18. Leche de plátano.

155 27 32
                                    


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.




Todo fue tan rápido que no tuve tiempo de asimilar mis acciones.

Mis manos se acoplaron en el costado del rostro de JungKook y me acerqué todo lo que estuve separado de él desde un principio. Solamente un rozamiento de labios por encima de un trozo de tela fue el responsable de mi piel estremecida.

Cerré mis ojos al percatarme de que JungKook seguía en un estado inmovilizado. Sus dos manos cayeron a su costado y esa fue la iniciativa de mi acercamiento para arribar el calor a nuestros cuerpos.

Hasta que separé nuestros labios de a poco, estando igual de cerca, pero a centímetros de distancia.

Sus ojos brillantes se encontraron con los míos al abrirlos cuando me separé. Sin saber qué decir, titubeando entre todo el vocabulario que sólo se había resumido a una sola palabra.

Perfección remarcada en tinta roja.

— T-Taehyung…

— T-Tengo que irme ahora —murmuré apenas, mi voz temblando poquito y mis pies moviéndose por sí solos. Me alejé unos dos pasos de JungKook, éste mirando todavía impactado.

— ¿Te vas?

Sonreí nervioso. Sí, de esas sonrisas que salen cuando menos necesitas que interrumpieran la situación.

— Regresaré a la hora de la cena- ¿Deseas algo para llevarte y-?

— Leche de plátano, necesito mucha leche de plátano.

Dijo el pelinegro, sin esperar algún anuncio de mi parte para comenzar a caminar, y por ende, alejándose de mí con cada paso que daba. Le sostuve la mirada para cuidarlo aún en la distancia, aun sin poder estar a su lado cuidándolo y protegiéndolo como lo quería hacer hasta cuando pudiera.

Sus pasos fueron lentos, descuidados en ocasiones, tropezándose con rocas casi invisibles desde mi alcance. Estaba desconcertado y eso era de esperarse, y si él estaba así, ¿Qué quedaría para mí?

Estaba muerto si eso significaba caer en sus redes.

Lo había hecho y a pesar de todo lo que podría caerme encima, no me arrepentía en lo más mínimo.
















La pequeña carpa de bebidas refrescante alumbró con sus bonitas luces antes de acercarme a ésta.

— Hola bonito. ¿Te puedo ayudar en algo? —atendió la encargada del establecimiento a medio tiempo. Asentí poquito.

— Una bolsa de leche de plátano, por favor.

— Wow, hace tiempo que no vendíamos de eso —dijo con asombro, sacando dentro del frigorífico una lista de la bebida que había pedido— No sabía que a los chicos rudos como tú les gustaba tomar esta clase de inventos.

Just A Chance   》KTH/JJK《Donde viven las historias. Descúbrelo ahora