Capítulo 5 - Nuestro cinco y seis

2.4K 379 71
                                    

Cada octubre, Terin y yo realizábamos un viaje juntas, lo llamábamos nuestro cinco y seis, un nombre no muy original, pero cargado de significado para nosotras

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Cada octubre, Terin y yo realizábamos un viaje juntas, lo llamábamos nuestro cinco y seis, un nombre no muy original, pero cargado de significado para nosotras. Siempre viajábamos el cinco de octubre y llegábamos sin falta, al lugar que fuera, el seis de octubre, ni una hora antes, ni una hora después.

Cuando éramos más jóvenes nos hicimos una promesa, mientras estuviéramos vivas viajaríamos juntas cada año, sin importar el destino, y aunque nuestro trabajo nos permitía viajar juntas, y mucho, al final era eso, trabajo, por eso la promesa de no dejar de conocer tanto del mundo como pudiéramos.

Parte de la promesa incluía un viejo globo terráqueo que habíamos comprado en una tienda de antigüedades cuando teníamos diez años; en ese momento no supimos la razón por la cual ese globo en particular había llamado nuestra atención, pero cuando lo vimos a través de la vitrina aquel día sabíamos que tenía algo especial, hoy por hoy se había vuelto parte de nuestras aventuras. Lo hacíamos girar mientras nuestras manos permanecían unidas, tomábamos un pequeño llavero en forma de balero que llevamos sobre la superficie del globo, y esperábamos para ver cuál sería nuestro futuro destino a conocer.

A los 16 años viajamos por primera vez a La India, fue un viaje increíble, habíamos ahorrado como locas todo el año, conseguimos trabajos de verano en todos los sitios posibles, aunque nuestros padres no estaban del todo de acuerdo, mi tía Cony intervino y les dijo:

‹‹Si no viven ahora, entonces cuándo lo harán. Son jóvenes, llenas de vida y el mundo siempre será muy pequeño para que ellas no se atrevan a conocerlo un poco más››.

Habían decidido que ella fuera parte de nuestro viaje, y así lo hizo, por esa única ocasión ella formó parte de nuestra loca aventura, después vino Perú, Europa, Australia, un año nuestro viaje nos mostró Londres, así que decidimos que conoceríamos cada pequeño rincón de nuestra hermosa ciudad.

Es increíble cuánto se desconoce de la ciudad donde vives.

Alemania fue un lugar totalmente loco, nos encaminamos a la zona roja, conocimos los lugares más locos y hermosos que hubiéramos imaginado, cenamos al lado de varias chicas que trabajaban en ese lugar y conocimos personas increíbles, luego llegó Dinamarca, debo decir que en ese viaje nos pasamos la mayor parte con el trasero congelado, pero igual fue fantástico, Nueva Guinea fue algo de otro mundo, ese viaje fue simplemente mágico.

Este año Oaxaca nos esperaba, así que aquí estábamos, a punto de llegar a nuestro destino. Habíamos planeado hacer lo posible por recorrerlo durante las cuatro semanas que permaneceríamos aquí, y lo disfrutaríamos en grande.

Primero visitaríamos Huatulco y cada bahía que nos fuera posible, nos alojaríamos en un hotel esplendido, cortesía de mi amado y sobreprotector hermano. Cuando Anton se enteró de que viajaríamos en un vuelo lo suficientemente económico para que sus nervios se volvieran locos, y de que nos quedaríamos en un hostal pegó el grito en el cielo, cuando me enteré que había cancelado nuestro lugar en el avión y que nos había alojado en un hotel lo suficientemente caro para mis nervios se volvieran locos, yo pegué el grito en el cielo.

Sam #PGP2021Where stories live. Discover now