Como un radar, mi corazón se acelera cuando se aproxima un fenómeno que jamás antes había detectado. Quiero que todo sea un sueño y que en realidad...
Nunca hubieras aparecido en mi vida
-Te voy a querer siempre, JungKook.
-¿Siempre?, ¿Eso no es de...
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— ¿Taehyung? — la trigueña desplazó su mirada desde el rostro sorprendido de Taehyung hasta el mío. No creyéndose lo que sus ojos estaban viendo —¿Qué hace él aquí, JungKook?
El pelinegro se tensó de pies a cabeza, su labio inferior temblando poco ante la excusa que seguramente estaba concluyendo en su cabeza.
— Taehyung vino esta mañana para firmar unos papeles de su contrato —respondí un poco más tranquilo. JooNa sin despegar su mirada de su cuerpo erguido. Asustado.
Taehyung dejó escapar un suspiro que pasó desapercibido. Mientras que yo me destensaba al ver la bonita sonrisa en el rostro de la chica, alzando la comisura de mis labios en alivio por su acción, sonriendo enternecido al contemplarla.
— Entonces nos vendrá de maravilla, JungKookie. La feria por fin de año empieza hoy. Quería que fuéramos juntos.
Al principio no mostré reacción alguna, no porque sonara como una mala idea, sino porque ya sabía la idea que vino en mente a JooNa. Y me negaba hacer sentir mal a Taehyung el día de su cumpleaños.
— Y estaba pensando que Taehyung puede ser nuestro guardaespaldas. Mayormente estamos prohibidos a estar solos en un lugar donde haya mucha gente.
Los ojos decaídos de Taehyung cayeron al suelo cuando la chica terminó de decir, girando mi cabeza para encararlo y percatarme de la fina cortina de vaho blanco que salía entre sus labios. Observando bien el rostro abatido del mayor como fingía estar bien, como fingía que era un día normal y corriente como otros sin nada especial. Y para mí si significa algo este día.
No entendía por qué. Menos podía entender la manera de como mis ojos brillaron en dirección de él. De repente, pensando en cómo hubiera sido las cosas si nunca llegara a conocer a Taehyung, sino hubiera ido a Daegu aquella mañana de diciembre. ¿Qué hubiera pasado si seguía de largo aquel día?
Y tuve que agradecer que, por un rumor en mi carrera, hizo que cambiara mi vida al conocerlo.
Gracias por haber nacido, Kim Taehyung.
Creo que ya…. Creo que estoy comenzando a quererte, Taehyung.
— Está bien si ustedes lo desean, soy su sirviente dentro y fuera del trabajo.
— Es genial, Kookie, en la tarde salimos.
Lo siento, debía sentirse realmente mal y yo sin poder hacer nada.
Unos minutos antes de la llegada de JooNa a la casa, terminé de acomodarme el flequillo que caía sobre mis ojos, a través del espejo podía delinear cada detalle de mi conjunto de vestir para simplemente ir a una feria. Tuve que reír por instinto al percatarme de que quizás, me había esmerado para lucir impecable.
