaoiAwardsHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin