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«Yo cuando mis amixs me dejan sola en la fiesta...»
Sucede que Mina había estado grabando todo lo sucedido en esa fiesta, documentando todo hasta la escena en el auto, claro, que sólo dejó material conveniente en el que parecía que el moreno estaba de acuerdo con lo sucedido. Subió aquel video a las redes y rápidamente se viralizó entre todos los compañeros del colegio. Podía verse en las redes sociales como Bertholdt bailaba de manera alocada y vulgar, y como Eren disfrutaba de tenerle restregandose contra su cuerpo.
En el video, Berth parecía un Omega de la calle...
Nuevamente el señor Hoover llevó a su hijo a otro día de clases, este tenía un moretón en el rostro y le había explicado que se había golpeado con algo, no le creía del todo, pero decidió dejarlo pasar por esta vez.
—Nos vemos Berth—dijo el mayor mientras dejaba a su hijo en el edificio.
—Adiós, papá—murmuró bajando del auto.
Caminó hasta la entrada del colegio sintiendo la miradas filosas de la personas cortar su espalda, la fiesta había sido un total fracaso y él sólo quería olvidarse de eso.
Aún recordaba la experiencia que había vivido con Eren, simplemente deseaba poder desaparecer. A la distancia pudo ver a Porco y Marcel, también a Jean y Marco, sinceramente deseaba tener alguien para apoyarse. Extrañaba tener a Reiner cerca.
—Hola Berth...—dijo Jaeger pasando rápidamente a su lado mientras le daba un fuerte apretón en sus nalgas.
El azabache se sobresaltó al sentir el toque tan confiando de Eren, el castaño pasó como si nada junto a él aún cuando esa noche estaba dispuesto a tomarle a la fuerza.
—¡Oye!—exclamó Hoover con algo de enojo.
Rápidamente caminó huyendo por los pasillos del colegio, mientras recibía miradas que le rompían y le jugaban. Tenía miedo, se sentía pequeño, y muy triste.
No sabía que en su vida podría ser tan infeliz.
Se metió en los baños y se encerró en un cubículo lejano, sólo podia llorar y abrazarse a si mismo.
Porco había visto el video, de hecho todos lo habían visto, admitía que se sentía un poco decepcionado, no era posible que en tan solo una noche Eren había logrado cosas que él no había podido en meses, tampoco se esperaba esas cosas del moreno, en cierta forma estaba molesto. Y ahora le había visito correr hacia los baños, supuso que se sentía mal, a nadie le gustaría que le hicieran pasar ese tipo de vergüenzas. Decidió seguir al chico y fue directamente allá.
El de ojos verdes sollozaba solitario en el baño de varones, la puerta fue tocada y una voz amiga se dejó oír desde afuera. No le sorprendía si Porco pensara que él era un Omega cualquiera, si hasta él mismo se lo estaba creyendo...
