Como un radar, mi corazón se acelera cuando se aproxima un fenómeno que jamás antes había detectado. Quiero que todo sea un sueño y que en realidad...
Nunca hubieras aparecido en mi vida
-Te voy a querer siempre, JungKook.
-¿Siempre?, ¿Eso no es de...
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— Su joven acompañante aquella noche que nevaba. ¿sabe usted que soy una gran admiradora de cómo se ven juntos?
— ¿Qué?
—Sí, hay personas aquí afuera que realmente aman como se ven juntos. Creo que sería capaz de apoyarte si su pareja fuera ese hermoso joven sumiso que trabaja ahora para usted.
El agua helada de la ducha impactaba contra mi espalda desnuda, provocándome así una gran ola de escalofríos por estar sumergiendo mi cálido cuerpo en una plena noche de invierno en el agua helada del viejo edificio donde estaba obligado a vivir. Podría pescar un refriado y en esta etapa de mi vida no podía permitirme que algo como eso impida mi trabajo, uno que recién estaba empezando a vivir.
Extraño, ¿verdad?
Es extraño seguir pensando en él cuando quiero desconectar del mundo exterior en cuanto entro a este feo departamento. Es extraño cuando me quiero mantener al margen con él, pero involuntariamente cada fracción de mi mente exige que debería de acercarme a él.
Pero no puedo, aunque quería.
También era extraño cada vez que no emitíamos ninguna palabra, sin embargo, a través de miradas dialogábamos sin ser necesario abrir la boca.
Era algo tan inédito que ocurría sin siquiera pensarlo.
No obstante; sea lo que sea esto que está creciendo en mi interior, sea lo que sea me agradaba.
***
La cafetería de la empresa, la misma en la que todas las mañanas estaba ocupada con todos los empleados, hoy prácticamente estaba en silencio a la hora del almuerzo. Cuando estaba dispuesto a comer tranquilo, solo y sin nadie que me pudiera molestar por estar comiendo un poco más de lo normal.
Dos cuerpos impidieron mi rango visual hacia la gente que pasaba por la barra.
El mayor sólo por unos meses habló primero, como si no hubieran interrumpido cuando me encontraba tranquilo y sin ganas de articular los músculos de mi boca con algo más que no sea para masticar la comida.
— Has estado distraído hoy, Taehyung. ¿Te encuentras bien?
Llamó mi atención Kang Re cuando agitó su mano de un lado a otro, a escasos centímetros de mi cara, paró de hacerlo cuando se dio cuenta que esa acción había sido la gota que rebosaba el vaso. Mi paciencia se estaba agotando.
— Me encuentro bien —respondí tan secamente que claramente la tensión en el ambiente se notaba. Más cuando los restantes dos chicos intercambiaron miradas a la par que hacían ruiditos con su garganta, incómodos como yo había sido con ellos.
— Has estado actuando extraño desde ayer, ¿ha pasado algo por lo que actúas así, Taehyung? —y era verdad lo que decía Min Re, desde ayer me estaba comportando más cerrado de lo común. ¿Eso podía ser normal?
