FIN

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Vaatu se llevó a Hinome, mientras que Aang fue en busca de sus amigos, fue lo único que se le ocurrió hacer. Antes de que el llegara hasta donde sus amigos se encontraban, unas extrañas luces aparecieron en el cielo, tiñéndolo de un rojo aun más oscuro.

- ¿ Dónde está ? - interrogó Zuko apenas le vio llegar, siendo el primero en notar que algo andaba mal.

- Se la llevó - fue lo único que atinó a responder.

-¿Cómo carajo fuiste capaz de permitir algo así? - gruñó tomándolo por la ropa.

- Zuko cálmate - interrumpió Katara - Estoy segura que el solo quería lo mejor, no fue su intención.

- NO ME VOY A CALMAR - gritó alterado - ¿ Qué no ven lo que está pasando? Debiste hacerle caso, ella no quería que esto pasara - se sujetaba la cabeza con ambas manos, estaba muy preocupado por ella.

- No es momento para repartir culpas - habló frío Sokka, tratando de que los ánimos se calmaran un poco - ¿ Para donde se la llevó?

- No... no ... lo ... sé - " a la entrada del polo " una voz respondió en su mente, era Raava - Esta en el polo norte.

Todos subieron sobre Appa en silencio, detrás de todo enojo y mal entendido, se compartían los mismos sentimientos de miedo y angustia, estaban en el borde de la nada. El viaje no fue tan largo, pero pareció eterno, los estragos del caos comenzaban a notarse claramente, el mar se removía sin control y la tierra comenzaba a agrietarse, sin duda el equilibrio se había fracturado por completo .

Al momento de llegar la vieron de pie en medio de una zona rodeada de enormes glaciares, que parecían estar apunto de fracturarse y abrir el viejo puente, Vaatu estaba concentrando hasta la última energía de la chica en abrir el paso con el otro mundo. Con esa vista todos se apresuraron a bajar.

- Será mejor que se queden aquí - habló Zuko con una voz solemne - ninguno de ustedes es inmune a él, si se acercan solo dificultaran las cosas.

- ¿ Qué es lo que te hace especial a ti? - Cuestionó Toph por primera vez.

- Soy el nieto de Roku, poseo la sombra de Raava.

- Tal como lo veo ahora eso no parece ser suficiente - intervino Katara - será mejor que tu también te quedes.

Apretó los puños, exhaló fuego y volvió a sentarse. Aang bajó e intentó hablar con Hinome, pero fue realmente inutil, ella no siquiera volteo a verle, siendo ignorado completamente. El Avatar no se atrevía a atacar a su contra parte y eso estaba resultando fatal, los glaciares comenzaban a agrietarse, si colapsaban por completo no habría vuelta atrás.

Nadie había notado que Zuko no estaba sobre Appa, el tenía claro que Hinome ya no era quien controlaba la situación, así no dudó en atacarla directamente, logrando crear un rayo por primera vez en su vida.

- No creí que fueran tan patéticos - Rio sarcástica, Vaatu utilizaba la voz femenina de la chica para atacar su psique - Que tenemos aquí, un traidor y un cobarde - sonrió arrogante - no tengo tiempo para jugar con ustedes - ella abrió y cerró los ojos, comenzando a arrebatar sus vidas "Detente, no lo soporto. No quiero hacerles daño. Pensé con un enorme nudo en la garganta.

-Haré lo que sea, pero no me obligues a tomar sus vidas.

-Ya no hay trato querida, me respondió de manera sádica."

Zuko miró fijamente a los ojos incandescentes de la mujer que amaba, intentaba buscarla dentro de esa figura corrupta. Era lo único que podía hacer, mientras iba callendo sin fuerzas de rodillas en la nieve.

- Rindete, ella ya no existe - dejó escarapar en un gruñido gutural el espíritu maligno.

- HINOME - gritó logrando volverse a ponerse en pie con dificultad - TÚ DIJISTE QUE EL ÚNICO SENTIMIENTO QUE VALÍA LA PENA SALVAR ERA EL AMOR - decía con sus últimos alimentos, mientras que en el rostro de los espectadores había admiración, en el de la muchacha había un gesto de indiferencia - DIJISTE QUE NO CONOCÍAS EL AMOR, PERO ESO ES MENTIRA, POR QUE YO TE AMO - continuó con un gran esfuerzo - Y SÉ QUE TÚ TAMBIÉN LO HACES, POR ESO JAMÁS ME RENDIRÉ.

Con esas palabra los ojos de la chica se llenaron de lágrimas haciéndola reaccionar, y dejó de tratar de quitarles la vida, pero aún así no pudo deshacerse de Vaatu. Zuko aprovecho ese pequeño instante para correr hasta ella y abrazarla por la espalda.

- Se fuerte - susurró en su oído con el corazón apretado, no quería causarle ese dolor, pero no había opción. Apoyó la reliquia del fuego contra su pecho, sintiendo como la chica temblaba y se retorcía de dolor entre sus brazos. Sintió deseo de llorar ante ella, ante como ella iba callendo en la fría nieve, vencida.

- Ma... ta... me - dijo ella con su brillo propio, era ella, su Hinome - Él tiene... la... daga - hablaba con dificultad, y lágrimas brotaban de sus ojos, ella no quería acabar así, tenía miedo.

- No digas eso - interrumpió el Avatar - debe haber otro modo - se notaba la culpa en su voz.

- No... - una puntada de dolor la hizo dejar de hablar - no hay otra opción - ella estiró su y secó las lágrimas de Zuko con cuidado.

Aang entendió que no siempre puede salvarlos a todos y estaba arrepentido, salvó al señor del fuego pero no a Hinome. Le entregó la daga a Zuko, no siquiera pudo cumplir su tarea, tuvo que delegar a alguien más, era un fracaso de Avatar.

- No... te... preo...cupes, sabía - da un pequeño suspiro de cansancio - que... esto... suce...dería.

- Aquí voy - susurró decidido, le dio un beso en la frente dejándole unas cuantas lágrimas, ella cerró los ojos y asintió.

La puñalada fue certera justo en el pecho, atravesado su corazón, causado que ella sangrara por la boca.

- Te amo - dijo en un último hilo de voz.

(créditos al autor del video)

Una sombra negra y una brillante luz salieron del cuerpo inerte de la chica, Aang no sabía que decir para animar a su amigo, quien abrazaba a la chica sin vida, llorando desconsolado.

- ¿ Qué tienes en la mano? - habló por fin Angg.

- La corona del Señor del fuego - susurro abriendo su la mano en la que sostenía la daga.

De pronto la figura de alguien se formó frente a él, pero cuando el chico se levantó sintió una gran decepción, no era quien el quería ver.

-Vaatu a sido aprisionado en el infiero - La figura de Zhao había vendido oficialmente a dar las noticias, él era el nuevo espíritu del fuego.

-¿Por qué no vino ella? - preguntó con voz apagada y triste.

- No sé cómo explicarte esto - aquel hombre había sido un maldito con el chico, pero ahora sentía arrepentimiento de sus acciones pasadas y no sabía cómo explicarle lo sucedido - ella también está en el infierno - puso una de sus manos sobre la cabeza del chico para darle apoyo - su nueva tarea es ser la guardiana del infierno, su espíritu quedó revuelto con el de Vaatu.

- Ella nunca pudo elegir - apretó los ojos, aún aferrado al cadáver de la chica.

- Ella eligió amarte, sabía bien que esto sucedería si lo hacía - explicó sentándose a su lado - aún así lo aceptó, fue feliz a tu lado. No dejes que su sacrificio sea en vano, sigue adelante, ella creía que podrías - sonrió mirando el horizonte - una parte de ella siempre irá contigo.

Gracias a todos por llegar hasta aquí, les mando muchos cariños, espero que les haya gustado.

Simplemente FuegoWhere stories live. Discover now