VIII

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"Un mundo de rocíoy dentro de cada gota de rocíoun mundo en lucha

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"Un mundo de rocío
y dentro de cada gota de rocío
un mundo en lucha.
"
—Kobayashi Issa.







«»                    Había sido demasiado sencillo. Demasiado.

Solo bastó que la yema de sus dedos hiciera el mínimo contacto con la piel ajena, para que el intruso se atorara con su propia respiración y comenzara a desfallecer. Afortunadamente, Pierstom se pudo adelantar con rapidez, tirando sus armas a un lado y atrapó a Emilianno en brazos, antes de que cayera al piso. El infante dejó salir un chillido, antes de aferrarse con fuerza al cuerpo de su hermano mayor, luego Tom llevó sus ojos preocupados hacia la princesa, pero Margery no era capaz de mirar a nadie más que al hombre que acababa de asesinar.

Observó con extremo cuidado la manera en que la piel del hombre comenzó a perder aquel tono sonrosado, característico de la vida, y cómo el brillo de los ojos fue reemplazado por aquel manto invisible de la muerte. La pelirroja parpadeó varias veces seguidas, tratando de volver a tierra lo más pronto posible, pero sabía que su cabeza jamás olvidaría aquello, como siempre le sucedió. En cuanto sus ojos echaron un vistazo alrededor, de inmediato deseó no haberlo hecho.

Todos los presentes se veían incapaces de retirar sus ojos de la figura de Margery, mirándola con mezclas de emociones que le resultaron difíciles de leer, a excepción de una sola. Miedo. Tan grande como el mismísimo continente y tan claro como las aguas del nacimiento de un río. Eran miradas de las que no sabía si lograría escapar en algún tiempo cercano.

El príncipe depositó un suave beso en la frente de Emilianno y se lo entregó a la reina, antes de acercarse a su hermana.

—¿Estás bien, Mary? —Preguntó Tom, los ojos vulnerables con la clara preocupación adueñándose de sus rasgos.

Cuando él quiso ir a posar una reconfortante mano sobre el brazo de la princesa, se detuvo al instante en el que notó que no llevaba guantes, por lo que se quedó a medio camino del gesto. Margery, quien había atendido el llamado de Pierstom mirándolo en silencio, volvió su vista hacia el cuerpo inerte del extraño, notando con renovado horror lo que acababa de hacer en un impulso en medio de una situación precaria. Pero ya sabía lo que los demás pensarían de ello. Siempre lo supo.

CURSED LINEAGE «the witcher»Where stories live. Discover now