La playa se extiende mostrándonos un paisaje muy bonito, es uno de mis lugares favoritos en Jeju.
- ¿Cómo estas?- Pregunto.
- Bien, mejor.- Responde mi mejor amigo.
Sentados mirando el mar pronto veremos la puesta de sol tan bonita que echaba de menos contemplar en Incheon. Su flequillo se agita al son del viento mientras paso una fina manta sobre nuestros hombros ya que ha empezado a refrescar.
- ¿Siempre venias aquí cuando estabas mal?- Me pregunta.
Antes de mudarme mis padres solían llevarme muy a menudo a esta playa y cuando me sentía mal soñaba con volver aquí. Es ese lugar personal de cada uno, aquel que te encuentra cuando te has perdido. A ese sitio donde vuelves para recuperarte de las heridas.
- Si, me da paz.- Admito.- ¿A ti te transmite esa sensación?
- Si...- Confiesa.- Gracias por haberme traído, lo necesitaba.
Despues haber roto los dos con nuestras respectivas parejas he decidido invitarle a pasar un par de semanas a casa de mi tía para que los encontremos algo de calma y serenidad.
- De nada.- Murmuro.
Recuesto mi cabeza en su hombro y el besa la coronilla de mi cabeza con cariño para despues entrelazar su mano con la mía. Su piel esta caliente, aprieta mi mano mientras nos quedamos en silencio.
- Taeil...- Musito.
- ¿Si?- Pregunta.
- Prométeme que te quedaras conmigo.- Digo.- Siempre.
- Siempre.- Acuerda.
Cierro los ojos mientras su aroma de caramelos de café me envuelve.
NOTA DEL EDITOR:
¡Aquí estamos ya con la segunda parte de la historia y deseando publicar el capitulo 001!
¡Nos vemos!
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