Your World Begins With Me (Nakamoto Yuta/Moon Taeil).

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Jung Jaehyun me ofrece un vaso de agua mirándome con pena, aun no he podido parar de llorar y tengo el estomago tan revuelto que podría vomitar en cualquier momento. Querría llamar a Yuta y pedirle perdón por lo que le dicho hace una hora pero de nuevo el orgullo me frena al acordarme de las palabras que el ha dirigido hacia mi. Bebo un poco y le devuelvo el vaso, el se lo lleva a la cocina y me quedo sola en su cuarto. Cuando regresa se sienta en el borde de la cama a mi lado observándome. 

- No...- Digo con la voz temblando.- No es verdad lo que dije... No quería... No es mejor en la cama que Taeil, jamás se me había ocurrido pensarlo... Yo... No me arrepiento de conocerlo ni nada de eso y tampoco quiero que vuelva a Japón... Jaehyun... Soy idiota... Le quiero...

- Lo se.- Acuerda abrazándome.- Estabas muy enfadada...

- No sabia que se había quedado en Corea por mi.- Sigo hablando.-El... Despues de una las cientos de borracheras que tuve por haber roto contigo me estuvo consolando toda la noche... Vomite y creo que me desmaye, no recuerdo muy bien que paso... Pero despues por la mañana estaba en su habitación durmiendo, el estaba en el sofá... Y su madre en la cocina... 

" Me despierto inquieta aun con un dolor de cabeza terrible y aunque trato de levantarme al principio no puedo. No se que esta pasando y tampoco entiendo porque estoy en la habitación de Yuta sola. Algo aturdida consigo levantarme y veo que llevo puesta una camiseta que no es mía aunque tampoco el pantalón me pertenece. A duras penas me levanto y trato de salir de la habitación aunque debo detenerme en la puerta ya que un mareo no me deja continuar caminando correctamente. A pesar de que trato de recordar la noche anterior solo consigo evocar algunas imágenes inconexas entre si. Debo dejar de beber tanto, se que no puedo seguir así por demasiado tiempo ya que no es sano lo que me estoy haciendo. Salgo a lo que debe de ser el comedor donde al fondo esta la cocina y en ella hay una mujer. Oh, es su madre... Y yo con estas pintas. Ella se gira para mirarme y sonríe al verme dejando de fregar los cuencos de arroz. 

- Oh, ya te has despertado.- Dice.- Siéntate, voy a servirte un te y algo de comer. 

Obedezco incomoda por estar en su casa sin haber avisado previamente aun buscando a Yuta con la mirada ya que tampoco se encuentra por aquí. 

- Ha salido a hacer unas compras.- Dice adivinando mis pensamientos.- Esta al llegar, seguro que no tarda nada en llegar. ¿Cómo te encuentras? Mi hijo me explico que habías tenido alguna especie de intoxicación con la comida, estaba preocupada que fuera algo importante. 

- Bien, tengo la sensación .- Respondo con timidez.- Eh... Gracias por dejarme dormir, siento haber causado molestias.

- No, no.- Replica.-  Estaba preocupada por tu estado pero me alegro de que mi hijo te cuidara anoche. 

- Es realmente amable.- Acuerdo sonriendo.- A pesar de todo siempre ayuda a los demás.

Su madre, Eri, también sonríe ante este comentario. 

- Voy a compensarle por todo en el viaje final de curso.- Digo con convencimiento.

- Oh...- Exclama de pronto.- No podrá ir, volvemos a Japón. 

La miro de golpe y mi expresión cambia totalmente. 

- ¿A Japón?- Pregunto perdida.- ¿Para pasar las vacaciones de verano?

- No, no.- Aclara con pena Eri.- Volvemos para vivir allí. Mi marido ya ha firmado su traslado y ya tenemos todo preparado para irnos. ¿No os lo había dicho?... Siempre se guarda las cosas para el... 

- No lo sabia.- Replico bajando la mirada.-Nadie se ha enterado y... ¿Pero no volverán a Corea?

- Si, de vacaciones.- Contesta.- Además seguro que Yuta os visita en cuanto pueda.