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El cielo nocturno se tiñó de rojo sangre, Zhao me miró aturdido y con arrepentimiento en sus ojos mientras yo caía aturdida en la fría nieve.

- Debes levantarte - Me habló Iroh en un susurró lejano, pero me encontraba en una especie de trance, era como si Vaatu intentara controlar mi cuerpo, intenté luchar contra él, pero se me hizo imposible.

Me levanté sintiéndome como un títere, ataque al Avatar con rayos, Vaatu se estaba aprovechando de la vulnerabilidad de mi corazón humano, mi decepción y enojo con Raava. No podía hacer nada más que ver como atacaba, era una simple marioneta, un espectador de primera fila.

- Lo hago por tu bien - habló detrás de mí, sentí como me apretó contra su cuerpo y apretó el artefacto de metal contra mi cuello con toda su fuerza, di un grito desgarrador al mismo tiempo que sentía que el aire no volvería a entrar por mi garganta, comencé a sofocarme mis labios comenzaron a tornarse morado y las puntas de mis dedos azules, este frágil cuerpo humano no aguantaría mucho tiempo más - Yo creo en ti Hinome - acarició mi mejilla con su mano libre y Vaatu salió de mi cuerpo.

Tomé una gran bocanada de aire para llenar mis pulmones, me acerqué con dificultad hasta el espíritu de la luna, una joven de blancos cabellos la sostenía entre sus manos, pero ya no había nada que hacer. Metí mi mano al estanque y el espíritu del océano comenzó a dar vueltas al rededor de esta, podía sentir su ira al perder a su amada luna, un extraño brillo salió de ahí y el pez se unió con el Avatar para alejar a los invasores. Por otra parte Zhao me miró a los ojos y me dio una calida sonrisa, para luego marchar hacia su destino.

- Le daré mi vida a la luna - quebré el silencio que de había formado, con esas palabras llenas de determinación.

- Si lo haces tú desapareceras, el fuego es tan necesario como la luna, no podemos darnos el lujo de perderte a ti también - me regañó Iroh, me hizo poner los pies en la tierra.

La muchacha de cabellos blancos dijo ser tocada por el espíritu de la luna y en un acto de valentía le devolvió su vida, fue una escena realmente triste, el muchacho que estaba junto a ella se veía devastado, tanto así que quise devolverle la vida a aquella joven, pero no fue posible. El espíritu de la luna era el dueño de su vida, ella había perdido la chispa que le había dado hace mucho tiempo o quizás nunca la tuvo.

Después de que la luna volviera a su brillar me alejé del oasis, para seguir los pasos de Zhao, tal vez alcanzaría a verle antes de que se fuera. Una vez llegué hasta uno de los puentes lo pude encontrar, estaba siendo llevado por el espíritu del océano y Zuko trataba de salvarlo.

- Déjalo ir - le abracé por la espalda afirmando sus brazos, él intentó Zafarse de mi agarre - no quiero que seas arrastrado al mundo de los espíritus junto con él - hablé para Luego hundir mi cabeza en su espalda, Zuko se relajo.

Zhao me sonrió con tranquilidad antes de que el espíritu del océano se lo llevara, hizo lo correcto pensé feliz.

-...no estoy segura de que lo aceptes, el costo sería demasiado alto.

- Yo haría cualquier cosa para estar con ella - aquellas palabras estaban cargadas de sinceridad - no me interesa cuál sea el precio - añadió mirándome a los ojos con esperanza.

- En ese caso tendrías que entregar tu vida a algún espíritu - hablé con seriedad.

- ¿A que te refieres? - interrogó levantando una ceja.

- Debes morir a manos de un espíritu, es la única forma en que todas tus ofensas sean perdonadas - explique en calma - así y solo así serás llevado al mundo de los espíritus para reencontrarte con ella.

Simplemente FuegoTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon